Capítulo nueve : • Casual •

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Lauren:

Camila llevaba más de dos horas recostada sobre mi pecho y yo seguía en la misma posición tratando de no despertarla, después de que su temperatura se viera afectada por nadar en aquel manantial lo único que podía hacer era tratar de cuidarla. La puerta de mi habitación sonó tan delicadamente que lo único que quería hacer era abrirla para que dejara de sonar, tomé una fuerte respiración e intenté mover mi cuerpo dejando una almohada debajo de la cabeza de Camila, ella se movió un poco y cambió su posición sin siquiera inmutarse dándome la libertad que estaba pidiendo desde hace más de una hora.

-¿Qué sucede? .- pregunté al abrir la puerta, Silvio tenía una enorme charola con un poco de fruta sobre sus manos mientras intentaba observar dentro de la habitación para ver el estado en el que se encontraba Camila.- ¿Que es todo eso?
-Le he traído un poco de azúcar a Camila, creo que la necesitará para poder hacer que su cuerpo entre nuevamente en calor.
-No es necesario Silvio solo estoy esperando a que se despierte para poder ir a comer algo.
-De acuerdo Lauren estaré al pendiente por si se les ofrece conocer más lugares.
-No creo que sea lo más conveniente Silvio, he comprado los vuelos para Nueva York. No puedo seguir arriesgando a Camila y prefiero que esté en un lugar seguro, ya habrá tiempo de que conozca las mejores historias de mi padre.

No permití que Silvio continuará y cerré la puerta, no sabía cuánto tiempo más tardaría Camila en despertar pero esperaba estar lista cuando ella lo hiciera. Me dispuse a bañarme y comenzar a arreglarme lo más casual posible, cuando por fin salí del baño de la habitación me di cuenta que Camila seguía recostada sobre la cama de la misma posición en la que la había dejado.

-No pensé que esa cueva te dejaría tan agotada Cabello, lo siento, realmente lo siento.

Me alise un poco el cabello y salí de aquella habitación dejándole una pequeña nota en el espejo "No he querido molestarte, cuando despiertes aún estaré en el restaurante del hotel".

Tomé una de las mesas más alejadas de la puerta principal la cual tenía una hermosa vista hacía el mar, en el cual podía observarse perfectamente la puesta de sol. Pedí un gin tonic para suavizar mi paladar y esperar a la chica que se encontraba arriba en mi habitación.

-¿Tan rápido y ya se han aburrido de ti? .- podía reconocer aquel aroma hasta un kilómetro de distancia .- ¿Necesitas un poco de compañía?
-No la necesité hace años, menos ahora Alexa. ¿ Qué necesitas?
-Siempre pensé que cuando terminaras con Cara la siguiente en la lista sería yo.
-Por lo que podemos notar, no se te da mucho eso de pensar. Y si no te importa prefiero estar sola.
-¿Sola? Entonces es real que aquella chica modesta te ha dejado ¿eh? .- ¿Porque demonios le interesaba la situación en la que me encontraba con Camila? ¿Qué más daba lo que sucediera conmigo?
-Nadie deja a Lauren Jauregui, deberías saber eso.
-Pensaba que lo hacía, pero al verte llegar con aquella chica a este exclusivo hotel cuando está más que claro que no puede ni combinar un par de zapatos con su atuendo. Realmente me sorprendió.

Seguí tomando mi bebida e ignoré por completo los comentarios de Alexa hacía Camila, era verdad que Camila no era una mujer muy elegante pero no estaba nada mal, estaba segura que cualquiera de aquí quisiera una cita con ella. Yo me moría por una cita con ella aunque no fuera aceptarlo en un futuro próximo.

-Oh mierda! Realmente te gusta la campesina Jauregui. Que bajo has caído.- Mencionó Alexa mientras se levantaba de la mesa y por fin me dejaba disfrutar mi trago observando la puesta de sol.
-¿Interrumpo algo? .- La voz de Camila había llenado la habitación atrapando mi atención por completo. No importaba si ella había dormido toda la noche y parte de la mañana, podía asegurar que se veía hermosa aún con esos vaqueros desgastados y la sudadera enorme que traía puesta.
-No preciosa, aunque lo intentarás nunca podrías lograrlo. Jauregui un placer como siempre.- Alexa se retiró no sin antes golpear el hombro de Camila mientras pasaba.
-No sabía qué tan formal sería el restaurante pero creo que me retiraré la sudadera.- Camila desprendió aquella sudadera de su cuerpo dejando al descubierto un top rosa cálido que mostraba a la perfección su abdomen trabajado.
-¿Cómo te sientes? .- pregunté tratando de desviar mi vista de su cuerpo lo que resultaba sumamente imposible, ahora entendía perfectamente porque cada día llegaba un arreglo de flores diferente al trabajo.
-Me he sentido mejor, no lo niego pero no me quejo, al menos aún sigo aquí.

Estaba a punto de realizar otra pregunta cuando el jefe de meseros se presentó en nuestra mesa. Era común que cuando asistía a este hotel quisieran darme las mejores atenciones pero solo por peticiones especiales era que el jefe de meseros se acercaba a tu mesa. Así que no entendía muy bien que estaba pasando.

-¿Puedo ayudarle en algo?
-En realidad sí señorita, me comentan que usted y su amiga no han realizado una reservación previa para ocupar un lugar en este restaurante.
-Por lo que tengo entendido las reservaciones solo incluyen a los socios oro, no a los platino.
-Está en todo lo correcto. Usted es bienvenida pero me temo que su acompañante tendrá que esperar fuera.
-¿Disculpa? .- Pregunté en un tono más fuerte del que quería realizar pero esto era una tremenda idiotez.- Ella no es ni mi amiga, ni mi acompañante. Ella es mi novia y espero que tengan el mismo trato por ambas partes.
-Si es lo que pide señorita, me temo informarle que es necesario que ambas se retiren hasta que ella se vuelva socio platino de este hotel.
Podía ver la cara de confusión de Camila y podía asegurar que mi piel blanca se había puesto en un tono más que rojizo al escuchar las declaraciones de aquel hombre.
-No es necesario Lauren, puedo ir a otro restaurante.
-¡Claro que iremos a otro restaurante! .- Tomé mi teléfono y salí casi a trompicones de aquella mesa, no podía creer lo que estaba sucediendo .- ¡Espero que tu gerente esté consciente que perderá más que una aportación este mes en su cuenta de nómina! .- Estaba a punto de salir de aquel restaurante cuando un comentario atrapó por completo mi atención "¿Cómo puede molestarse por algo así? Si trae a una cualquiera a un restaurante de este tipo." No permití que aquel hombre terminara todo su comentario cuando sin pensarlo impacté mi puño contra su rostro, obligando que la silla en la que se encontraba sentando se fuera completamente para atrás provocando que su cuerpo impactara contra el suelo.
-¡Oh por Dios! .- Pude escuchar a lo lejos la voz de su acompañante que lucía más que sorprendida por la acción.
-¡Dile cuando despierte que es la última vez que se expresa así de mi novia! .- La seguridad del lugar había llegado e intentaban que me retirará del lugar pero sin tocarme un poco.
Busqué a Camila con la mirada y la vi fuera del lugar con una cara de pocos amigos. ¿Qué había hecho mal ahora? Había golpeado a un hombre por llamarla cualquiera ¿Qué estaba mal con eso?

-¿Qué sucede?
-¿Es real tu pregunta Lauren? ¡Acabas de golpear a un hombre solo porque no te han dejado comer en un restaurante! Claramente te dije que podía moverme a otro. ¿Porque todo debe resultar como tu lo dices? ¡No eres dueña del hotel Lauren!

¿Ella creía que había golpeado a alguien solo por no dejarme comer en un estupido lugar? ¡Lo había golpeado por ella! ¡Quería gritarle a la cara, quería decirle que si mi mano me dolía en este momento era por defenderla! Pero guardé silencio y continué a la recepción, había prometido no cambiar la idea que la gente se realizaba sobre mí si no se daban la oportunidad de conocerme.

-¿Sucede algo señorita Jauregui? Me han contado del incidente en el restaurante.
-Necesito que desvinculen mis aportaciones con el hotel y trámites mi baja inmediatamente, si es posible podrías mandarme un plato de comida a mi habitación y genera una reservación para la señorita Cabello en "Beirut".
Me retiré sin prestarle atención a lo que estaba ocurriendo a mi alrededor, había sido una completa estupidez tratar de mostrarle algo más que Cuba a Camila Cabello.

La última oportunidad Donde viven las historias. Descúbrelo ahora