Capítulo 16

481 57 57
                                    

VEINTIOCHO: PARTE I

21 de enero del 2021

SKY

Estoy cansada de toda esta situación. De que me miren como si estuviera loca y de que me crean la villana de una historia en la que también soy víctima. Todos lo somos. Hunter, nuestra familia, sus tíos, nuestros amigos...

Aquí nadie actuó con intención de herir al otro. Simplemente improvisamos como pudimos para adaptarnos a las situaciones límite en las que nos colocaron, aferrándonos al borde del precipicio con uñas y dientes.

Situaciones desesperadas requieren medidas desesperadas. Y eso es todo lo que hemos estado haciendo: reaccionar, actuar y salvarnos.

Hay muchas cosas que quiero decir y hacer, pero ahora que tenemos paz, protección y seguridad, estoy tratando de moverme con suavidad y pensar.

Pensar antes de hablar, pensar antes de actuar.

No quiero herir a nadie y ese es un rasgo que he tenido desde que era niña. Muchas veces me ha jugado en contra porque la gente no tiene paciencia ni espera a una respuesta, simplemente sueltan la bomba atómica improvisada sin importarles si le revientan el corazón al otro en el proceso.

No soy esa clase de persona y nunca lo seré, porque el daño emocional es infinitamente más destructor que el físico. Deja una huella casi imposible de borrar y heridas que cuesta años sanar. Nos quiebra el alma y apuñala el corazón. A veces dura de por vida, y tenemos que aprender a convivir con ello y hacer nuestro mejor esfuerzo por seguir existiendo con la daga clavada en el pecho sangrante.

No quiero eso para nadie, no le deseo eso a nadie, y por eso he estado intentando encontrar las palabras y la forma de hacer esto de la manera más correcta posible.

Pero James se fue anoche y yo ya no puedo aguantar un maldito segundo más. He esperado lo suficiente, he llorado hasta que no tuve más lágrimas para derramar, y he sufrido hasta sentir como el alma se me partía y el corazón se me marchitaba en el pecho.

La gente se acerca a felicitarme cuando me bajo del coche en el cuartel y aunque les agradezco, lo único que quiero hacer es llegar a mi destino. Me detienen en los pasillos e intento ser amable mientras siento la desesperación instalarse en mi interior.

Llego a la oficina que comparto con el resto de los capitanes y después de que me llenen de abrazos, besos, regalos y buenos deseos, me dirijo a mi escritorio para dejar mi bolso. Hay una caja cuadrada junto a mi computadora y un ramo gigante lleno de rosas azules.

Abro la caja y me quedo muda, atontada y maravillada con su contenido: una preciosa gargantilla con tres líneas de diamantes que se entrecruzan a lo largo de todo el collar.

—Joder, eso debe haber costado una fortuna —exclama Philips mientras se inclina sobre mi hombro para observar mejor—. ¿James? —pregunta y yo busco la tarjeta y la leo.

"Feliz cumpleaños", es todo lo que dice. Sin nombres, firmas ni nada que me de una pista.

—Mmm —murmura Philips—. No es de James.

—¿Por qué lo dices? —pregunto tratando de pincharla para que me diga lo que sabe.

—¿Rosas azules? ¿Un collar que cuesta un dineral? —se mete Carter—. Ese regalo grita Hunter O'Connor por donde lo mires, lleva su firma personal sin necesidad de aclaraciones.

—¿Cómo sabes sobre el azul? —inquiero alzando una ceja.

—Sky, cariño —empieza—. Tuve que soportarlo hablar de ti durante cuatro años sin descanso, sobre todo cuando estaba ebrio —suspira—. Está obsesionado con el hecho de que tus ojos tienen el color del cielo.

Punto de InflexiónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora