prólogo.

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No

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No. Eso no estaba pasando. Él definitivamente no estaba parado frente a Bang Chan, y él definitivamente no había regado un capuchino helado encima de su camisa blanca.

¡Ni siquiera sabía por qué estaban en el mismo hotel! Se suponía que después de la graduación, al fin le diría adiós a su odioso ex compañero de universidad. Él era mayor por seis años, por ende, cuando se conocieron, Bang Chan apenas era un mocoso de diecisiete, pero eso no significaba que no fuera un dolor de cabeza para su persona.

Con dos años faltantes para terminar su carrera, Lee Felix pudo darse cuenta de lo fastidioso que podía llegar a ser ese chiquillo engreído.

Pensó que se había librado de él, pero aquí estaba. Parado enfrente suyo con un rostro tallado casi por los mismísimos ángeles, cabello castaño y hermosos labios fruncidos. Esos años le habían sentado bastante bien.

El cambio le quedaba muy, muy bien. Más de lo que Lee Felix quería.

Sintió su boca reseca.

-No te vi, perdóname.

-Tú pagarás por mí camisa -lo agarró del cuello, acercándose amenazante.

Y sí, seguía siendo el mismo gilipollas de siempre. Eso no había cambiado.

-Yo...

Antes de que pudiese responder, la recepcionista se acercó con un rostro de completa vergüenza. Después de todo, esa situación tenía una misma raíz: Una habitación que fue reservada por ambos sin siquiera saberlo.

Ahora, por un pequeño error, uno de los dos debía cancelar su reservación para darle espacio a otro.

-Uhm... Señor Lee, Señor Bang, tengo malas noticias... -la bella chica de piernas largas se acercó con un rostro caliente y dando una pequeña reverencia-. La habitación que ambos pidieron es la única suite disponible en nuestro hotel, debido a nuestro error, ofrecemos una habitación cercana, casi con la misma vista y comodidad, además de un pequeño reembolso por las molestias que les hemos causado. Ustedes son libres de escoger cualquiera de las dos habitaciones, ya que no tenemos registro de la última reservación que se hizo, la decisión queda en manos de ustedes.

-Me quedo con la primera -dijeron al unísono. Los dos intercambiaron miradas molestas y luego se volvieron hacia la chica.

-¿Habrá una manera justa de saber quién tendrá el derecho de quedarse con la habitación? -refunfuñó Felix de brazos cruzados.

La chica se mostró nerviosa al principio, sabía que ese error le costaría muchísimo dinero al hotel si alguno de ellos se le ocurría dar una reseña y calificar el lugar con una estrella. Los errores los cometía cualquiera, pero vaya la magnitud de este problema.

-Pueden... Dejarlo a la suerte -murmura.

Bang Chan agarró una de sus maletas, y sonrió burlón.

-Problema resuelto, yo me quedo con la habitación. Tengo más derecho yo que tú, así que nos veremos en otra ocasión, Felixie, gusto en haberte visto de nuevo -comenzó a caminar en dirección al elevador. Sin voltear su mirada, se despidió de él con una mano, y una risa que irritaría a cualquiera.

-¡Hey, espera! ¡Nadie te dijo que podías quedarte con ella! -puso ambas manos en la puerta del ascensor, evitando que Chan ganara la discusión así porque así-, yo también tengo derecho.

-Acabas de tirarme un capuchino helado en mi nueva camisa de colección, quedó prácticamente arruinada por tu culpa. ¿Y aún así tienes las agallas de reclamar el cuarto?

-Eso no tiene absolutamente nada que ver -frunce el ceño-. Así que si lo quieres así de fácil, no te servirá porque yo también me quedaré con la habitación.

Chan lo agarró de la cintura y lo pegó a su pecho.

-Ya veremos si serás capaz de convivir conmigo y no terminas por marcharte a la otra habitación.

Por supuesto que ninguno de los dos iba a dar el brazo a torcer, la idea de ambos se resumía en molestarse mutuamente hasta que uno de los dos se cansara y se largara.

Pero por el momento, lo único que quedaba era ver cómo esos dos chicos iban a sobrevivir en un ambiente cargado y lleno de tensión sexual.

Pero por el momento, lo único que quedaba era ver cómo esos dos chicos iban a sobrevivir en un ambiente cargado y lleno de tensión sexual

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obra original -cherryhoney-.
abstenerse de copiar mi versión.

mr. feelgood › chanlixDonde viven las historias. Descúbrelo ahora