Capitulo doce : • A la mierda •

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Lauren:

Había terminado de arreglar los papeles para viajar a Nueva York lo más pronto posible, fui al restaurante a buscar a Camila para darle la noticia pero no se encontraba ahí, la mayor parte de las mesas se encontraban vacías. Era extraño porque podría asegurar que Mario no conocía otro sitio en Varadero más que este, estaba tan concentrada analizando cada una de las mesas cuando la voz de Alexa inundó mis oídos.
-Me he enterado que saldrás mañana a Nueva York .- dijo mientras trataba de alcanzar una de mis manos para llamar mi atención .- ¿Seremos bien recibidas? .- Volteé para encontrarme con el rostro de mi ex novia tan sorprendido como el mío.
-¿Qué estás haciendo aquí? .- Podía sentir mi corazón tratando de salir de mi pecho, las manos empezaban a sudarme pero por alguna razón todo se sentía diferente.- ¿Por qué has dejado Londres?
-No he dejado Londres, es solo que Alexa me dijo que estabas pasando unas vacaciones en Varadero y quise comprobarlo, creo que la plática que tuvimos con Sebastian fue demasiado abrumadora para ambas .- No podía despegar mis ojos de Cara, realmente entendía porque Camila decía que era la mujer más sexy de todo Londres, al recordar a Camila me sentí completa como hace mucho tiempo no lo hacía, ella no tenía los ojos azules de Cara, ni mucho menos aquellas cejas pobladas pero sus rasgos tan finos me hacían cuestionarme ¿Qué diablos estaba tratando de hacer?
Había perdido el sentido de la conversación, había fijado mi mirada en un punto lejano que había vuelto borrosa la mayoría de las imágenes hasta que ella mencionó su nombre .- No sé si la conocías Lau pero ella es Ashley.- Una mujer rubia había aparecido frente a mí, su cuerpo totalmente tonificado cubierto en un vestido rojo con cristales, su sonrisa seductora hacía un conjunto perfecto con sus ojos azules. La mujer era hermosa, si no fuera porque la odiaba por más de una razón podría admitir que hacía una perfecta pareja a lado de Cara.
-No tenía el placer de conocerla pero es un gusto finalmente poder hacerlo.
-Cara me ha hablado un poco de ti, podríamos un día quedar para conocernos un poco si así lo deseas .- Mi corazón latía demasiado rápido, estaba segura que en algún momento saldría por mi pecho dejándome completamente inmovil.
-Esta noche viajo a Nueva York con mi novia pero podemos agendar algo.- ¿Donde diablos se encontraba Camila en estos momentos? Necesitaba que estuviera aquí para tomarme de la mano y demostrarles que yo también había avanzado, a pesar de todo lo había logrado.- Creo que lo mejor es que me reúna con ella.
Sin despedirme salí de aquel lugar lo más rápido que pude, subí las escaleras con dirección a mi habitación, podía sentir como el aire comenzaba a faltarme y no estaba segura a que se debía en este momento si al haber corrido por todas las escaleras o simplemente por la emoción de haber visto a Cara. Tomé un poco de aire antes de entrar a la habitación y abrí la puerta tratando de encontrar a Camila antes de partir, mi mirada se dirigió directamente en la dirección de la cama y pude observar el trasero de Mario al aire libre, el trató de cubrirse lo más rápido posible no sin antes dirigir su mirada a su acompañante que trataba de cubrir la parte superior de su cuerpo, bajé la mirada y pude percatarme que esa parte de su ropa se encontraba tan cerca de mi pie derecho que podía asegurar que la intensidad invertida en el encuentro había sido superior a mi carrera por las escaleras.

-¡Mierda! No pensé que llegarías tan pronto .- pude escuchar la voz de Camila en un hilo, cada palabra que decía era como si un cuchillo se clavara en mi cuerpo. ¿Porque había decidido traerlo a mi habitación? ¿Por qué justamente hoy? ¿Porque sentía que quería gritar y llorar si no teníamos nada? no sé que me daba más coraje pero estaba segura que hacía demasiado que no me sentía de esa manera. ¡Y no me gustaba!.
-Lo siento Lauren, no sabía que esta era tu habitación .- Mario se había colocado la mayor parte de su ropa y yo seguía sin poder moverme .- De haberlo sabido hubiera ido a otro lado.
-¡Y tampoco sabías que ella es mi novia! De haberlo sabido también ¿buscarías a otra? .- De un momento a otro me encontraba frente a Mario sujetando con demasiadas fuerzas la parte superior de la ropa interior de Camila entre mis manos. Podía sentir a Camila justo detrás de mí pero sin tocarme lo que me hacía estar más tensa.
-Lauren, no es su culpa.
¡Mierda! ¿Todavía lo defendía? Podía reconocer que el tipo era demasiado guapo y su cuerpo estaba tan bien trabajado que tu mirada se podía perder más de una vez en sus abdominales pero realmente ¿valía tanto la pena como para defenderlo?. Giré mi cuerpo solo un poco para poder verla a los ojos, podía ver aquella mirada arrepentida en su rostro lo que me hacía sentir más molesta. ¿Porque se sentiría mal de hacerlo? ¡Ella quería esto!.- El vuelo sale en dos horas espero seas lo suficientemente responsable para llegar a tiempo .- tomé su mano y puse entre ellas la parte superior de su ropa interior, no sabía que estaba haciendo ahí de pie pero sabía que ese no era el lugar que merecía.

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Camila:

Durante todo el viaje a Nueva York Lauren no me dirigió ni una mirada y yo estaba agradecida que no lo hiciera, sabía que no estaba bien haber metido a alguien a su habitación pero no pasó nada ¡No pasó nada! Y eso era lo que más me molestaba. Saqué mis audífonos y comencé a recorrer todas las canciones que tenía en mi biblioteca pero por alguna razón ninguna de ellas me hacía sentir tranquila, cerré mis ojos y recordé la manera en la que la voz gruesa de Lauren había sonado por todo el interior de la cueva cantando fragmentos de una canción que ciertamente no recordaba, instantáneamente mi mirada se dirigió a su lugar en el avión y pude verla tan concentrada en esa maldita Ipad que no había soltado desde el primer instante que subimos al avión. El resto del viaje fue igual, Lauren ignorándome y yo rogando porque siguiera haciéndolo para no tener que enfrentarla.
Antes de que aterrizará el avión Lauren caminó por el pasillo principal y terminó por sentarse en aquel lugar que había tenido a mi lado, ella se veía tan distante, casi como cuando nos subimos al primer avión con dirección a Londres. Portaba su gabardina negra ceñida al cuerpo que se encargaba de marcar toda su figura de una forma tan estética que te hacía querer inscribirte en cualquier gimnasio en el momento de bajar de aquí. Se colocó unos guantes de piel y sus gafas de sol características, señal que habíamos llegado a Nueva York y el clima era de locos. En esta ocasión no espero a que la multitud saliera primera, al sentir que las llantas del avión tocaron el pavimento ella se puso de pie y me ofreció su mano sin mirarme siquiera, yo sin dudarlo la tomé, no sabía cuando volvería a tener algún contacto con Lauren así que tenía que aprovechar los pocos que ella pudiera ofrecerme, nunca había odiado nada en esta vida, pero en este momento odiaba ciertamente la sensación de sentir un guante entre mis manos y no su piel.
Bajamos siendo las primeras en el avión y puedo jurar que me hubiera encantado hablar con ella y lo hubiera hecho si no fuera por la llamada que entró en el segundo que tocamos tierra.
-¿Qué sucede? ¿Ya estás aquí? De acuerdo vamos para allá.- Lauren comenzó a caminar a toda prisa por la pista de aterrizaje de los aviones y yo solo rogaba que alguno de ellos no fuera a atropellarme. Al cabo de unos minutos dos automóviles aparecieron detrás de un especie de hangar haciéndome sentir insegura en el momento en el que los vi, los automóviles se detuvieron justo frente a nosotras revelando el cuerpo de Verónica Iglesias bajando de uno de ellos.-¿Trajiste todo lo que te pedí?
-No entiendo qué está pasando Jauregui pero si, está todo dentro de la cajuela.- dijo mientras le entregaba unas llaves en sus manos.
-Gracias, dame unos segundos y nos vamos.
Lauren soltó mi mano y colocó sobre ella el par de llaves que le había dado Verónica mientras caminaba a la cajuela de una de las camionetas. Sacó un par de folders y regresó a mi lado.
-En el primer folder encontrarás las escrituras del nuevo piso que se acaba de acondicionar para ti junto con la ubicación del mismo. En el segundo folder encontrarás la factura liquidada del Mercedez Benz MG que ves estacionado junto al automovil negro, si necesitas hacer cambio de color o modelo solo comunicalo en el telefono que esta impreso en el interior del sobre, todo irá cargado a mi cuenta. En el sobre pequeño encontrarás el contacto personal de Cara para que puedas tener contacto con ella en el momento que lo desees y por último encontrarás tu contrato autorizado indefinidamente con mi firma. Tendrás tiempo de revisarlo con un abogado si así lo deseas, Louis se quedará a tu cargo para asesorarte y por mi parte es todo. Te veo en tres semanas como quedó estipulado.
Lauren no me dio tiempo ni de cuestionar o entender lo que estaba pasando cuando terminó por subirse en el automovil negro que estaba estacionado justo a un lado mío. Estaba claro que no sabía en lo que me había metido y tampoco me interesaba, en un fin de semana había conseguido más de lo que había logrado en toda mi vida y eso me asustaba.

La última oportunidad Donde viven las historias. Descúbrelo ahora