Ojo por Ojo.

Comienza la conspiración.

La Señora Emma Brown, sin importarle el nivel de su grito dice en la casa:

–"Pero es una ciega"!!, válgame dios que desgracia!! – exclamó brutalmente dentro una sala frente a algunos de su familiares. – Aprovechando que el Señor Brown, su padre, atendía negocios fuera de la misma –.

– Puede ser una desgracia o una bendición que logre unir a esta familia de una vez por todas – Dice el hijo de Emma, John Anderson que a sus solo quince años continua diciendo:

– Esto debe unirnos, no separarnos, La pequeña necesitará ayuda toda su vida y somos la única familia que tiene. Somos "Brown", ¿tenemos apellido? Sí. Pero también debemos tener corazón!

– Se genera un incomodo silencio el cual es interrumpido por Emma Brown que dice: –

– Mira mocoso atrevido, bendiciones las da el Papa. Esto no es una casa de beneficencia, esta es una lujosa Casona donde vive una familia noble, sana y de apellido!!. No es una casa para hospedar bebes bastardos de putas! 

– ¿Qué? John!!, No me mires así. ¿Acaso quieres hacerte cargo tú de esa bastarda cuando tengas veinte años? Pues hazlo si tienes los cojones, porque nosotros no tuvimos la idea de traer esa ciega aquí, que ademas no para de llorar!, de esa cosa que está allí arriba deberá hacerse cargo la madre, y yo la quiero bien lejos.

– John es hijo de Emma, pero no lo parece. ¿Por qué?, porque tiene sentimientos, tanto así que su abuelo le dice que parece adoptado, que nunca entendió cómo podría ser tan diferente a sus padres. John no callaba y respondía las locuras de sus padres.

– John le dice a Emma, su madre – Tú no tienes corazón, te lo olvidaste en el hospital cuando naciste!, se trata de tu hermana y que ella tuvo una hija ciega. ¿En qué cabeza cabe no querer tener ni el mas mismo sentimiento de caridad, de respeto?. Me das vergüenza! ya ni madre puedo llamarte!! y si te animas, ven a golpearme por mis palabras!! Porque no les tengo miedo ni a ti ni a la vergüenza de mi padre. Solo quiero a mi abuelo, el pone un plato de comida en nuestra mesa de todos y aun así no lo respetas haciendo que nuestro padre le robe su dinero!! –Ven golpéame!!. pierde tu tiempo en eso en vez de ayudar a Olivia y no a querer sepultarla junto a su hija.

– La Señora Emma, sin inmutarse responde – Ya se quién eres Jhon, todo lo que digas es silencio para mi porque para mi no existes, desde que tu abuelo te lavo la cabeza eres un fantasma. 

La maldita Señora Emma llama a la empleada con su campanilla en voz alta: "Isabella"!!

– Si señora Emma ¿En qué puedo servirle?

– Lleve algo de comer a mi hermana Olivia, la bebe "Aurora", aun no puede comer las sobras, de todos modos. Ni las ve, es muy pequeña y ciega, mejor que se alimente de su madre ya le llegara la hora.

En ese momento los pocos tres que estaban en el salón escucharon el veneno desprendido de su boca e increíblemente dos de ellos guardaron silencio, el único que quedo indignado era el primo primo de la pequeña Aurora, que a sus solos quince años no podía entender lo que pasaba, y menos la crueldad de las palabras de su madre, le daba vergüenza y miedo escucharla. Estaba loca pensaba siempre y cada día estaba más convencido que su locura la llevaría al lugar donde debería estar.

Pasado un mes ya Aurora esta mas grande y linda, y aunque se movía con muchas limitaciones y torpeza vivía reposada sobre los brazos de su abuelo el Señor. Brown.

Olivia le dice con lagrimas en sus ojos:

– Papá, yo se cometí un error acostándome... – El padre interrumpe: – Olivia por favor, parezco el más cuerdo de la casa. Eso le puede pasar a cualquiera, sin importar de qué clase vengas. No es un tema de clases sociales, es un tema de circunstancias, cosas que el destino nos marca. Pero así como el destino te jugo esa pasada, te premio con un sol que iluminará esta casa.