—¿Te volviste loco?
—Siempre lo he estado.
Jay rió extasiado de la situación, Jake y Heeseung discutiendo mientras Sunghoon seguía sentado en su cama, sin poder procesar lo que acababa de pasar.
—No puedo creerlo. — se dijo a sí mismo mientras caminaba por la sala mientras jalaba sus cabellos hacía atrás.
—Creélo, lo hecho, hecho está.
—Fuiste un verdadero...
—Heeseung. — reprendió Jay.
Tras invitar a Sunoo al partido de basquetbol, los cuatro volvieron a su dormitorio, en dónde, apenas entrar, Sunghoon se encerró en sus propios pensamientos y quién se permitió explotar, fue Heeseung.
—¿Cómo se te ocurre? ¿Invitar a Kim Sunoo a vernos jugar? ¿Y además haciendo un espectáculo en la cafetería?
—Lo hice por Sunghoon, no sé por qué te afecta tanto.
—Me afecta porque creo que le estamos dando demasiada importancia a ese niño.
—Ese niño, trae a tu amigo así. — contestó señalando a Sunghoon quién tenía la mirada perdida y no decía nada, hasta que finalmente susurró:
—Sunoo vendrá a vernos.
—Vendrá a verte, Sunghoon. — interrumpió Jay nuevamente —Espero que esto sea el empujón que necesitas para poner de tu parte.
Todos se quedaron en silencio, únicamente mirándose entre sí.
—Que sea la primera y última vez. — sentenció Heeseung a Jake, señalándolo con el dedo índice para después salir de la habitación.
Los tres restantes conocían a Heeseung y sabían que su personalidad podría llegar a ser extraña, pero realmente no entendían la razón por la cual se había exaltado tanto al recibir la noticia.
Querían ayudar a Sunghoon y ayudar a que tuviera conexión con Sunoo. De esa manera ambos podrían conocerse, y tal vez en un poco tiempo ser amigos.⎯⎯⎯⎯⎯⎯⎯⎯⎯⎯ ⋆✦⋆ ⎯⎯⎯⎯⎯⎯⎯⎯⎯
El día del esperado juego de básquetbol, Sunoo había tenido que luchar contra muchos de sus propios demonios para convencerse a sí mismo de que asistir sí era una buena opción.
Se armó de valor y se vistió lo mejor que pudo para dar una buena impresión. Sus amigos, por supuesto, lo habían acompañado porque estaban dispuestos a estar con él en cualquiera de los casos, no iban a dejarlo solo en ningún momento porque sabían que el chico necesitaría de su apoyo, por más insignificante e impalpable que fuera.
La selección escolar jugó mucho mejor de lo que los tres amigos en las gradas esperaban, y Sunghoon había buscado con su mirada a Sunoo más de una vez, cosa que lo puso nervioso durante varias ocasiones.
Tras terminar el evento, Sunoo recibió una atenta invitación por parte de Sunghoon y sus amigos (a excepción de uno, cabe aclarar) para dar una vuelta por la noche, salir a tomar algo y pasar un buen rato.
Con intenciones de no ser grosero, aceptó.
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La reunión fue en una discoteca cerca del campus, estaba repleto de chicos y chicas jóvenes que disfrutaban de la música.
Estaba tan repleto que era complicado caminar entre todos ellos, Sunghoon sostuvo la mano de Sunoo y lo mantuvo junto a él hasta que por fin llegaron con los demás.
Al estar frente a ellos, los miraron con extrañeza y picardía. Pero Sunoo solo pudo prestar atención a la reacción de Heeseung, quién los miró a ambos y observó con detenimiento sus manos juntas. Pero finalmente desvío la mirada hacía otro lugar insignificante.Poco le había interesado.
Sunoo se sintió triste, una opresión en su pecho no le permitía respirar bien. Se sentía incompleto.Su relación con Heeseung era complicada, tanto que era difícil incluso de recordar. Sunoo hubiera querido que por lo menos quedaran en mejores términos. Pero no había sido así, Heeseung lo odiaba y él, con más razón, debía odiarlo también.
