Capitulo treinta y seis : •Solo de paso•

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Camila:
Había decidido pasar un par de días más con Lauren, sabía que esta no podía ser mi vida; tenía un trabajo al cuál regresar y dar las explicaciones correctas del porqué había desaparecido. Estaba terminando de guardar mis cosas en una pequeña maleta que Lauren había comprado para mí cuando sentí sus brazos envolver nuevamente mi cuerpo.
-Si seguimos de esa manera nunca terminaré por salir de aquí
-Acaso no te das cuenta que eso es lo que busco. No quiero que te vayas.
-Yo tampoco quiero irme, pero necesito volver y saber que pasa con la revista no puedo dejar todo.
-¿Y porque no solo me pides que regrese contigo?
-Creo que eso estaba implícito en la frase de no quiero irme, no sin ti - Lauren comenzó a reírse cerca de mi oído.
-¿Me darás trabajo?
-Yo te daré todo lo que es tuyo y no estoy hablando solamente del trabajo. Cariño debemos volver, la empresa sigue siendo tuya y estoy segura que Alfred y la señora Robinson se pondrán demasiado felices al saberlo.
-De acuerdo, empacaré las cosas de Wakeful para volar en el último avión del día.

El vuelo de regreso a casa había sido de lo más placentero posible, no se comparaba nada con el primer vuelo que había tenido con Lauren, lo único que era igual era la manera en la que sujetaba aquella tablet aún en su mano. Así que antes de aterrizar me dispuse a averiguar qué era lo que tanto cuidaba.
-¿Qué es lo que guardas en ese ipad? ¿Porque la cuidas más que a cualquier cosa? - Lauren me sonrió de lado y me la entregó sin ninguna resistencia.
-No tengo nada que ocultar. Puedes verla - Lauren la desbloquea y me la entrega - Guardo las fotos de mi madre, las pocas que pude conseguir a lo largo de estos años y un estupido plan en el cuál descubría porque mi padre mantenía un amorío con la amante de Cara, pero al parecer no tenía un amorío con mi padre.
-¿Quien? ¿Ashley?
-Si, logré rastrear diferentes  depósitos de la cuenta de mi padre a la cuenta de Ashley pero ella me ha asegurado que no tuvo nada que ver, que su relación estaba dirigida a otro Jauregui lo cuál es completamente imposible porque la única persona con ese apellido además de mi padre soy yo.
Me quedé pensando por un momento, ¿Lauren no sabía de la existencia del chico que recibía la otra parte de la herencia de su padre?
-Creo que estas equivocada - dije sin pensar, no me gustaba tener secretos con Lauren y de alguna manera estábamos a horas de que ella se enterara que tenía un medio hermano o algo por el estilo, así que prefería ser yo quién se lo dijera - Un jovén demasiado apuesto se presentó el día de la lectura de testamento de tu padre y al aparecer tiene el mismo apellido que tú, a la mejor es a él a quien se refería Ashley.
-¿A qué te refieres? ¿ Y cómo sabes eso?
-Él está trabajando en la revista, me pidió trabajo para hacer algo con su vida y yo no pude negarme, pensé que querías tener a toda esa gente cerca de tí - Lauren tomó una fuerte respiración y se recostó en el asiento del avión sin decir una palabra.
-Solo quiero llegar Camila, no me despiertes hasta que lo hagamos.
Lauren:
El viaje había sido muy incómodo, no podía dejar de pensar en lo que había mencionado Camila, no entendía porque alguien más tendría el apellido de papá, mi padre nunca había sido un hombre infiel esa había sido la razón principal por la que me había concentrado demasiado en el hecho de las transferencias a la cuenta de Ashley, porque sabía que mi padre no era capaz de eso y en algún momento pensé que lo podrían estar robando.
No quisimos hacer una parada en algún apartamento, necesitaba conocer a aquel tipo que disfruta de usar el apellido de mi familia, manejé con dirección a la empresa sin preguntarle a Camila si quiera cuál podrían ser sus planes, al llegar todo se sentía  como si no hubiera pasado el tiempo y eso me gustaba, sabía que le había dejado la empresa a la mejor persona en la que podía confiar, volteé a verla y me encontré con una sonrisa de par en par.
-Me encanta tenerte de vuelta.
-A mi me encanta estar a tu lado - tomé la mano de Camila como la novia orgullosa que era y caminé con dirección al elevador del estacionamiento, era un elevador privado que solo podía usar el jefe ejecutivo de la revista ya que te guiaba directamente a la oficina principal sin avisarle a alguien de tu llegada.
-Me encantan los elevadores si voy acompañada por ti - Camila se acercó un poco y besó la comisura de mis labios -No entiendo porque tuvimos que venir directo a la empresa.
-Porque conociendo a Verónica se ha de estar volviendo loca con tu desaparición.
