CAPITULO XIV

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"Hay que unirse, no para estar juntos, si no para hacer algo juntos"

***

Una fuerte lluvia se escuchaba chocar contra mi ventana, el viento se oía en las paredes y los truenos...

*FUM*

Me desperté de golpe, de todas formas estaba llegando tarde, así que, gracias trueno.

Fui a clases y el día fue de lo más aburrido, solo estuve con Ced un rato y le conté lo de la fiesta.
Después de eso nada interesante, no vi a Mattheo en todo el día, pero ya era común.

A las 9 ya estaba en mi cuarto preparándome para la fiesta.

Me puse un vestido color cian oscuro con espalda descubierta, era hermoso, su tela era súper suave.

Me maquille con algo simple, jamás he usado mucho maquillaje.

Ya era hora, estaba nerviosa, debía ir sola, no era problema para mi, siempre voy sola a las fiestas y la paso de 10, pero esta vez, me sentí nerviosa.

Ni bien llegue, entre, y lo primero que vi entre la gente...Mattheo.

Lo vi, tenía un jean negro suelto, una camisa negra, con los primeros botones desprendidos y unos zapatos de cuero.

Estaba tan...mierda.
Volteo a verme.

Me puse nerviosa así que tome aire, era la primera vez en semanas que me miraba, no duro mucho, pero algo es algo.

Minutos después en la fiesta, yo ya estaba tomando alcohol, aun estaba sobria, un poco mareada, pero sobria.

Me sentía tan bien, cuando iba de fiestas me olvidaba de todo, era yo, solo yo.

Estaba bailando entre la gente, noté como algunos chicos me miraban, pero esos mismo ya habían intentado acercarse a mi, claramente los rechacé a todos.

Había gente de todo tipo, algunos saltaban, otros estaban besándose, drogados, ebrios, peleando, etc.

Las luces verdes me reflejaron en la cara, así que elevé la mirada hacia el frente, ahí estaba, Mattheo.

Estaba con unos chicos riéndose y en ese momento me miro mientras reía.

Siempre que tomo me suelto, ¿quien no?, hago cosas que mi yo sobria no haría.

Lo mire y mientras lo hacía, pase mi lengua por mis dientes y sonreí.
El dejo de sonreír, parecía...triste, es como si hubiera despertado algo que ya no estaba ahí.

Yo seguí bailando, no creí que fuera tanto.
Hasta que mire hacia dónde se encontraba y ya no estaba ahí, se había ido. Deje de bailar y lo busqué.

No estaba en la pista, así que mire hacia las escaleras del tejado, definitivamente ahí estaba, subiendo.

Fui por el, no podía seguir así, necesitaba saber que ocurría. Había tanta gente, llegar al tejado me tardo unos 15 minutos.

Finalmente llegue.
Mire hacia todas partes y no había nadie, estaba vacio, hasta que me acerqué mas y en una esquina lo vi.

Estaba...llorando, asomado por el borde miraba al suelo.

Me acerqué.

—Si te sirve... — me miro rápidamente —. yo también estoy mal.

Mire su rostro, tenía sus ojos hinchados de tanto llorar, sentía su respiración agitada, en serio estaba mal.

Solo seguí hablando —. Se como te sientes, ese nudo en la garganta, se siente como una soga llena de espinas que rodea tu cuello. — Me apoye en una pared y lo mire.

COLD HANDSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora