Ya era de mañana y un nuevo día comenzaba, aquellos dos muchachos, los cuales habían tenido un momento un poco pesado, estaban durmiendo acurrucados uno sobre el otro para así proporcionar se calor, aunque la realidad es que al momento en que el ruso se entregó a brazos de Morfeo el alemán saltó como pulga a prenderse de su cuerpo.
No fue mucho el tiempo que pasó en el que Nikolay despertaba sintiendo un peso arriba suyo, que no recordaba que estaba en un principio.- Uhm... Klaus arriba... tenemos que volver con el resto... -dijo adormilado mientras sacudía al alemán que ante el acto arrugó un poco la nariz-
- Cinco minutos más papá... todavía no es momento de hacer jabones... -se quejó de cierta manera pero siguió durmiendo pacíficamente-
- Klaus nadie va a hacer jabones, ahora sí no querés que te tire en el río te recomiendo que te levantes para ya poder irnos con los demás -
- ¿Qué haces todavía acostado, vejerrete? -dijo el nazi ya parado en la entrada de la cueva-
- ¿Cómo...? -miró bastante confundido al alemán mientras trataba de procesar en qué momento se paró y alejó tan rápido- ¡Espera! ¡Devuélveme mi campera primero! -
- Pero hace frío acá afuera... -reprochó con tono entristecido, la verdad es que no quería sacársela por el olor que tenía-
- Ugh... Está bien, puedes usarla mientras tanto... ¡Pero en cuanto estemos cerca de los demás me la devuelves sin excusas! -amenazó frunciendo el ceño aunque no esté enojado, más bien era para que el contrario creyera que si-
- Si, si, si, como órdenes capitán Ivuskin Nikolay -dijo el alemán mientras hacía un saludo militar en juego-
Mientras los dos enamorados caminaban por el bosque sobre los pasos que anteriormente habían hecho iban hablando de cosas triviales o simplemente mantenían el silencio, un silencio agradable que no molestaba a ninguno de los dos presentes.
Cuando ya estaban cerca de donde habían dejado al resto del escuadrón Klaus sintió como algo o mejor dicho alguien, chocaba contra su cuerpo golpeándole así la mandíbula.- ¡Scheisse! ¿¡Acaso no miras por dónde te frenas!? -
- Ugh que desagradable vista la que me da Dios hoy... -dijo con disgusto Anya-
- ¿Klaus estás bien? -preguntó el ruso al salir más al ver a sus camaradas ahí de pie mirándolo- ¿No estaban de camino al tanque? ¿Cuándo se cambiaron? -
- Estábamos, sí, de hecho llegamos hoy en la mañana. Ayer mientras esperábamos tu regreso se hizo de noche y buscamos un lugar donde quedarnos. El niño ofreció quedarnos en su casa. Pasamos la noche allí, tomamos un baño y nos cambiamos la ropa -informó Stepan manteniendo un tono de respeto ante su capitán-
- Yo no entiendo para que vinimos, pudimos habernos quedado, esperar allí y no dejar al niño ese solo con el tanque -en tono desinteresado acotó Volchok-
- ¿Qué hicieron qué? -dijo sorprendido el alemán e internamente asustado por el chico-
- No está completamente solo, Ionov lo está cuidando, deberían estar bien los dos -la fémina levantó los hombros restándole importancia-
- Anya prácticamente me estás diciendo que dejaste a dos chicos solos. ¡¿Cómo supones que van a estar bien por su cuenta?! -respondió el ruso-
- Capitán, lamento informarte que Ionov no es un chico chiquito... Él sabe cuidarse solo -dijo serio Volchok-
- ¡Pero actúa como uno! ¡Eso no es seguro para ninguno de los dos! -
- ¿Y si en vez de gritarse empiezan a caminar para ir más rápido con ellos? -dijo de forma sarcástica el alemán quien empezó a caminar rápido para llegar cuánto antes dónde el infante-
Así pasaron unos minutos que se transformaron en tortuosas horas y más horas de subida cuesta arriba por aquella montaña. Silencio era lo que reinaba entre los cinco presentes, un silencio sepulcral y aterrador, mas este horrible silencio se vería interrumpido por Anya, la cuál había notado algo particular en el alemán y que en efecto había molesto bastante ya que lo consideraba como algún tipo de amenaza.
- Dime Klaus -llamó la atención del nombrado mirándolo con una sonrisa para nada feliz- ¿Por qué estás usando el abrigo de Nikolay? ¿Acaso se lo robaste? -
- Podré ser un asesino pero nunca ladrón, tengo principios morales, mujer -le respondió molesto y siguió caminando-
- ¿Principios morales, vos? Por favor no me hagas reír Jäger -respondió de igual forma- ¿Cómo alguien estúpido y psicópata como vos va a tener principios morales? -
- ¿Cómo una puta de tercera puede estar tan fea? En serio respóndeme, he visto muchas putas de tercera pero ninguna tan espantosa como lo eres tú -
Mientras aquellos dos peleaban enojados los tres soviéticos iban caminando por detrás. Volchok solo estaba callado mirando a los lados buscando algo que sea sospechoso e implique ponerse a revolear golpes, mientras tanto Stepan y Nikolay hablaban entre risas sobre la pelea de aquellos dos individuos, más la curiosidad le ganó a Stephan y decidió preguntarle él mismo sobre la campera.
- ¿Capitán, por qué el nazi está llevando su abrigo? -
- Bueno, ayer en la noche nos quedamos en una cueva, la misma estaba helada, yo no tenía problema con el frío pero Klaus si más que nada porque todavía sigue demasiado débil y le exige demasiado a su cuerpo solamente para estar de pie, y como tenemos que mantenerlo vivo para que nos de toda la información posible respecto a los planes de Hitler no iba a arriesgarme a qué se resfriará y muriera -dijo de forma relajada Nikolay mientras veía sonriente hacia donde estaba Anya-
- Oh entiendo perfectamente, primero hay que priorizar la información proporcionada por nuestro rehén -sonríe animado Stepan-
- Exacto, justamente eso es lo que tenemos que hacer pese a que se trate de un estúpido nazi no podemos comprometer la información. ¿Me disculpas un segundo, Stepan? -le devolvió la sonrisa para después tomar aire y gritar enojado- ¡ANYA Y KLAUS, DEJEN DE PELEAR PARECEN NIÑOS PEQUEÑOS PELEANDO POR UN PEDAZO DE PAN! -
- Pero Nikolay, él empezó cuando me insultó -le dijo Anya de forma triste y haciendo un puchero-
- ¿¡Perdona!? Tú empezaste al llamarme ladrón, y yo no soy un ladrón, ya nunca más!- se defendió Jäger mientras cruzaba sus brazos e inflaba los cachetes frunciendo el ceño enojado-
- Por favor, dejen de pelear por eso. Anya Klaus no robó nada, se la dí ayer para que pueda proteger la información que tiene para darnos. Y Klaus, no le digas a Anya que es una puta de tercera porque no tienes razón en nada de lo que dices, ella no es ninguna puta, ni es de tercera y mucho menos es fea. ¿Los dos entendieron? -los miró a ambos y al ver que asentían sonrió- Ahora quiero que se den un abrazo y se pidan perdón -
- No gracias, puedo vivir con la culpa de haber insultado a esa perra judía -le dijo tranquilamente-
- Ni loca tocó a ese sucio animal otra vez, es un asco-
- Créanme que lo van a hacer sí o sí -les dijo sonrientes Nikolay-
Hola a todos, lamento la tardanza, tareas y pruebas pero ahora que se acercan las vacaciones de verano voy a tratar de actualizar más seguido está historia.
Además quería pedirles un favor, alguno quiere ser el creador de la nueva portada del libro? Es qué quiero cambiarla pero no soy tan buena editando imágenes 😩
[Reescrito 30/8/2024]
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⫷Entre La Guerra Y Mi Enemigo⫸ (T-34)
Fanfiction¡¡¡Reescribiendo!!! 1944, Segunda Guerra Mundial: Nikolay Ivushkin, teniente y comandante de un grupo de fugitivos provenientes de un campo de concentración, tras la pérdida de lo que él consideraba su mejor rival hasta ahora, queda devastado; verlo...