Capítulo IX - El Cumpleaños

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Lo que hace Luis, el chófer, es comenzar, con una sonrisa inmensa, a cantar el "Cumpleaños feliz" medio desentonado y fuera de ritmo, pero ahora las miradas confundidas que se dirigían a Luis, las miradas de Mía y de Exequiel, caen sobre mí y dicen al mismo tiempo: -¿Feliz cumpleaños?



Una lágrima rueda por mi mejilla, sé que es confuso que esté llorando porque haya llegado el día de mi cumpleaños.

Escucho nuevamente un relámpago y esta vez las gotas de lluvia si comienzan a caer lentamente sobre nosotros, lo que me hace querer llorar aún más.

Hoy es el primer cumpleaños de mi vida que llegaron las 12 am y no estoy con Esmeralda, lo peor es que antes no me había dado cuenta, no sé cómo estará ella, seguramente confundida, triste y muy furiosa conmigo. Exequiel me abraza y dice a mi oído -No sé qué pasa, pero no llores más. Por favor. Feliz cumpleaños pequeña.



Lo dice con tanta ternura que acelera mi corazón, se aleja para permitir que Mía también me salude. Pero obviamente entendiendo mi desesperación de antes por llegar a casa, son saludos cortos y rápidamente Luis también los saluda, se sube al auto, hago lo mismo y nos dirigimos a la mansión.

La lluvia golpea fuertemente el parabrisas del Ferrari, mientras las lágrimas siguen cayendo por un rato más. Necesito borrar esta expresión y comenzar a practicar la sonrisa que necesito tener frente a mi hermana.

Las palabras de Exequiel llegan a mi mente nuevamente "Por favor, no llores más pequeña" me ayudan a calmar mi llanto unos minutos, pero igualmente no logro sacar de mi mente la amarga sensación de estar lejos de mi hermana en este momento.



Se estarán preguntando ¿No era que se odiaban? ¿No que se burlaban la una de la otra? Y cosas así... Pero la respuesta a todo esto es "capaz sí", pero el 22 de julio de cada año es sagrado, pase lo que pase nacimos el mismo día y después de lo de Jack éramos nuestra única compañía, mútua, aquel día.



Mamá y papá solían irse de viaje, o pagarnos un viaje cómo regalo. Entonces tomamos una decisión y desde el día que la expresamos, se cumplía a rajatabla, sería el día del año que estaríamos las 24 horas del día unidas totalmente, recordando la relación que teníamos de niñas, recordando a Jack, sin más personas, pero juntas.

Al llegar a la mansión corro escaleras arriba, a mitad de camino paro bruscamente acordándome del regalo que había conseguido para Esmeralda, cambié el rumbo y fui a buscarlo. Era pequeño pero sabía que ella lo amaría.

Ahora sí me sentía lista para enfrentar a los sentimientos de mi melliza. Nuestra relación no siempre fue tan mala cómo el último tiempo, tengo en claro que tienen mucho que ver las discusiones de nuestros padres y los favoritismos de ellos que jamás supieron ni siquiera disimular con todos los problemas que estamos teniendo ella y yo. Otro factor importante fue todo lo que pasó con Jack, tuvimos duelos diferentes, yo no entendía cómo ella lo superó tan rápido y parecía haberlo olvidado.



Golpeo tres veces su puerta, hago una pausa, luego vuelvo a golpear una vez y por último cuatro golpes más cortos, contraseña que usamos desde muy pequeñas. No escucho su autorización, pero no está cerrada la puerta con llave, eso significa que de cierta manera me permite pasar, sino ella siempre llavea aquella puerta.

Al verla siento un peso enorme en mi corazón, está tumbada en su cama de espalda a dónde me encuentro, está hecha una bolita, la rodean pañuelos descartables manchados con negro, supongo que se arregló para las 12 y luego lloró porque no llegué, entonces el rímel se le corrió completamente.

Se encuentra profundamente dormida. En su mesita de luz coloco el regalo, y voy hacia su baño. Decidí cargar la bañera con sus especies preferidas, sé que aquellos aromas la harán despertar y venir a darse un baño. Y tal cómo me imaginé no tardó mucho tiempo en cruzar el umbral de la puerta.

-Trae tu traje de baño.

Fue lo único que dijo al entrar, me sorprendió que intente hacer la rutina de cada 22 de julio, sin antes reprochar que no había llegado antes. Sin dudarlo corrí a cambiarme, para ir allí nuevamente.

Ella ya estaba con su traje de baño turquesa, yo me había puesto uno que es exactamente igual pero de color rojo. Se había lavado el rostro, ya no había rastros del maquillaje arruinado en su rostro, me sonrió y volvió a hablar.

-¿Sabés la hora que es?

-Realmente no tengo ni idea, pero es la hora en la que tengo que disculparme por no haber llegado a tiempo. Pensé que estarías furiosa por eso.

-Tampoco llegué a tiempo Rubí, pensé que no tenía oportunidad de que me perdones aquello, no contestaste a los golpes y tu cuarto estaba llaveado. Tan sólo habían pasado 3 minutos de las 12.

-¿En serio? -dije totalmente asombrada.

-Si hermanita, pero ya está. Acá estamos.

Charlamos un rato de temas variados mientras nos relajamos entre las sales y el agua caliente.

Después jugamos a las cartas, escuchamos música, jugamos al bingo y apostamos. Sí, la abuela Patricia nos enseñó a jugar al bingo con sus amigas jubiladas, desde que aprendimos jugamos juntas apostando por lo que más queremos de la otra. Aposté por sus auriculares, perdí los míos en el instituto hace unos días y los de ella son mejores que comprarme unos nuevos. Ella apostó por un vestido que me regaló papá y todavía no llegué a estrenar.

Esmeralda me ganó, entonces corrió a buscar el vestido, mientras yo comencé a buscar una película, no la observé mucho, elegí al azar, ya que sabía que ni bien comenzaba íbamos a quedarnos totalmente dormidas.

Miré mi móvil y tenía muchísimas notificaciones, con pereza de leer todo aquello simples me fijé en la hora y esperé que llegara mi hermana a "ver la peli".

El reloj marcaba las 5:13 a.m., decidí colocar las alarmas necesarias para la mañana y para llegar a realizar las actividades que teníamos pendientes en ese día.

-¿Quién era el chico de la moto Rubí?

***

¿Qué les pareció lo que va del cumpleee?

Amo que tenga su rutina de ese día súper armado, yo jamás organizo nada para mi cumple jajaja

La chica del abrigo Amarillo - Preciosas mellizas #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora