capítulo ocho.

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« Pleasure among dreams »

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« Pleasure among dreams »

Después de un fin de semana de arduo trabajo, lo único que necesitaba Felix era una tarde en solitario viendo cualquier cosa que la televisión le presentara; no quiso rendirse en lograr encontrar algo bueno, pero luego de unas horas sin ver algo que realmente llamara su atención, decidió darse un tranquilizante baño de burbujas con jabones de olor.

Ahora que se encontraba solo, podía disfrutar de baños completos de al menos una hora. Con Chan ausente, y un día en completa soledad, la habitación se sentía más... Tranquila. Aunque admitía sentirse algo extraño, como si faltara algo...

-Inaceptable... -murmuró, antes de tomar aire profundo y hundirse en la tina.

Recordaba cuando le había dicho que se iba a marchar a otra habitación, pero al final, se había quedado en la misma. ¿Ahora a qué se suponía que estaba jugando? En primer lugar, ya se había rendido frente a Chan, lo que significaba que había perdido. Podía irse cuando quisiera.

Sin embargo, ahí estaba, pensando seriamente sobre el extraño vacío que sentía desde que despertó con un frío espacio en la cama. Sin aquellos brazos que siempre rodeaban su cintura, sin la grave voz mañanera de Chan susurrarle al oído.

-Me estoy comenzando a volver loco y eso en definitiva no es bueno -comento, pasándose ambas manos por el cabello para sacarse el exceso de agua-. ¿Y qué tal si Seungmin tenía razón después de todo? ¿Y si muy en el fondo estoy esperando por algo?

Soltó un largo suspiro y salió de la ducha solo con un bóxer y una toalla alrededor de su cuello. Todo el día estuvo solo y no temía ser visto o atacado por ese mocoso calenturiento (como solía decirle después del incidente en el sofá).

-Bah, quién lo necesita.

Quería negarlo pero sería muy irreal de su parte, la vez pasada del incidente del sofá, a él le había encantado llegar al orgasmo de esa manera tan inusual, para qué negarlo. Nunca pensó que sus pequeños pezones podían ser tan sensibles, y que, ser manoseado y obligado a venirse aún con sus ropas puestas, era vergonzoso, pero placentero y satisfactorio al final.

Tan solo se había venido con frotarse descaradamente sobre el regazo de otro hombre, ¿qué tan vergonzoso podía ser?

-Puede ser un cachorro muy joven... Pero de inocente no tiene nada -rió entre dientes, mientras caminaba hacia la cama para ponerse su pantalón de dormir y una camiseta.

Miró unos segundos el reloj de pared. Las nueve y quince de la noche. Y ni un solo rastro de Chan.

-¿No vendrá esta noche...? -pensó disgustado.

No le molestaba el hecho de dormir solo. En realidad, él no era de acostumbrarse a los patrones, pero admitía que la presencia de Chan en todo ese día le afectó más de lo que esperaba. Esto se debía porque el día anterior le habían avisado que tendría un ensayo muy importante, lo necesitaban lo más temprano posible, así que a lo que Felix calculaba, tuvo que haber salido a las cuatro de la mañana del hotel.

mr. feelgood › chanlixDonde viven las historias. Descúbrelo ahora