Aran cayó al suelo cuando las enredaderas le liberaron y, cuando supo que Tovar se había ido, pudo sentirse segura.
Vio el cuerpo de piedra tirado en suelo y a Peggy a su lado, llorando sin control alguno.
El hada se apresuró a llegar a ella, cayendo de rodillas al lado de la hechicera, quien no podía dejar de sollozar.
Lilith también estaba a su lado, tratando de consolarla tanto como podía.
Y Peggy... Peggy estaba destrozada.
Su corazón estaba hecho polvo, cada latido era el simple susurro de lo que alguna vez fue una vibrante melodia.
Una melodia que se desvanecía en el aire y que se ahogaba en su pena.
Las lágrimas quemaban su rostro y su mente estaba perdida, enfocada, en la última sonrisa del mago, esa que estaba dedicada a la muerte.
A la resignación.
Un portal se abrió a sus espaldas, del cual las dos diosas faltantes salieron al armadas y agotadas.
-¿Que sucedió?- interrogó Ming-Na.-¿Que le pasó al cielo? -
Nadie respondió temiendo que las diosas conocieran la respuesta. Ixchel paseó su vista por el templo, encontrando la estatua, el cuerpo de su esposo, convertido en piedra.
-No...- lloró la diosa.-No...Otra vez no.-
Mientras la Diosa de Luna lloraba la derrota de su esposo, Ming-Na se encargó de la interrogación.
-¿Que fue lo que hicieron? - cuestionó la diosa.
-Fue esa diosa.- habló Aran.- Tovar sabía que la runa estaba aquí.-
El rostro de la diosa cambió abruptamente.
-Entonces sabe donde están las que faltan.- habló para sí Ming-Na.Haru.
Tovar sabía que Haru tenía una runa y seguro iba en camino a robarla. Aran comenzó a sentir como su corazón latía con fuerza, siendo invadida por el miedo al saber que su clan, su familia, estaba indefensa ante esta nueva amenaza.
-Mi clan.- balbuceo Aran.- Tengo que volver, tienen que ayudarme.-
Peggy se levantó del suelo y limpió las lágrimas de sus ojos y, con las pocas fuerzas en su cuerpo, intentó dar todo su apoyo al hada.
-Aún podemos detenerlas.- dijo la castaña.- Aún queda tu runa, eso debería ser suficiente.-
Ming-Na sonrió con sarcasmo, tomó la runa que colgaba de su cuello y se la entregó a Peggy.
Sin embargo, esta vez no hubo una corriente mágica que la acompañara.
La Runa de la Tierra se había vuelto como cualquier amuleto de festival.Inservible.
-No lo entiendes.- dijo Ming-Na.- La magia está en desvalance... Ya... Ya no hay nada por hacer.-
Ming-Na caminó hasta la diosa de la Luna, quien aún lloraba sin consuelo y la envolvió en un abrazo.
-¿Eso es todo?- preguntó Peggy, su voz llenándose con rabia a cada segundo.-¿Solo van a aceptar la derrota?¿Decepcionar a todos los que....-
-Vete a casa, Nikté- dijo Ixchel.- Vayan y disfruten a los que aún viven...-
°°°°
Ming-Na había abierto un pequeño portal justo frente al Bosque Eterno, Peggy, Aran y Lilith, a quien le habían permitido pasar estas últimas horas con su familiar, caminaban en silencio.
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Después de Todo [Tales Of Arcadia]
Fanfic[Libro 3] Diez años después de vencer a La Orden Arcana, nuestros héroes han restaurado sus vidas a la normalidad. Todos a excepción de Peggy, quien sufre en silencio la desaparición de su amado Hisirdoux. En total soledad, sólo le queda esperar el...