-En eso tienes razón, creo que aún no ha logrado superar la tuya - La entendía, Verónica era como mi hermana y yo no me había dignado ni avisarle donde me encontraba estos últimos meses, subimos hasta el último piso y el olor a fresa me golpeó al solo salir del elevador, era claro que esta había dejado de ser mi oficina y se había convertido en la de Camila, varios ramos de flores se encontraban puestos sobre el escritorio lo que estaba haciendo que mi sangre hirviera del coraje. Caminé con dirección a ellos para golpear a cualquier imbécil que no entendiera que Camila era mía pero ella me detuvo - Esas flores me las ha enviado Alfred a lo largo de estos meses, no las tiré porque en algún momento llegué a pensar que eran tuyas ¿de acuerdo?
-No me gusta ver que tienes flores de alguien más
-Relajate Jauregui, nadie es tan mportante para que vaya buscarla al otro lado del mundo, nadie más que tú - Me acerqué a su boca intentando que Wakeful no se cayera de mis manos para poder darle un pequeño beso que terminará en un sexo desenfrenado en la oficina cuando la puerta se abrió.
-Oh mierda! no sabía que estabas aquí y mucho menos que estabas acompañada - Reconocía aquella maldita voz, no podía olvidar la voz de Nick ni porque desapareciera años.
-Y no lo sabrás si sigues entrando a las oficinas sin tocar - Nick me regaló una mirada de confusión y de asombro a la vez, era como si no logrará comprender quien le estaba hablando - ¿Acaso vas a quedarte ahí parado? ¿Necesitas algo? ¿O mi novia y yo podemos seguir besándonos?
-Lo siento señorita Jauregui no quería interrumpir.
-Solo vete Nick y dile a Verónica que venga lo más rápido posible que le tengo una sorpresa.
Verónica llegó varios minutos después sosteniendo una enorme carpeta roja que por mi experiencia era la carpeta que utilizaba para todos los pendientes que había en la empresa, ella caminaba con la cabeza gacha como si algo en su vida realmente estuviera mal.
-Que bueno que has llegado, hay demasiados pendientes que resolver después de tu semana de paso - Ella seguía hablando sin voltear a ver a Camila y mucho menos percatarse de mi existencia - Empecemos con que no tenemos una portada para el siguiente número.
-Qué te parece el rostro de tu mejor amiga en la primera plana - Verónica volteó al escuchar mi voz y pude ver aquellos ojos verdes llenos de sorpresa - O se te hace algo muy básico.
-¡Hija de puta! Has vuelto - coloqué a Wakeful en el suelo de la oficina y abracé con fuerza a quien era mi mejor amiga - Y ahora con un hijo peludo ¿Que demonios paso contigo? ¿Cómo es que sigues estando igual de ardiente?
-¿Cómo es que si quiera lo preguntas?
-¡Has ido por ella! ¡Te he extrañado demasiado! Necesito contarte tantas cosas. ¿Cuánto tiempo estarás aquí?
-Ella no volverá a irse, ella se quedará aquí, conmigo y Wakeful.
-¿Quién demonios es Wakeful? Oh el cachorro ¿Te quedarás? ¿ O sólo estás de paso?
-Me quedaré, no puedo estar de paso - Verónica sonrió nuevamente y dejó la carpeta roja sobre el escritorio.
-Les daré tiempo a solas, pero volveré para platicar contigo Jauregui.
-Estaré esperándote, estoy desempleada ahora - Una risa salió de la boca de Camila, no entendía como con actos tan simples podía llenar mi corazón en cuestión de segundos.
-No estás desempleada, bien podrías ayudarme a conseguir la portada de este mes.
-¿Tenemos al fotógrafo?
-Recuerda al jovén que mencioné en el vuelo - me sentí incómoda de solo escuchar aquello - El es el nuevo fotógrafo, realmente es demasiado bueno en su trabajo.
-Cariño, es tu empresa confió en tí.
-Es nuestra empresa, de ahora en adelante todo lo que tenga que ver conmigo también será tuyo - Camila se puso de puntitas y dejo un pequeño beso sobre mi cabeza.
El día pasó demasiado rápido y lo entendía, siempre que tienes cosas que hacer la vida pasa demasiado rápido. La gente se había sorprendido de verme nuevamente en la oficina y aún más al lado de Camila, por alguna razón había comenzado el rumor de que ella ibamos a casarnos y no entendía porque.
-Verónica antes de que te vayas puedes decirle a Christopher que venga.
De solo escuchar aquel nombre mi piel se había erizado, ¿Christopher? Ese era su nombre. No había ni una remota posibilidad que aquel jovén fuera Chris ¿cierto? Mi padre me había dicho que habían fallecido mis hermanos y mi madre. No era posible que alguien pudiera estar con vida.
-¿Cariño estás lista? Él está fuera de esta oficina, les daré tiempo a solas para que puedan hablar.
Camila salió de la oficina y me dejó ahí a solas con mis pensamientos.

La última oportunidad Donde viven las historias. Descúbrelo ahora