Pero no podía. Le era imposible odiar al chico que lo cuidó por tanto tiempo.
Recordaba el día en que lo había conocido y recordaba cuán agradecido estaba con Jungwon por darle la oportunidad de conocer a tan magnífico ser.
Ahora las cosas eran diferentes y Sunoo se sentía culpable consigo mismo y con sus amigos.Fue increíble la manera en que los chicos conectaron en el primer momento, parecían compañeros de toda la vida y eso les hacía sentir bien.
Luego de unas cuantas copas, decidieron salir a bailar. Era el mejor momento de la noche aunque Sunghoon, Sunoo y Heeseung optaron por quedarse sentados, limitándose a observar.Existía una tensión, Sunghoon la sentía, pero no estaba seguro de qué trataba realmente. Se acercó unos cuantos centímetros más a Sunoo, quedando muy cerca suyo. Sunoo no estaba incómodo, se sentía feliz porque se estaba divirtiendo observando a sus amigos hacer el ridículo y Sunghoon había encontrado en su risa una especie de droga.
Heeseung llamó la atención de su amigo
—Saldré a atender la llamada, ya vuelvo. — Sunghoon asintió y lo vió salir del lugar.
Heeseung pasó nuevamente entre toda la multitud hasta sentir el aire fresco golpear en su rostro. Tal como le dijo a Sunghoon, atendió la llamada y estuvo hablando con la persona por unos cuantos minutos.
Se despidió y bloqueó su teléfono celular, quedándose únicamente mirando la ciudad de noche. La discoteca estaba en el casi último piso de un enorme edificio, el balcón en el que se encontraba era grande y tenía una vista preciosa de Seúl.
—Es linda de noche, ¿No?
Heeseung se dió la vuelta.
Y se encontró con Sunoo.—¿Qué haces aquí?
—Adentro hacía calor, necesitaba respirar.
—¿Dejaste a Sunghoon solo?
Sunoo no contestó.
—Lamento no poder corresponder los sentimientos de tu amigo.
—No me lo digas a mi. Si no te interesa solo díselo y desaparece.
El tono tan gélido con que le habló actuó como una daga atravesando su corazón. Sentía dolor pero no iba a demostrarlo tan fácilmente.
—No soy tan grosero como tú. Encontraré el momento perfecto antes de que sea tarde.
Heeseung chistó: —¿Grosero?
—Yo sí tengo sentimientos, Heeseung.
—Te agradará saber que poco me interesa.
El más joven no se iba a dejar ganar tan fácilmente:
—¿Sabes por qué no puedo corresponder a tu amigo?
—No. Tampoco me interesa, ya te lo dije.
—Te lo diré de todas formas. A tí que una vez fuiste mi amigo.
Heeseung se mantuvo en silencio dejándolo continuar.
—Me gusta otra persona. — confesó en espera de una reacción, el mayor no dijo nada solo levantó las cejas fingiendo asombro.
—Muchas felicidades, Sunoo. Espero que ésta vez no estés jugando.
—Yo nunca jugué con los sentimientos de nadie. — alegó.
Heeseung chistó y le contestó con sorna: — Sí, claro.
Aquello colmó la paciencia del más joven y se acercó a él para tomarlo por la chaqueta y enfrentar su rostro a pocos centímetros del suyo.
—Si no te apartas, haré algo de lo que realmente me voy a arrepentir.
Sunoo tomó distancia: —No eres capaz de golpearme.
—Hablaba de besarte.
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Quedoooooo
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Your eyes tell - EDITANDO
FanfictionSunghoon pretende a Sunoo, pero el chico no le corresponde, porque, en la lejanía, unos brillantes ojos, en silencio, le ruegan su regreso. 𝗙𝗔𝗡𝗙𝗜𝗖𝗧𝗜𝗢𝗡 Errores ortográficos o gramaticales serán corregidos al finalizar de escribir el fic o...