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El viaje de vuelta a Seúl fue más tranquilo. Con las maletas un poco más llenas y los ánimos bajos, el trayecto en tren de tres horas fue realmente sólo para dormir o mirar por las ventanas en silencio.

Eric y Juyeon iban apoyados el uno en el otro viendo por las ventanas, comentando entre sí y de vez en cuando tomando fotografías. Sus manos entrelazadas y sus hombros pegados, mirándose de repente y dándose sonrisas tiernas dignas de una pareja enamorada.

En los asientos de al lado iban Haknyeon y Younghoon. Haknyeon junto a la ventana, apoyando su mejilla contra su mano y su vista clavada en el exterior sin mirar realmente lo que pasaba. Younghoon por su parte iba simplemente viendo todo y nada; miraba a los chicos a su lado, miraba a Haknyeon de vez en cuando o veía por la ventana también.

El pálido se detuvo a observar a Haknyeon. Admirarlo, más bien. Miró desde sus cabellos rubios que comenzaban a tener raíces oscuras hasta sus gastadas zapatillas blancas. Realmente hablaba en serio cuando decía que le gustaba mirar a su chico. Younghoon tenía la firme idea de que este muchacho sentado a su lado era el hombre más atractivo que le pudo haber tocado como pareja.

Sin perder el impulso, Younghoon tomó su mano y entrelazó sus dedos juntos. Haknyeon inmediatamente giró la cabeza y miró la unión para después mirar a Younghoon a los ojos, sin expresión.
El pálido simplemente sonrió tímido y se encogió de hombros. Haknyeon no dijo nada, volvió a mirar sus manos juntas y compartió una pequeña sonrisa tímida.

El rubio no parecía tener ganas de alejar su mano y gran sorpresa se llevó el pálido cuando vió a Haknyeon sacar su teléfono celular y capturar la imagen de sus manos juntas en una bella fotografía.
Ahora Haknyeon le sonrió en grande, sus ojos se hicieron pequeños y sus mejillas se colorearon tan ligeramente de rosado que Younghoon se sintió desfallecer.

Luego de guardar el móvil, el rubio se giró para seguir viendo por la ventana y todo volvió a ser como minutos atrás pero con la única diferencia de que sus manos siguieron unidas durante el resto del viaje.

Luego de guardar el móvil, el rubio se giró para seguir viendo por la ventana y todo volvió a ser como minutos atrás pero con la única diferencia de que sus manos siguieron unidas durante el resto del viaje

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Las clases comenzaron tan pronto inició Agosto. La cruel rutina donde Haknyeon se iba desde temprano y volvía hasta tarde dejando a Younghoon solo en casa comenzó de nuevo. Sin embargo, esta vez hubo cambios.

Haknyeon volvía a casa en aquellas horas libres intermedias que tenía, como por ejemplo, de 2:00 a 4:00 p.m. los lunes, martes y viernes. De 3:00 a 4:00 p.m. los miércoles y de 5:00 a 7:00 p.m. los jueves. Procuraba pasar más tiempo con Younghoon, incluso salían juntos cuando Haknyeon quería comer fuera. Iban a los pequeños bulevares a caminar tomados de la mano los fines de semana. Incluso, una que otra vez cuando Haknyeon dejaba de lado la histeria, permitía que Younghoon fuera a recogerlo a la universidad o que lo acompañara hasta ella por las mañanas.

Las reuniones con Eric y Juyeon se hicieron más a menudo, Juyeon y Younghoon tenían una amistad bastante impresionante, tanto como la de sus respectivos novios. Tal vez porque ambos eran robots o por el simple hecho de que sus humanos eran mejores amigos también. Quién sabe.
Los cuatro miraban películas baratas y jugaban juegos ñoños como monopolio o quizás UNO, a veces jugaban a las charadas o cuando estaban lo suficientemente aburridos como para no jugar a nada, solían simplemente recostarse sobre montones de cobijas en la sala de estar de cualquier departamento (ya sea el de Haknyeon o el de Eric) y comentar cualquier cosa que se les ocurriera.

Robotic Boyfriend. ※ BbangHak. [𝘼𝙙𝙖𝙥𝙩𝙖𝙘𝙞𝙤́𝙣]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora