Lo que Aurora merecía ver.

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15 de Mayo - NewYork - Presbyterian Hospital.

Callum amanece sin sus manos, pero con sus sentidos afinados y necesita salir de un gran problema: La misteriosa perdida de sus extremidades.

– Señor Anderson, buenos días, ¿cómo se hizo esto? – pregunta en el Hospital un medico adjunto de la alcaldía de New York.

– Cuénteme, estoy para ayudarlo en su trauma y poder lograr que usted pueda salir de aquí ya que entendemos que no cuenta con apoyo familiar.

Callum Anderson, no puede perder mas de lo que perdió, entonces sin pensarlo, y ya asesorado por uno de sus delincuentes abogados sin perder su afinada objetividad responde:

– Estaba trabajando en mi taller con una guillotina que corta papel, fue un momento de distracción, puse las manos donde no debía y aquí estoy.

El Doctor comenta:

– Suena lógico por el tipo de corte que se hecho. Otra consulta: ¿Tiene seguro de asistencia para tratar este tipo de problemas? Usted sabe que al perder dos extremidades tan importantes es todo un cambio de vida, necesitara terapias de todo tipo.

– Sí lo tengo. – Responde Callum de muy mala gana – Más bien retírense de aquí, todos!! váyanse de mi habitación, quiero estar solo!! Largo a todos!!. – Callum comienza a enfurecerse diciendo:

– ¿Ustedes me hablan de terapias y todas esas mierdas y no tienen ni la mas puta idea de lo que no es tener manos?!!

El Doctor adjunto, si bien le dice que sí, porque en ese hospital se ven todo tipo de cosas, trata de calmarlo pero era imposible, Callum también había quedado ciego de la ira. Y parecía complicar más las cosas, es más, los consejos de su abogado se iban diluyendo con la terquedad de Callum. Pero esto no era todo, las complicaciones le irían llegando cada vez más.

Callum aguantaba el dolor, por fin lo conocía y con él, la impotencia de no poder ver un futuro. El ya no podía ver más allá de lo que le quedaba de sus brazos. El medico adjunto necesitaba respuestas concretas para ayudarlo.

– Señor Callum, entiendo lo de su accidente, pero tenemos un problema y espero por favor se calme y pueda colaborarme porque estoy aquí por su bien. Si usted no colabora su caso deberá elevarse y ya quedara en manos de la justicia.

Cuando Callum Anderson escucho "justicia", se le paralizó el cuerpo porque las palabras de Aurora retumbaban en su cabeza y el que era delincuente no podía quedar en manos de la jurisdicción estatal de justicia por dos razones: la primera era que Callum había cometido tantos delitos y había sido prestado tantas veces que podrían asociar su accidente con la mafia. Y lo segundo era que Aurora no había mentido con su amenaza, ya que si algo se sabia de la verdad, Callum Anderson sabia que podría amanecer una mañana flotando en el rio. Por esas dos simples razones Callum retoma la cordura y escucha.

El Doctor continua:

– Aquí tengo un reporte del servicio de policía y del departamento de urgencias del novecientos once donde se informa que usted fue encontrado en un burdel de Manhattan sobre una mesa, sin sus manos, sus muñecas muy bien vendadas y un vaso de Whisky con un sorbete.

– ¿Podría explicarme por favor cómo hacemos para tomar su declaración, teniendo este informe firmado por el oficial Thompson de la policía de New York?

El problema de Callum era que no podía decir la verdad, y la mentira que siempre fue su principal aliada, esta vez le jugaría en contra. Por lo que a Callum no se le ocurre mejor idea que decirle al Doctor que él no hablaría más sin ver a su abogado. Este comentario hizo que automáticamente Callum quedara expuesto ante el Doctor ya que si llama a un abogado el episodio se trataba de un acto delictivo contra él. A lo que el Doctor inmediatamente le dijo:

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