-Sería más fácil si usáramos un portal.- dijo Peggy, cruzada de brazos mientras esperaban la hora de su vuelo.
-No tienes magia suficiente para hacer un portal.- respondió Douxie.
Peggy gruñó llevando su vista hacia Aran, quien se encontraba observando los aviones desde los grandes ventanales del aeropuerto.
Sonrió para sí misma, comenzando a sentir como sus mejillas se calentaban.
-¿Por qué tiene que venir Aran con nosotros?- preguntó Douxie.
-Porque Haru confía en Aran.- respondió Peggy.- Y es importante tener a alguien de confianza si queremos el resto de las runas.-
-Aran jamás ha estado fuera del Bosque Eterno.- se quejó el pelinegro una vez más.- No somos niñeros, sólo nos va a atrasar.-
Peggy rodó los ojos, cansada de escuchar a Douxie.
Desde que habían salido del bosque, cuando Nari les informó que ella se quedaría con Haru, el humor de Douxie había empeorado.Y todo había sido peor cuando Aran había anunciado su participación en la cruzada.
El hada se sorprendía y se fascinaba al ver el mundo humano, encontrando todas las diferencias entre la humanidad y las criaturas del bosque.
¿Cómo es que su madre les había privado de tantas maravillas?
-Margarita.- habló Aran sentándose al lado de Peggy.- ¿Como es posible que esa bestia de metal pueda volar como las aves en el cielo?.-
Peggy encogió los hombros.
-No lo sé, aún hay cosas yo no logro entender.- confesó la castaña.Douxie gruñó en lo bajo.
Aún sentía como los celos punzaban su corazón, pero no tanto como la tristeza de saber que ya todo había terminado.
No quería culpar a nadie más que así mismo, y eso lo hacía sentir peor.
Peggy no lo trataba diferente o, al menos, trataba de no hacerlo.Habían terminado su relación amorosa, si, pero eran demasiado viejos como para comportarse como niños.
Cambiar su estatus de amantes a amigos no era nada nuevo para ninguno de los dos.
Pero el dolor de la ruptura nunca se iba en realidad.
Las horas antes de su vuelo pasaron rápido y pronto estaban abordando el avión. Aran siendo la más entusiasmada.
°°°°
Yunnan era un lugar hermoso, Peggy sabía que este lugar era llamado "el auténtico Shangri-La"
O al menos eso decían los folletos.
No había estado en China muchas veces, tal vez tres o cuatro durante toda su vida. Sin embargo siempre le era agradable volver.
Siempre había mucha gente, ese era un contra. Muchas personas significaba estar vulnerable y la merced de cualquiera.
La cultura, sin embargo, siempre sabía disfrutarla.
Habían decido hospedarse en un hotel, solo para no recorrer las montañas durante la noche.
Douxie había insistido en que no había tiempo de descansar, pero ella no estaba dispuesta a morir congelada en las montañas.
Peggy estaba recostada en una de las camas, descansando del agotador viaje.
Hacia años que no se subía a un avión, principalmente por no tener necesidad pero, si debía admitirlo, las alturas le aterraban.
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Después de Todo [Tales Of Arcadia]
Fiksi Penggemar[Libro 3] Diez años después de vencer a La Orden Arcana, nuestros héroes han restaurado sus vidas a la normalidad. Todos a excepción de Peggy, quien sufre en silencio la desaparición de su amado Hisirdoux. En total soledad, sólo le queda esperar el...