La chica del abrigo Amarillo - Preciosas mellizas #1

Capítulo I - El Pelirrojo

Narrador Omnisciente

Gemma Graciela Kennedy, ex-modelo, más conocida como "Grace" por su actual agencia de modelaje, tiene dos hijas con el Ministro de Economía y Finanzas Gerardo Luck White.

Tras su separación, ésta familia no deja de ser portada de diarios y revistas.

Hoy 14 de julio, un canal de televisión decidió ser el primero en publicar lo acontecido. Revolucionando el país y las redes sociales con la siguiente pregunta: "¿Rubí y Esmeralda Luck White realmente son hermanas?"

***

De fondo a la pregunta se encontraba una foto de las adolescentes de 15 años.

Era una foto en la que se miraban de mala manera. La chica de cabello rizado, castaña, de pecas en su rostro y ojos color miel miraba de frente fijamente a su hermana melliza, mientras la rubia de ojos celestes, piel perfecta y cabello lacio, la miraba de perfil.

Los padres actualmente también son tan diferentes a ellas que dan pie a otras interrogantes fuera de lugar, como: "¿Son hijas de él o de ella?" "¿Cuál será la hija de Grace?" "¿Son adoptadas?"

La realidad es que Grace en su juventud fue castaña, pero ahora su cabello es negro azabache. Cosa que "pone en riesgo su maternidad" a ojos de la gente.

Sumando a todo este espectáculo el tema de la separación y las hipótesis sobre aquello.

Ella deja el estudio fotográfico en el que se encuentra para ir al colegio de las pequeñas, tantos paparazzis hacen casi imposible el rescate de su niña, una lágrima recorre lentamente por su mejilla al ver a Esmeralda, mientras sus tres mejores amigas la abrazaban e intentaban proteger de burlas y preguntas de los medios.

Grace con una seña hace que sus guardaespaldas por fin vayan a buscar a las 4 chicas. Hasta el momento es muy claro la preferencia de esta mamá, pero ¿Y la otra melliza?

***

Rubí y el pelirrojo salieron corriendo de la mano apenas vieron a Grace acercándose a la institución, es decir, la pequeña corrió arrastrando consigo a aquel chico alto de mirada fría que se encontraba a su lado.

Recién cuando se detienen él observa las mil y un lágrimas de la muchacha, entonces decide estirar de su brazo hasta que ella choca contra su pecho. A pesar de que Rubí intenta alejarse, no le alcanzan las fuerzas, y el deseo de recibir tal abrazo hace que termine cediendo y rodeando, con sus pequeños brazos, la cintura de él.

-No sé ni siquiera tu nombre - susurra apenada, se aleja unos centímetros para alcanzar ver su rostro y se le escapa una pequeña sonrisa traviesa. -Pero sin dudas voy a llamarte Andrés, sin importar cuál sea el verdadero.

Él solamente la mira, es difícil descifrar si le causa gracia o molestia. Se aleja más de ella, lo que la hace temer, no quería espantar a la única persona que podría ayudarla en esta situación, sin embargo, él la sorprende quitándose su gran abrigo amarillo, con el que cubre automáticamente a la castaña, le coloca la capucha y vuelve a abrazarla.

Él, cuando se da cuenta lo tenso que se encontraba, decide relajar un poco sus músculos, y sin dejar de abrazarla le habla al oído. -Mi nombre no es ese, pero te doy el privilegio de que decidas como decirme.

Un escalofrío recorre completamente el cuerpo de Rubí, él lo nota y pero no vuelve a hablar. Ella, ya sin fuerzas por el llanto, comenta un breve. -Necesito salir de acá.

Él no duda, se la lleva lo más lejos posible de aquel lugar. Él no es así, jamás haría algo así por alguna chica, pero hay algo en esa pequeña pecosa, algo que no le permite negarse, algo que le genera el sentimiento de sobreprotección, como si fuese su hermana menor, o como si, con algo tan pequeño, como bromear con su cabello y apariencia mientras las lágrimas no dejaban de brotar de sus ojos, cautivó ese frío corazón.