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No podía creer lo que había sucedido, mi hijo se fue con esa criatura! Toda la ciudad están hablando sobre mi hijo, mi esposa está paniqueada por nuestro hijo, el gobierno no tardará en enterarse. Mi hijo era el único que nos podía salvar a todos de este mundo cruel y él huyó con esa criatura.
Han empezado una investigación de mi hijo, recibí una órden del gobierno diciendo que mi familia está bajo arresto. Me preocupa que le hagan algo a mi familia, debo esforzarme lo máximo hasta encontrar a mi hijo y traerlo de vuelta. Varios soldados entraron a mi laboratorio armados, un hombre con traje negro entró a mi laboratorio.
-Señor Norton, el gobierno se ha informado de que la cura ha huido de la ciudad con un mutante. Venimos hasta aquí para arrestarlo. El gobierno ordenó un arresto a ti y a su familia, por el momento debe guardar silencio sino todo será en su contra. - Me esposaron, no tenía nada más que decir, lo único que me angustiaba es que mi familia esté bien.
Al llegar al campus, había soldados alrededor, otros entrenaban, comían, cargaban armas, etc. Al entrar a un edificio se encontraba más personas dentro de ella, eran trabajadores del gobierno, al parecer aún no han apagado la alarma de alertas. Al pasar a unos de los pasillos llegamos a la parada donde se encontraba mi esposa y mi hija en un cuarto. De inmediato me acerqué hacia la ventana dónde se encontraban ellas.
-¿No les hicieron nada malo? - Pregunté con desesperación, pero ambas no me escuchaban, los soldados se retiraron y me sometieron a una habitación que se encontraba al fondo. Me sentaron a la fuerza en una silla mientras me quitaban las esposas. El hombre entró con un maletín gris, lo colocó en la mesa mientras me observaba.
-Nos acaban de informar que la cura había dejado en libertad a un mutante lo cuál pasó alrededor de las 11 horas. Los censores y las cámaras de seguridad se activaron ya que las esposas de los mutantes tienen un chip de alta tecnología que el mismo gobierno creó para envíar alertas de que uno de ellos huyera. El chip que se encontraba en las esposas del mutante ha sido activado lo cual de inmediato se activó los sensores y las cámaras captando a su hijo liberando a nuestro reclusa. - Informó. - Número 34 de nuestra regla, los padres serán responsables de las situaciones que sus hijos hagan todo relacionado con el gobierno. Señor Norton, su hijo se ha involucrado y ha rompido una de las reglas de nuestro gobierno. Algún aclaración sobre esta situación? - Preguntó.
-Todo lo que mi hijo hizo será mi responsabilidad al aceptar los cargos. - Respondí. - Pero, ¡no quiero que le hagan daño a mi familia! - Aclaré. - Si le llegan hacer algo a mi esposa y a mi hija, juro que haría cualquier cosa si las llegan a lastimarlas. - El hombre solo me observaba en silencio, abrió su maletín gris lo cual contenía carpetas de investigaciones y fotografías. Sacó un kit negro con alta seguridad, lo abrió y sacó una tablet de alta tecnología.
-Cada que nace un ser humano en esta ciudad se le implantara un rastreador en caso que los mutantes lleguen a secuestrarlos o que lleguen a huir. Su hijo tiene uno de nuestros rastreadores, por suerte le ayudaré a recuperar a su hijo a cambió de algo. - Ofreció.
-Qué? - Pregunté irritado.
-Su hijo vale millones y mucho más y él lo que planea el gobierno es solamente obtener un veneno para deshacerse de los mutantes. La sangre de su hijo es muy valiosa, su sangre es curación, sanación de enfermedades. Usted sabe muy bien que su hijo no es un simple humano. Es un mutante. - Explicó. - Estoy aquí para ayudarte, usted solo está trabajando para el gobierno ya que amenazaron a tu familia a muerte. Usted no lo hace por gusto sino lo hace por ellos. - Aclaró. - Tengo familia también y te entiendo, tengo una pequeña hija que lleva más de tres años y sigue enferma, por eso vine hasta aquí para que tu me ayudes en curar a mi hija doctor.
-Yo no soy un traidor para el gobierno, todo este tiempo siempre he tenido vergüenza en que mi hijo naciera con un don. La razón que aun sigue con nosotros es por qué mi esposa lo ama al igual que mi hija, yo jamás lo quise como un hijo y jamás lo veré como un hijo por qué él es una criatura... un mutante con un don. - Aclaré con furia.
-Vergüenza? Estás avergonzado de que tu hijo nació con poderes? Señor Norton, su hijo no es cualquiera... no se droga, no trafica, no pasa las noches con prostitutas. Cuando un padre tiene vergüenza de su hijo es cuando su hijo se acuesta con miles de mujeres, abusa de la madre o hermana, se drogan y trafican de lo que sea. - Aclaró. - Eso es tener vergüenza, tener vergüenza solo porque nació diferente eso no significa nada. Usted decide, recuperar a su hijo o dejar que el gobierno torture a tu familia? - Preguntó, dejó la tablet en medio de nosotros. - Usted decide, nadie te obligará qué hacer.
Al pensar que el gobierno sí amenazó a mi familia no me queda de otra que recuperar mi hijo y seguir trabajando en el veneno, por el otro lado este tipo quiere que le ayude sanar a su pequeña hija, estoy en un gran lío, no queda de otra que aceptar y traerlo de vuelta para trabajar para el gobierno aun. Sin más que decir tomé la tablet, el tipo cerró su maletín de inmediato.
-Bien, informaré al jefe que iniciaremos con la búsqueda. - Informó. Me levanté de mi silla de inmediato, sujeté al sujeto de su corbata.
-No caeré en sus sucios juegos, sé que el gobierno es corrupto pero eso no me impide que le hagan daño a mi familia. Si le llegan hacerles algo a mi esposa y a mi hija juro que le diré al gobierno que usted es un traidor. - Dije en un tono de amenaza. El tipo solo me observó en silencio.
-Usted es el traidor de aquí, su hijo nunca ha hecho nada malo, al contrario hizo lo que debió hacer. - Me empujó hacía atrás, se acomodó su corbata y traje. - Aunque sea un traidor aun tengo la posibilidad de acabar con tus seres queridos. - Se retiró de la habitación.
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Tribu
ActionEl gobierno ha prohibido a personas con dones especiales. Ahora la humanidad vive bajo temor por encontrar a uno de ellos. Un joven casual se ha involucrado con varios jóvenes con dones especiales que juegan por la vida de su ciudad, aquí es dónde e...