Narrador omnisciente
La mañana se hizo presente en este frío y cuasi silencioso campamento dónde se encontraban cautivos nuestros valientes soldados. Los mismos estaban plácidamente durmiendo salvo uno que, se podría decir, no pegó el ojo en la noche puesto que un pequeño, cuyo nombre era Ludwing Shack, se pasó moviéndose toda la noche de un lado al otro sobre el alemán; este mismo se preguntaba cómo era posible que un chico se moviera tanto mientras duerme, siquiera era algo normal pasarlo por arriba solo para ponerse de su lado izquierdo o derecho dependiendo como se acostara. La voz de alguien lo sacó de su mente e hizo dirigir su mirada hacia la puerta que era golpeada por alguien ajeno a este grupo de soldados capturados, Klaus se levantó con cautela y acercó a esa enorme puerta de vieja madera respondiendo con un golpe el llamado ajeno.
- Que bien que haya alguien despierto a estas horas -dijo el soldado del otro lado- ¿Cuál de todos los cautivos eres? -
- El que tu superior tanto quiere poner sobre el escritorio de Stalin y llevarse el mérito por haberme" atrapado" o algo así -le respondió desinteresado el alemán-
- ¡Oh! ¡Entonces eres el nazi nalgón! -al decirle esto el rostro de Klaus se puso bastante rojo por la vergüenza-
- ¡¿Was?! ¡Ustedes los soviéticos si que solo piensan con el pito! -reprochó- Ya no quiero hablar contigo, vete pervertido -
- No me malentiendas, así es como mis compañeros te llaman y no tuvimos la oportunidad de presentarnos correctamente; además de todo eso tengo que llevarlos a comer con los demás prisioneros. Por esas razones, podrías despertar a tus demás amigos para poder irnos y conversar de frente y no con una puerta en medio -
- Si cómo no, seguro que es por eso -rueda los ojos mientras va a despertar primero al chico, una pequeña venganza, y después siguió con el resto hasta que estuvieran despiertos- Listo cariputi están despiertos, abrí la estúpida puerta de una vez por todas -
Después de esas palabras la puerta se abrió dejando ver un soldado, bastante joven la verdad, tendría alrededor de 18 o 19 años pero no mucho más; aquel joven les hizo una seña para que los siguieran cosa que al principio los rusos no entendieron ya que no estaban al tanto de la conversación anterior del soldado y el alemán, pero este último cuando empezó a seguir a aquel chico hizo preocupar a Nikolay quién entonces también empezó a seguirlo y así los demás hicieron lo mismo, pero nadie hablaba hasta un momento en el que el alemán se puso al lado del soldado y empezaron una fluida conversación cosa que molestó un poco al tanquista.
- Entonces, ¿ya vas a presentarte formalmente? -
- Mmmh -pareció pensarlo un poco y después negó- No, no voy a hacer tal cosa, nazi nalgón -
- Cuida tu lenguaje mocoso insolente, ¿acaso en tu casa no te enseñaron a respetar a tus mayores? -
- Si, pero no a mis mayores que no son soviéticos, nalgón -
- Ah pero que pendejo de mierda, ¿pero qué tenés con mí culo, te gusta o por qué tan obsesionado? -
- Se podría decir que si me gusta, lástima que Dios le da pan al que no tiene dientes -
- ¿Estás insinuando que mi gran genética aria que me beneficia es un desperdicio porque no está en el culo de una mujer? -
- Justo eso estoy diciendo, ojalá y hubieses sido mujer en una de esas si invadiamos Alemania podría cortejarte hasta tenerte bajo mis pies -
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⫷Entre La Guerra Y Mi Enemigo⫸ (T-34)
Fanfiction¡¡¡Reescribiendo!!! 1944, Segunda Guerra Mundial: Nikolay Ivushkin, teniente y comandante de un grupo de fugitivos provenientes de un campo de concentración, tras la pérdida de lo que él consideraba su mejor rival hasta ahora, queda devastado; verlo...