Capítulo IV - El beso

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Narra: RUBÍ



Jamás pensé que volver a escuchar de él me haría tan mal, ¿Quién se cree este chico para nombrarlo como si no es doloroso? "Recuerdo a Jack" esas palabras resonaban una y otra vez en mi mente. Sentir el frío viento chocar contra mi rostro me hace sentir un poco mejor, pero los recuerdos de Jack vuelven uno tras otro sin parar. Yo era muy pequeña, tenía apenas 5 años cuando a mi hermano mayor le detectaron leucemia, y tan solo 6 años cuándo tuve que verlo en aquel cajón, frío, sin su sonrisa, sin sus palabras de aliento cuando yo tenía pesadillas. A los 6 años tuve que ver como enterraban en un cajón pequeño y blanco a mi hermano favorito, aquella rosa blanca que deposité allí fue el último regalo que pude darle, aunque él jamás sabrá cuál fue. ¿Cómo es que aún duele tanto? ¿Cómo con solo escuchar su nombre lo extraño tanto?



-Llegamos cerca castaña, ¿el castigo es peor si te llevo a la puerta o si te dejo aquí? -me pregunta suavemente el pelirrojo. No sé qué contestar, las lágrimas en mi rostro, la garganta seca y el corazón hecho trizas no me dejaban hablar. -Oh, perdóname Rubí, no debí mencionarlo. -expresa Exequiel cuando nota mi tristeza.



-Llévame hasta la puerta de mi casa por favor, y no la vuelvas a cagar por hoy.



El sonido del motor me distrae unos segundos, pero ver el coche de Estefany me vuelve a la realidad. Odio tener que ver a Esmeralda y sus amigas por la casa, y más odio que me vean llegar. Exequiel estaciona y me ayuda a bajar, se quita primero su casco y luego me ayuda con el mío, ¡Cosa del demonio que no sé hacer sola! Entonces decido que sería buena idea actuar frente a las cotillas que ya están frente a la ventana viéndonos.



Agarro la chaqueta de cuero del pelirrojo y lo acerco tanto a mí que noto como se pone nervioso. -No te hagas ilusiones, solo es una breve actuación para las chismosas de adentro. -digo antes de posar mis labios sobre los suyos, él no tarda en reaccionar, agarra mi cintura y me pega más a él. Me alejo unos centímetros y susurro: -nada mal para ser mi primer beso. -su asombro es tan notorio que me da risa, pero no es momento de reír por lo que realmente siento por dentro, así que con una muy leve sonrisa le digo -Haz de cuenta que por el favor que me hiciste recién te perdono lo de antes. Pero no vuelvas a nombrarlo.



Me alejo sin darle la oportunidad de hablar, me despido con un beso muy corto en sus labios y me dirijo a la puerta principal. Oír el motor alejarse me relaja, pero aún mantengo mi postura firme. Ahora me toca enfrentar a estas cuatro muchachas que me caen tan mal, hasta llegar a mi cuarto y realmente volver a llorar




"No entiendo nada, ¿Puedo preguntar?" Ese fue el mensaje que llegó a los segundos que dejé de oír la motocicleta. ¿Estará manejando con el celular en mano? Sin dudas está loco, jamás pensé que Exequiel sería de la clase de gente que hace aquello. Decido ignorar eso y prosigo mi camino, atravesando el umbral de la puerta comienzo a escuchar cotilleos que son casi imperceptibles debido a la música que resuena en un volumen realmente alto.



En algún momento cuestionaré a mis padres el "porqué", pero para llegar a mi cuarto es inevitable pasar por "el Living joven", sí, es el único que podemos utilizar cuando traemos personas de nuestra edad a la casa, eso significa que P.E.P.E. son las dueñas de aquel lugar. ¿Por qué? Sencillo, todas las infernales tardes están allí. PEPE es la sigla con la que decidí nombrar a ese grupito, ya que decir siempre "Paula, Esmeralda, Patricia y Estefany" es gastar demasiado de mi valioso tiempo.



Antes de llegar, voy pensando a cuál hacer enfadar primero, es divertido escucharlas chillar que "me odian por molestarlas", eso lo hace aún más divertido. Se defienden como leonas, así que es fácil hacerlas enojar a todas.



-Pau mi abuela Patricia... - digo realmente resaltando mucho el nombre de mi abuela, me dirijo a la que mejor me cae del grupo para comenzar - me llamó ayer y mandó saludos para vos y tu papá. - y ¡Pum! Dos pájaros de un tiro: 1) "Patty" odia que mi abuela se llame igual que ella, odia tener nombre de abuela, odia su nombre completo y por eso le llaman siempre por su apodo. 2) Mi abuela tuvo una aventura este verano con el padre de Paula. ¿Qué cómo lo sé? Mejor ni pregunten.



Esmeralda lanza fuego por los ojos en dirección a dónde me encuentro, pero por lo que veo sé que no es suficiente lo que dije, entonces vuelvo a atacar antes de que alguna diga alguna palabra, miro a Estefany y suelto lo siguiente: - ¿Ya viste la historia de Chris en Instagram? Llamó mi atención.



Sin decir nada las cuatro buscan sus móviles rápidamente, una lágrima corre por el rostro de Fany apenas lo ve, me miran con odio, pero ya es tarde, me estoy yendo de allí, con la frente en alto como señal de victoria. Sé que es inmaduro, lastimarlas o hacerlas enojar y huir, pero tuve que aprender a defenderme de ellas atacando primero, de lo contrario siempre cuatro son mejores para dañar, que una sola.



Christian era un amigo mío, hasta que se volvió tan superficial cómo sus falsos músculos y comenzó a salir con Fany, a quién engañó reiteradas veces, y la última vez que terminaron fue ayer, las oí hablar de ello en su videollamada de las 4 a.m. Hoy Chris publicó una foto besando a Hanna, su verdadero crush desde que éramos niños. No es lo correcto, pero es lo que merece el muchacho luego de aguantar tanto a Fany, aunque ella no se merezca todo lo que sufrió por aquel muchacho, él estaba con ella solamente por mantener su fama.



Iba tan distraída pensando en todo eso que pasó volando el tiempo que me lleva llegar a mi suave cama. Me recuesto y agarró mi celular ¡9 llamadas perdidas y 17 mensajes del pelirrojo! Me siento de un salto y entro en el chat: "Rubí" "Pequeña" "Necesito un favor" "Poooor favor" "Debe ser lo antes posible" "CASTAÑAA" y así once más, todos sin explicar que es lo que necesita, no tardo más de dos segundos para llamarlo. Suena una, otra, otra y otra vez. Nerviosa muevo mis manos, muy inquieta y me empiezo a preocupar ¿Estará enojado? ¿Y si le robaron?



-¡Hasta que por fin...!



-¿Qué pasó? ¿Estás bien? ¿Te robaron? - lo interrumpo, no aguanto no saber el porqué, hablo tan apresurada que realmente no sé si llega a entenderme.

***

Lo de Jack fue impactante escribirlo, una pérdida de tal magnitud puede afectar al bienestar de una escritora tanto cómo el de una lectora ¿Qué opinás al respecto?

Espero que Andrés esté bieeen 😰😢


La chica del abrigo Amarillo - Preciosas mellizas #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora