Your eyes tell - EDITANDO

Capitulo 18

Las noches de lluvia eran momentos nostálgicos para Sunoo, un sinfín de emociones se instalaban en su pecho y llegaban a parecerle abrumadoras.
Durante esa madrugada, los truenos perforaban las paredes, las luces de tecnología tan avanzada incluso parpadeaban debido a los relámpagos de afuera, pero, aún así, Sunoo estaba inmerso en el texto que escribía con tanta vehemencia estando sentado en un rincón de la sala de estar, solamente con un bolígrafo en la mano y demasiado concentrado como para escuchar cualquier ruido inusual que no fuera la potente lluvia.

—¿No puedes dormir?

Aquella voz lo sacó de sus pensamientos y, desconcertado, levantó la mirada.

—No.

Heeseung le sonrió apenas y se acomodó junto a él, observando con plenitud la lluvia caer afuera del edificio, esperaban ansiosos la llegada de octubre y en las últimas semanas de septiembre el cielo se había dedicado a llorar la mayoría de días desde la mañana hasta la noche.

Aquella madrugada no era la excepción.

—Yo tampoco puedo dormir.

Sunoo no contestó hasta que terminó una línea más de su relato: —Aprovecho el clima para escribir.

—¿Aún lo haces?

—Muchas cosas se quedaron tal como las dejaste, Heeseung.

Heeseung contestó con una sonrisa, apoyando su cabeza en la pared de atrás, cerrando los ojos y dejándose envolver por el ambiente.

Conversaban castamente sin mirarse, únicamente estando juntos, en la comodidad de su compañía.

—¿Irás a casa en las próximas semanas?. — preguntó.

—No, esperaré hasta que comiencen los preparativos del aniversario de mi madre.

El silencio inundó el lugar nuevamente, creando una tensión perceptible entre ellos.

Heeseung susurró con mucha delicadeza: —Cierto, el aniversario de tu madre. — y no recibió respuesta —Lo lamento, Sunoo — por primera vez, se atrevieron a cruzar miradas —. Lamento no haber podido darte mis condolencias en ese momento.

Sunoo tardó en contestar, con las lágrimas comenzando a inundar sus tristes ojos.

—No pasa nada. — susurró —Ella se llevó la imagen más dulce de tí.

—Y no lo merezco. La última vez le prometí cuidar de tí a pesar de todo.

—Heeseung...

—Y míranos. Mira en lo que nos hemos convertido.

—Eso ya no importa — reprendió Sunoo, dejando caer la primera lágrima —. Lo que pasó entre nosotros ya no importa. Ahora cada uno debe seguir con su vida.

El silencio reinó nuevamente entre ellos. Hasta que Heeseung dijo, temblando su voz: —¿Y realmente es lo que quieres?

Se miraron de nuevo, Sunoo soltando su bolígrafo por primera vez.

—Es lo que tú quisiste en ese entonces.

El recelo en su voz rompió el corazón del mayor, quien por un momento se quedó sin palabras, sin nada más que decir, con un nudo formándose en su garganta.

—Creo que tuve mis razones.

—No, no las tuviste. Nunca quisiste saber mi versión de la historia.

—Sunoo, ese día perdí a la mujer más importante de mi vida.

—Mentira — reprochó —. Ella te abandonó.

—Y tú...

—¡No es verdad! — explotó, teniendo sus ojos inundados en lágrimas. —Sabes que no es verdad, lo sabes.

Heeseung muy apenas también se permitió soltar un par de lágrimas.

—No te creo...

Lleno de impotencia, Sunoo se levantó de aquel rincón recogiendo sus cosas y estuvo a punto de irse, pero antes se dió media vuelta y con coraje le dijo: —Y aunque yo muera sin lograr limpiar mi nombre, no dejaré de decir que soy inocente.

Desapareció dejando a Heeseung aturdido, con lágrimas de frustración, tristeza y nostalgia resbalando por sus mejillas. Estuvo inmerso en sus pensamientos durante un buen rato hasta que se levantó y se encaminó a su dormitorio, en donde, al entrar, se encontró con Jay aún estudiando.

—Son casi las tres de la madrugada, ¿Que haces despierto?

—Estudiamos arquitectura, Hee. Parece que lo olvidas.

Heeseung rió.

—Pero no es semana de entregas.

—Soy dedicado.

Jay también le mostró una sonrisa mientras Heeseung se acercaba a Jake para arroparlo bien y después sentarse frente a su amigo, para hacerle compañía.

Estuvieron en silencio por un buen rato, el reloj seguía avanzando y la lluvia había cesado.

—¿Por qué las cosas tienen que ser tan complicadas? — preguntó al aire, Jay le contestó:

—A veces deben ser complicadas para aprender a valorarlas.

—¿Tú crees?

Jay asintió.

Sunghoon se removió en su cama, se incorporó, llamando la atención de sus amigos y les sonrió.

—¿Qué hacen despiertos tan tarde?

Ambos amigos sonrieron.

—Pláticas nocturnas.

—¿Puedo unirme?

—Por supuesto. — le contestó el mayor.

Bajó de la litera para sacar de la nevera unas cuántas sodas y estuvieron charlando de cosas sin sentido durante un rato.

Sunghoon levantó su lata de soda y dijo con la cabeza en alto: —Deseo que octubre sea un mes lleno de alegría, buenas notas, muchas victorias y un cumpleaños de Heeseung excepcional.

Se rieron tras aquel emocional discurso de Sunghoon y se dijeron salud.

—Mierda, es tan tarde, ¿Por qué no están dormidos?

Jake se levantó de la cama con el cabello desordenado y tomó su lugar en el escritorio justo frente a Sunghoon, quien le obsequió una soda.

—Brindamos porque nuestro hyung tenga un excepcional cumpleaños este año.

Jake soltó una ovación en honor a su amigo y volvieron a brindar.

Tras un gran sorbo de soda, Jake se atrevió a preguntar: —Hyung, ¿Cuál será tu deseo de cumpleaños?

—No puedo decirlo o no se cumplirá.

—No se cumplirá si lo dices el día en que apagues la vela. — animó Jay.

—Pero si se los digo dejará de ser un secreto, prefiero guardarlo hasta ese día y que se haga realidad.

Sus amigos únicamente le dieron la razón y continuaron bebiendo mientras charlaban animados.

Heeseung desearía para su cumpleaños poder perdonar y ser perdonado.

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¡Aparecí, gracias a Dios!

Creo que por fin vencí el bloqueo. 😭😭😭

Se logró y estoy muy feliz por eso, quiero terminar esta historia YA, porque tengo muchos proyectos en mente, pero eso no significa que por eso le voy a dar un final rápido y es todo. No, no, no, aquí las cosas se hacen bien o no se hacen.

Gracias por continuar hasta aquí y espero que sigan disfrutando.

Con amor, Nini. <3