Emma, fuera de casa!!

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Llegan a la casa, el Señor. Brown toma su teléfono móvil para llamar a la maestra particular de Aurora. Increíblemente era una mujer joven vidente que sabia utilizar la maquinas de escribir en braille, y educar con la psicología necesaria para que Aurora aprenda todo lo que aprende un ciego en las escuelas especiales, salvo un detalle, Aurora aprenderá mas rápido, no solo por tener una maestra todos los días, si no porque ella, ademas de desarrollar sus sentidos cuando nadie lo creería, era extremadamente inteligente. Algo que su madre Olivia siempre sintió.

– Emma, su tirana tía, llego a la casa minutos antes presenciando con dolor y remordimiento todo lo bueno que le estaba pasando a Aurora y no a ella, que al no tener nada que hacer, y tampoco ganas de querer hacerlo, solo pensaba en como vengar a la bastarda nieta de su padre. 

A su hijo John poco le importaba, mas bien se alegraba, John siempre fue muy independiente y los estudios pagos por su abuelo lo llevaron a ser un pintor reconocido en New York. La Academia Nacional de Artes de la gran Manzana no es para cualquiera, su abuelo pago toda su carrera, pero John estudio responsablemente, no solo para tener su cupo, si no también para aprender algo que le apasionaba, el arte.

– Emma Brown los ve llegar y dice:

– Bueno la "invidente", para no ofenderla diciendo "ciega" se fue de Shopping con su nuevo papá! A lo que el Señor Brown dice:

– Emma por favor no empieces, contigo ya tengo poca paciencia. ¿No haz pensado en trabajar?

– Yo!, ¿trabajar?, ¿de la clase obrera? Yo soy Emma Brown, no necesito trabajar. ¿Acaso estoy haciendo algo de malo? – Comenta Emma –

– Sí, claro – comenta su padre –. Avergonzarme de que seas mi hija y de que estes todo el día en esta casa sin hacer nada, explotando a la servidumbre. No has tocado a tu sobrina desde que nació, su madre murió, ¿Dónde han quedado tus sentimientos?. Y además, ¿qué tiene de malo trabajar?, si tú no trabajas y no haces nada más que comprarte zapatos es porque yo, el Sr. Brown trabajo toda su vida para que lo hagas. Emma quiero preguntarte ¿ A quién saliste tan cruel y estúpida?, tu madre era bondadosa y trabajadora, tu padre aquí lo ves, ¿Qué pasa contigo?– Emma responde como si nada hubiese escuchado:

– Bueno que importa, no he tocado a la niña, ni la tocaré, sabes lo que pienso de las bastardas. Ademas, para que comprarle cosas si ni siquiera las puede ver. – Esas ultimas frases llenaron la copa a punto de desbordarse del Señor Brown, que sin perder los estribos dijo las palabras necesarias para responder la falta de respeto de Emma – El Señor. Brown responde: –.

– Emma. Tú y tu esposo, si es que así se lo puede llamar, tienen siete días para marcharse de esta casa.

– Emma responde – ¿Pero cómo? – El Señor Brown responde – ¿Cómo?, empacando y se van.

– Pero ¿dónde iremos?

– Esto sí que me da risa, no lo se, pregúntale a tu esposo al cual ya le di cinco millones de dólares y no ha hecho nada más que vivir aquí, comer aquí, como un hijo bastardo mas que ahora tengo pero lo he heredado de ti.

– Tranquila Emma, conozco a tu esposo, él tiene esos cinco millones guardados, ¿Para qué? No lo sé, pero deberá invertirlos en ti y así no abandonar el barrio ni tu vida de plástico que llevas. Puedes poner una zapatería o fundar un colegio de cómo hacer el mal en solo un año, lo que quieras, pero se van. Su presencia en esta casa no hace mas que dejar odio, malas energías, peligro y desconfianza. ¿Escuchaste? Se van!!, siete días les doy y si veo que el séptimo día están aquí les tiro todas sus pertenencias por la ventana.

– Emma se da la media vuelta diciendo:

– Si eso es lo que quieres para tu hija – Interrumpe el Señor Brown – Yo no quisiera eso para mi hija, tienes mi dinero, pero no tienes padre, porque tú dejaste hace años de ser mi hija. Lamentable perdí a "Emma" con los años, hice de todo para salvarte pero no haz puesto ni un puto esfuerzo.

La reputación de Emma comenzaba a caer al igual que la de su vividor esposo.

Pero había algo que crecía cada vez más, el odio, los celos y el rencor acumulados hacia Aurora. Odio que se transmite desde años atrás, ya que Emma siempre se considero menos que su hermana y la cosas vividas de su hermana alimentaron a la bestia para poder atacar sin piedad era tal lo enferma que estaba Emma que ya ni fallecida dejaba de pensar en competir con Olivia, pues claro ahora la veía reflejada en Aurora.

Pero para Emma su hermana a la cual consideraba una "puta" porque a los dos años de morir su esposo quedo embarazada de un "don nadie que se fugó" y encima pariendo a una ciega ella lo festejaba. Las mejores herramientas de ofensa para Emma siempre estuvieron listas, pero ahora va por el premio mayor: "Aurora", y Emma, fría y calculadora sabe que es cuestión de tiempo para darle a su vida la peor de las pesadillas, si, solo era cuestión de tiempo. El Señor Brown no durara mucho con vida. – Piensa Emma. –


Jaime Cueto

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Jaime Cueto.

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