Capítulo 21

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Maldito

HUNTER

—Este coche se va a la basura —decreto mientras bajamos del Volvo en el estacionamiento del cuartel.

—¿Qué? —pregunta Sky horrorizada—. ¿Por qué?

—Porque no quiero que tengas nada que ver con el roba niños —espeto cerrando la puerta—. Te compraré uno nuevo, el que tú quieras.

—¿El roba niños? —inquiere alzando una ceja.

—El Capitán Garfio —explico—, estaba intentando robarse a mis hijos, así como el de la historia quería llevarse a los niños perdidos.

—¡Hunter! —me reprende dándome un golpe en el brazo y yo aprovecho para abrazarla por la cintura y besarla.

—¿El coche que yo quiera? —duda entrecerrando los ojos.

—Elige y es tuyo, cielo —contesto acariciando su nariz con la mía.

Se pone de puntillas para besarme y yo la estrecho contra mi cuerpo.

—Salgamos de aquí antes de que vuelva a meterte a ese coche para hablar —advierto y ella se ríe.

Toma mi mano y entrelaza sus dedos con los míos, conectando nuestras miradas antes de avanzar hacia la salida.

El corazón me martillea el pecho con fuerza al notar que realmente está dispuesta a que la vean en público conmigo. He querido tomar su mano desde que llegué a Rusia y poder disfrutar de esa sensación por fin me llena el cuerpo de calidez.

Salimos al predio nevado y caminamos en dirección al Edificio Central con un par de miradas siguiéndonos. Las cabezas se giran hacia nosotros, los soldados comparten codazos entre sí y se hablan al oído.

Sky camina con seguridad, lleva el mentón en alto y una expresión de hielo que no revela absolutamente nada mientras ignora todo a su alrededor. Siempre la he admirado, pero creo que en este momento lo hago más que nunca. Aprieto su mano y ella me devuelve el gesto y me regala una sonrisa.

—¡Comandante O'Connor!

El grito nos detiene y volteamos para encontrarnos a West corriendo hacia nosotros. Se detiene y le lanza una mirada a Sky y luego a nuestras manos. Respira hondo un par de veces para recuperar el aliento antes de hablar y enfoca sus ojos en los míos.

—Comandante —dice y me dedica un saludo militar—. Lukyan Vólkov ha sido trasladado al cuartel, debe venir conmigo.

—De acuerdo —accedo y me giro para mirar a Sky.

Sujeto su rostro y beso sus labios en medio del predio del CAI. Ella no se resiste y coloca sus manos sobre las mías.

Sé que estoy siendo un maldito hijo de puta, pero no me importa. Que digan y cotilleen lo que quieran, no pienso seguir ocultándome.

—Te veré luego —la despido.

—Llevaré el almuerzo a tu oficina —informa dedicándome una mirada amenazante antes de encaminarse hacia el Edificio Central.

—Ni una palabra, West —advierto cuando lo veo abrir la boca—. No es asunto tuyo.

—Hook no estará feliz —comenta mientras lo sigo hacia una edificación más alejada.

—Me importa una mierda —ladro—. El metido aquí es él, no yo.

—Solo déjame advertirte que no es tan pacífico como parece.

—¿Crees que yo le tengo miedo a ese imbécil? —me burlo—. ¿Crees que le tengo miedo a alguien?

—Ten cuidado, estoy tratando de ayudarte —suena preocupado y yo ruedo los ojos.

Punto de InflexiónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora