Caputulo treinta y cinco: • No puedo dejarte ir•

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Lauren:
Salí de la habitación queriendo quedarme dentro y comencé a llamar al número que me había entregado uno de los guardaespaldas de Ed, tenía que avisarle de alguna manera que mañana sería imposible poder verlo y más si Camila iba a querer marcharse de aquí al amanecer.
-¿Bueno?
-Hola Ed, habla Lauren, la chica que te atendió esta tarde en el restaurante.
-Claro que se quien eres es imposible no reconocer ese tono de voz, pensé que no llamarías nunca. ¿estás lista para mañana?
-Por eso llamaba Ed, no podré encontrarme contigo mañana. Camila, la chica que se atrevió a empujarte.
-Oh por Dios, ¿la chica que me arrojó a la nieve es Camila? ¿Tu Camila? ahora entiendo que hayas demorado tanto en comunicarte. No te preocupes, entiendo que quieras recuperar el tiempo perdido y puedes decirle que me encantaría conocer a la chica que se encargó de robar tu corazón.
-No, es solo que ella quiere tomar el primer vuelo de mañana y es un poco complicado poder reunirme contigo después de eso.
-¿cómo? ¿Vas a dejar que se vaya?
-No puedo detenerla
-Vino a que la detuvieras, nadie viaja tantos kilómetros para dejarte ir, esa mujer hubiera sido capaz de golpearme si nadie la hubiera detenido, puedo asegurarte que esa mujer te ama Lauren y lo peor de todo este es que tu serías una completa idiota si la dejas ir, porque tu la amas también. entiendo que puedas tener miedo de volver a salir lastimada Lauren, pero no creo que ese miedo sea superior al miedo de verla con alguien más que no seas tú. Así que deja de ser una cobarde y ve por ella, te mandaré un audio con un pedazo de la canción que escribí para tí y espero seas lo suficientemente valiente para escucharla con ella.

Ed colgó mi llamada y un minuto después tenía un Whatsapp en mi teléfono con la leyenda de "No la escuches tú sola, escuchala con ella" . Ed tenía razón, tenía miedo, me estaba muriendo de miedo, esa era la razón por la cuál no me había arrojado a los brazos de Camila en el momento que la vi fuera de la tienda, tenía miedo que volviera a romperme completamente, pero tenía más miedo de tener que verla con alguien más que no fuera yo, de convertirme solamente en una extraña que pudiera reconocer el sonido de su risa en cualquier lugar que pudiera encontrarse, no podía soportar la idea de tenerla nuevamente lejos de mí y sería una completa idiota si no lo intentaba de nuevo. Abrí poco a poco la puerta con temor a despertarla, pero mis temores fueron disipados cuando la vi con la espalda descubierta mirando directamente hacía la ventana, no dije nada, solo comencé a caminar hacía a ella como si un imán estuviera atrayendo a un pedazo de metal, coloqué la palma de mi mano sobre su cintura sin importarme la temperatura en la que estuviera, Camila se sobresaltó un poco pero no la apartó en ningún momento lo que me dio la confianza suficiente para colocar la otra en la misma posición, pero del lado contrario, presioné mi cuerpo contra el de ella tratando de darle el calor que sabía que necesitaría y pude observar como su piel se erizaba ante mi contacto, me encantaba seguir teniendo ese poder sobre ella, me encantaba su piel bronceada reflejada con la luz de la luna, me encantaba como hacía que mi corazón latiera demasiado rápido, me encantaba ella, me encantaba Camila Cabello y no podía negarlo.
-Te extrañaba tanto- mencioné mientras colocaba mis labios sobre su espalda, ella no dijo nada solo recostó un poco su cabeza en uno de mis hombros dándome más acceso a su cuello -Quería que me buscaras, que me dijeras que también me habías extrañado, alejarme de tí fue lo más difícil que he hecho en esta vida y lo lamento tanto, lamento haberte lastimado de la manera en la que lo hice, lamento no haber estado ahí para tí cuando me necesitaste, lamento haberte dejado una responsabilidad tan grande como el hacerse cargo de una empresa que tú no querías, pero lo que más lamento es haber perdido tanto tiempo estando lejos de tí y no quiero seguir perdiendo el tiempo Camila, no puedo dejarte ir, no sin mi- Camila volteo por completo y pude ver el reflejo de unas lágrimas aún cayendo sobre sus mejillas- No me gusta verte llorar Camz, no por mi culpa. Eres tan hermosa que sigo sin entender qué haces aquí.
-Te lo he dicho, te amo y no puedo dejar de hacerlo, todas las cosas que hago me recuerdan a ti, la música que escucho, los lugares a los que voy, hasta los café que transito me recuerdan a Lauren Jauregui y te necesito en mi vida y no de una manera holográmica Lauren, te necesito aquí o allá, donde sea, pero conmigo, siempre conmigo.
Tomé una fuerte respiración y me acerqué lo más que pude a ella, sin pensarlo por más tiempo y negándole a mi cabeza la oportunidad de arrepentirse tome su labio inferior con mis dientes y comencé a besarla, había extrañado tanto la sensación de sus labios contra los míos que no puedo negar la excitación que sentí al sentir el contacto de su piel contra la mía
-Mierda, sí te extrañé- Camila no esperó más tiempo y se lanzó sobre mi cuerpo obligándome a sostenerla sobre mi cintura, al sentir mis manos sobre su trasero ella automáticamente enrollo sus piernas en mi cuerpo como si convertirse en un koala fuera su acción favorita en la vida- No puedes tener tanta ropa encima Lauren, necesito verte sin tantas prendas, necesito mostrarle a cualquier imbécil que este cerca de tí que no puede tenerte.
-¿Desde cuándo eres tan posesiva?
-Desde que mi novia le sonríe a pelirrojos sin chiste fuera de su trabajo- Una fuerte risa salió de mi boca, me encantaba la manera en la que se escuchaba la palabra novia saliendo de la boca de Camila, pero me encantaba más cuando se volvía así de posesiva.
-¿Quieres que te diga algo gracioso?
-¿Qué pasa?
-Ese pelirrojo al cuál casi golpeas es tu cantante favorito.
-¿Qué? - Camila se separó de mi cuerpo unos centímetros y me regaló la mirada más confundida de la historia - ¿De qué estás hablando?
-Si, ese pelirrojo sin chiste es el culpable de que yo esté aquí abrazandote como si fueras a partir en el primer vuelo de mañana. Ed se presentó en la cafetería esa misma tarde y solo platicamos un poco.
-¿Platicaron un poco? Parecía que no quería perderse ni un segundo de tu vida.
-Le conté que había pasado con nosotras y me ha mandado una nota de voz hace un par de minutos. ¿Quieres escucharla conmigo?
-Quiero quitarte la ropa y hacerte mía en este maldito momento, pero creo que puedo hacerlo mientras escucho al que era mi cantante favorito - Me comencé a reír mientras lanzaba a la cama a Camila, yo también moría de ganas de estar con ella de una manera más íntima, pero también moría de ganas de escuchar lo que había mandado Ed.
Tomé mi teléfono e ingresé a la conversación de Ed, la primera nota de voz solo duraba un par de segundos, pero la siguiente tenía más de tres minutos grabados; sin esperar más coloqué la primera nota mientras Camila intentaba con todas sus fuerzas deshacerse de mi blusa.
-"Lauren espero lo hayas pensado mejor y te encuentres con aquella chica que te hace perder la razón, si no es así solo llamame" - risas se habían escuchado después de aquella nota de voz y Camila había dejado de besarme el cuello.
-No es nada gracioso y sus canciones no son tan buenas ahora que lo pienso, no tenemos porque escuchar la otra nota de voz.
-Aguarda, todavía no lo odies. - coloqué la otra nota de voz y comenzamos a escuchar lo que se suponía sería su próximo éxito.
"I'm gonna pick up the pieces,
And build a Lego House
When things go wrong we can knock it down"
La canción hablaba de construir un futuro junto a alguien sin importar las adversidades, pero lo mejor de esa canción era la frase que había utilizado para el coro "And out of all these things I've done. I will love you better now" Era la frase que yo le había mencionado y sinceramente no me arrepentía. De todas las cosas que había hecho en mi vida creo que amar a Camila era la mejor que había hecho hasta ahora.

La última oportunidad Donde viven las historias. Descúbrelo ahora