Capítulo 12

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El destino es un nombre dado a menudo a decisiones que, en retrospectiva, tuvieron dramáticas consecuencias. - J.K. Rowling.

***

Dorian estaba junto a Enzo en la barra del "Destiny". El primero con la mirada fija en la puerta y el segundo completamente absorto en sus pensamientos. Ninguno hablaba, ninguno rompía aquel silencio que les envolvía... Dorian seguía pensativo por los últimos acontecimientos. Era evidente que tenía una química especial con Melanie, pero se negaba a albergar cualquier otro tipo de sentimiento y hoy lo iba a demostrar. Durante aquellos largos e intensos días, tuvo que armarse de gran valor para no acudir a su piso o llamarla, lo cual le generaba más ansiedad. Ella tampoco lo había buscado, por lo que la palabra sexo era la única que albergaba su pensamiento. Él para Melanie lo era y ella para él.

Enzo, por el contrario que su amigo, había acudido todos los días al club, con la única esperanza de ver aparecer a Kiara con aquel espectacular vestido. En cambio, no solamente ella no hizo acto de presencia, sino que las veces que la había visto salir de su casa, iba excesivamente cabizbaja... Además, no había obviado, las camisas de media manga que utilizaba a pesar de encontrarse en pleno mes de junio, y no era por alarmarse sin un motivo, pero Kiara le encantaba lucir hombros y espalda y en aquellos días, se había tenido que conformar con ver únicamente sus largas piernas semidesnudas. Algo no estaba bien y su instinto de policía se lo advertía.

-He estado observando a Rodrigo -exclamó con desgana.

-¿Y bien? -preguntó Dorian mirándole casi por primera vez en toda la noche.

-De momento nada. Es un tío normal, que sale por la mañana a trabajar y regresa a última hora de la tarde. No se ha desviado de su camino, ni visitado ninguna casa o club de alterne. ¡Joder! Se podría decir que yo en este club, peco mucho más que él. ¿Has visto a tu hermana en estos días?

-No. He intentado quedar con ella, pero me ha dicho que tenía mucho trabajo.

-¿Y Melanie? -preguntó frotándose la barbilla - ¿Sabes si la ha visto?

-Ni idea. No la veo desde el sábado, pero estoy seguro de que podrás preguntárselo tú mismo. ¡Vamos Enzo! -exclamó golpeándole con sutileza el hombro - Te conozco. ¿Qué sucede? - Él se encogió de hombros. Lo que menos quería era crear una alarma sin tener pruebas o indicios de nada. Ahora mismo era él y su instinto - He hablado con ella por teléfono y está bien.

Enzo asintió y bebió de su cerveza. Él había visto demasiados casos de violencia de genero y era consciente de que la víctima, en muy pocas ocasiones, admitía la verdad y se mostraba hundida, por lo que, que Dorian hubiese hablado con ella, no le esclarecía nada. Quería zanjar aquel tema y encontró la vía rápida y sencilla cuando vio aparecer a Melanie ante sus ojos. La castaña estaba espectacular y se dirigía hacia ellos, ignorando la mirada de todos aquellos que la seguían.

-Te dejo -dijo Enzo dejando un billete sobre la barra -. Tú diversión ha llegado y yo ya tengo la mía.

Sin embargo, no fue así. Por primera vez y mientras Dorian no le veía, salió del club sin acudir a una de las salas. Aquella no era su noche.

Melanie camino muy segura de si misma hasta Dorian, quien la observaba con ojos lobunos. Cuatro días sin verla habían sido demasiados. Ella, que mucho había dudado de si acudir o no, se colocó frente a él y con una soltura indómita le tocó el paquete sin previo aviso. ¿Su misión? Hacer que la deseara tanto que finalmente sucumbiese a ella. Él dio un pequeño salto ante su contacto inesperado, más no se apartó. La encerró entre sus brazos, contra la barra y barrió sus labios con decisión.

-¿Estás lista?

-Siempre.

-¿Qué te parece la parejita del fondo? -preguntó mirándolos con atención - ¿La castaña de vestido verde con el mulato de camisa blanca?

Bailando con la traición | Erótica + 18 | Parte 1/4 Completa ✅Donde viven las historias. Descúbrelo ahora