Capítulo 25

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En el corazón de todos los inviernos vive una primavera palpitante, y detrás de cada noche, viene una aurora sonriente. - Khalil Gibran.

***

Era jueves y aunque a Melanie no le tocaba dar clases, se encontraba en la academia junto a Jhonny practicando la coreografía para el estatal. Llevaban más de tres horas repitiendo los movimientos, descartando pasos e incorporándolos. Ella quería hacer algo distinto y estaba dispuesta a innovar. Incluso estaba pensando donde añadir el típico salto o giro que pudiese dejar al jurado y los presentes sorprendidos.

—Vamos, una vez más... —dijo tomando agua de la botella.

—Melanie, ¿Estás bien? —preguntó Jhonny completamente sudado y sediento — ¿Es por lo de tu casero?

—He ido hasta a seis inmobiliarias diferentes, incluso una de ellas es de un conocido de mi amiga Kiara, y ni siquiera él se ha mostrado optimista. Parece ser que hoy en día encontrar un alquiler justo es misión imposible.

—Sé que no necesitas que te lo diga, pero si lo necesitas, puedo hacerte un hueco en mi colchón —dijo mientras la golpeaba suavemente con el hombro —. Lo único que debes saber es que mi anterior pareja me dejo porque decía que roncaba como un oso.

—Gracias por avisarme, es todo un detalle —dijo ella simulando una sonrisa.

—¿Te has planteado que tu casero pueda cambiar de opinión? Quizá se ha dado cuenta de que prefiere pájaro en mano que a ciento volando.

Melanie le observó. Cabía esa posibilidad, de hecho, hasta dentro de una semana y media no podía comenzar a gestionar nada con la agencia, pero ella ya había tomado una decisión.

—Si eso ocurre, aguantaré lo imprescindible... No quiero tener problemas con el propietario de la casa y con Philip parece que los puedo coleccionar, así que, seguiré buscando para salir de ahí cuanto antes. Ahora mueve el culo, tenemos un premio que ganar.

Jhonny pegó un contundente trago y a continuación la asió de la mano para comenzar de nuevo a bailar. Pasaron meneando la cadera y las extremidades otra larga y dura hora, en la cual Melanie parecía no agotarse nunca, aunque la realidad era otra y cada vez que los dedos de él danzaban por sus costados para alzarla estos se clavaban con tanta fuerza que comenzaba a colorearse una ligera rojez en su blanquecina piel. Dorian estaba siendo participe de aquel entrenamiento, pues llevaba cerca de media hora postrado en el quicio de la puerta sin intención de molestar. El espectáculo era maravilloso, pues verla bailar era una gozada. Jhonny hacía unos minutos que le había visto, pero Melanie estaba tan ensimismada que ignoraba su presencia. Este la hizo girar con maestría y cuando la iba a enganchar de la cintura para alzarla como por centésima vez, se detuvo...

—Stop —sentenció de manera contundente —, por hoy hemos terminado. Tienes visita.

Melanie se mostró confusa ante aquella afirmación, pero en cuanto sus ojos dieron con Dorian, una amplia sonrisa apareció en su cansado rostro. Él se incorporó del marco y dio unos breves pasos para acceder al salón de baile, pero apenas tuvo tiempo de avanzar lo suficiente, pues ella salió corriendo a sus brazos para rodearle con ímpetu. Estaba sudada, pero eso a él le dio igual, la estrechó con firmeza para después besarla hasta robarla el poco aire que todavía guardaba.

—Creo que deberíamos de dejar de hacer esto en público —murmuró ella feliz de verlo.

—¿Y dejar de deleitarme con tus labios? Ni loco. ¿Cuántas horas llevas aquí?

—Las suficientes. Deja que se dé una ducha y llévatela cuanto antes —gritó Jhonny revisando los discos que había junto el equipo de música.

—Ya lo has escuchado —murmuró Dorian —. Date una ducha y después te invito a cenar.

Bailando con la traición | Erótica + 18 | Parte 1/4 Completa ✅Donde viven las historias. Descúbrelo ahora