Capítulo 10

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Todos en la mesa se quedaron callados con la confesión repentina de Haechan, Jeno miró al moreno tratando de no asesinarlo con la mirada y Renjun solo se rió divertido mientras asentía. Jaemin seguía perdido en un mar de preguntas que deseaba hacer y no quería saber la respuesta.

—Eso fue cuando nos conocimos, pero solo fueron por un par de meses...

—Fueron dos años, Huang —respondió Haechan divertido—. Pero eso ya está en el pasado, Renjun ya tiene pareja y yo estoy esperando que un idiota se de cuenta y así poder ser una feliz pareja...

Jaemin mordió sus labios como siempre hacía cuando pensaba demás. —¿Me estás diciendo que estuviste enamorado de él?

Renjun le dio una pequeña patada al lindo doctor quien se quejó de inmediato. —Haces que suene como algo malo. Soy un gran partido.

—¿Cómo que tienes pareja? —preguntó Jeno, asustado.

—Está bromeando, ¿cierto Lee Donghyuck? —su amigo asintió mientras cerraba sus ojos—. Lamentablemente, este gran partido está solo —le sonrió a Jeno.

—Por ahora —dijeron ambos "hermanos" aún perdidos en el comentario del lindo moreno.

Al terminar de comer los cuatro salieron con un poco de frío, Renjun sonrió hacia Jeno y luego bostezó como un pequeño gatito, enterneciéndolo.

—Deberíamos irnos, gracias por la comida, otra vez —sonrió el lindo profesor—, nos vemos mañana Lee Jeno.

Jeno asintió feliz, haciendo que Jaemin y Haechan hicieran un ruido de asco por lo amorosos que estaban.

—Nos vemos entonces, Jaemin —el lindo moreno quería hacer algo para que el doctor reaccionara, así que con un poco de impulso le besó la mejilla—, adiós.

Ambos profesores se marcharon rápidamente, dejando a los vampiros como unos tontos sonrientes.

—Debimos llevarlos a casa —dijo Jaemin en cuanto subieron al auto.

—Lo sé, pero Renjun dijo que debían ir a otra parte y que no nos preocupáramos.

Jeno encendió el auto y un escalofrío recorrió todo su cuerpo. Frente a ellos pasaban dos lindos niños de la mano. —Oh mierda.

—¿Qué pasó? —Jaemin miró hacia el frente y también logró reconocerlos—. ¿Cómo mierda los dejó reencarnar?

Lee Taeyong y Kim Dongyoung estaban frente a ellos, ambos lucían como unos niños de apenas doce años, sonrientes y sin saber que en su antigua vida destruyeron tanto a su paso.

—Bueno, algo habrán hecho para que eso sucediera. Vamos, creo que mi instinto asesino arrollaría a ambos si los sigo mirando.

Se alejaron del par, mientras los ahora niños sonreían divertidos mientras caminaban con sus pequeñas manos entrelazadas.

Jeno no quería decirlo, pero esperaba que en esta vida su "papá" fuera feliz con el hombre que le robó el corazón por tantos siglos.

Pasaron los días rápidamente y Jeno estaba atareado con todas las cosas que debía hacer en esa pequeña escuelita donde trabajaba su querido Renjun. Jaemin se había ido de viaje a algún lugar lejano con la excusa de que buscaba información para curas de la actualidad.

Renjun a veces le enviaba mensajes muy lindos deseándole un lindo día y pidiéndole que no trabajara demasiado para no resfriarse sin su hermano a su lado. También le había contado de manera indiscreta que su querido amigo Haechan extrañaba mucho a Jaemin.

Jeno miró hacia afuera donde la nieve caía con furia, esperaba que no se avecinara una tormenta o eso traería malas noticias y en este momento él solo quería vivir junto a su amado hasta que la muerte se lo llevara.

—¿Hola? —habló por su celular—. Renjun, no esperaba tan grata llamada, ¿sucede algo?

—Jeno... —la voz de Renjun se oía agitada—, alguien nos está siguiendo... yo no sé quien es, pero nos escondimos en un lugar bastante oscuro... ¿te molestaría venir por nosotros? Tenemos mucho miedo... mierda —un enorme bullicio se escuchó y Renjun cortó la llamada.

—Mierda, no ahora por favor. Íbamos bien.

Salió de casa rápidamente y como un perro sabueso fue siguiendo el ligero aroma de Renjun que se sabía de memoria. —Por favor, por favor...

Jeno comenzó a correr mientras se intensificaba el olor, no pudo evitar sentir como sus garras salían a la luz y sus ojos se tornaban rojos. Si alguien se atrevía a ponerle un dedo encima sufrirían las consecuencias del rey vampiro.

Llegó a un lugar bastante apartado, recordaba a la perfección esa parte de la ciudad porque era la misma donde encontró por primera vez en siglos al lindo profesor.

Renjun y Haechan estaban amordazados con muchos vampiros a su alrededor esperando alguna señal para devorarlos a sangre fría.

—¡Ni se les ocurra ponerles un puto dedo encima! —gritó con su voz de mando, aunque ellos no quisieran, debían obedecer la voz del rey vampiro.

Ambos profesores estaban inconscientes, facilitándole el trabajo a Jeno.

—Así que tú eres el famoso rey vampiro —escuchó la voz de alguien detrás de él—, queríamos conocerte hace siglos, oh querido rey.

Jeno se volteó y se encontró de frente con un hombre un poco más bajo que él con el cabello corto y negro.

—¿Quién mierda eres? —sus ojos se volvieron más rojos, casi podían iluminar de lo profundo que se veían.

—¿Dónde están mis modales? —sonrió divertido—. Mi nombre es Lee Minhyung. Vampiro descendiente de Lee Taeyong.

Te encontré / NorenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora