⫷Entre La Guerra Y Mi Enemigo⫸ (T-34)

Capítulo 21: Padre e hijo

Después de tanto tiempo verlos correr mi papá Nikolay se aburrió y dejó descansar a Alexander y su grupo de amigos, me habían mirado mal en lo que se cambiaban y retiraban a sus respectivas carpas...¿Había hecho algo malo? Solo le dije a papá lo qué ellos estaban diciendo de Anya... ¿Eso estaba mal? ¿Ahora soy una mala persona? ¿Arruiné mi amistad con Alexander? Todo eso es mi culpa...

- Ludwing -

- ¿Sí papá? -

- No te sientas mal por cómo te miraron, no hiciste nada malo, ellos se buscaron el castigo -

- Pero ellos me dijeron que no dijera nada... ¿Eso no me vuelve un soplón? -

- Mocoso, no pienses en eso ahora, mejor mientras tu papi descansa vayamos a tener un día de padre e hijo, ¿te parece bien? -

Narrador omnisciente:

Posteriormente Nikolay se llevó al infante para convivir con él, quería saber sobre sus gustos, sus disgustos, cuáles eran sus planes a futuro y esas cosas... Pero por encima de todas ellas quería, no mejor dicho, necesitaba hacerle ver al niño que no puede estar sin él, no era idiota, Ivushkin sabía a la perfección la idea que Klaus tenía en mente, abandonarlo y llevarse al niño consigo para que nunca pudiera verlo... No iba a permitirlo, desde pequeño quizo conseguir alguien que lo hiciera feliz y construir una familia con esta persona, ya consiguió eso y no iba a dejar que por el berrinche de un alemán todos sus deseos se fueran al carajo. Él amaba a Klaus, ¡claro que lo hacía! Pero no estaba dispuesto a perderlo todo solo por un mal entendido, y ustedes lectores creerán que eso es algo tóxico, a fin de cuentas somos animales y buscamos el dominio ante otros, Nikolay solamente quería que el germánico entendiera su posición, ahora era de su propiedad, él y ese niño que adoptó son su familia, si Klaus no puede vivir con eso...tendrá que aprender a hacerlo por las buenas o por las malas.

Por otro lado está Ludwing quién realmente estaba emocionado por pasar un día completo haciendo actividades de padre e hijo... Después de todo ya lleva mucho tiempo sin sentirse acompañado por un padre, por desgracia o tal vez no, él era consciente de lo que les pasó a sus padres después de ser llevados a la fuerza por la Gestapo a un supuesto lugar llamado Bergen-Belsen... por las caras de terror de sus padres supo que ese no era un buen lugar y gracias a Klaus, supo que nunca iban a volver, por más que quisiera creer que si lo harían estos no volverían NUNCA. Sacudió la cabeza para alejar aquellos pensamientos deprimentes y miró a lo que hace unos días se volvió su padre sonriendole a este y consiguiendo lo mismo de vuelta.

- ¿Y qué cosas podemos hacer, papá? -

- Bueno estaba pensando que me contases más sobre vos, la verdad tengo curiosidad de saber sobre tu pasado, quién sos en realidad -

- Ouh... Bueno no hay mucho que pueda decirte... Tampoco es que me acuerde tanto, solo sé que vivía en una casa junto a mis padresen Berlín hasta que tuvimos que mudarnos a nuestra casa de vacaciones cerca de la frontera que era muy lejos de la ciudad, papá decía que debíamos quedarnos allá por un tiempo... Unos meses después ellos me escondieron dentro de un barril que estaba enterrado bajo unas maderas del piso. Escuché gritos y disparos, después de todo eso unas pisadas que se alejaban y silencio. Esperé unos días hasta que salí del escondite pero no había nadie por lo que trate de aguantar hasta que volviera -

- ¿Y que fue lo qué pasó después de eso? -

- Ellos... Ellos jamás volvieron a casa... -dijo en tono deprimido mientras empezaba a lagrimear-