SOULMATES [Rick Grimes/Daryl Dixon]

05

—Nora, tienes el sentido de la orientación en el culo—se mofó Daryl al ver a su novia tomar una curva que no correspondía.

Eleonora bufó cansada y decidió parar el vehículo para volver a echar un vistazo al mapa. La castaña le hiper juró que sabía hacia donde estaban yendo, pues ella mismo ayudó a organizar la ruta.

—Es a la derecha—insistió la mujer—mira aquí pone el nombre de la granja. Estaremos más o menos como en veinte minutos.

Daryl le giró el mapa al leer las letras del revés y ésta miró hacia otro lado, tratando de no mostrar lo avergonzada que sentía. Ni siquiera ella sabia como había sobrevivido con su pésimo sentido de la orientación, pero ahí seguía de una pieza entera. En parte debía agradecer que Nicholas condujera en cada salida, ella era la encargada de matar muertos y dejarle las cosas fáciles, algo debían hacer, así que las rutas no las conducía ella. Era la primera vez que iba a un sitio especifico por su propia cuenta, porque antes de llegar a la comunidad iba dando tumbos y llegaba de milagro a los lugares para refugiarse o conseguir alimento.

Daryl dejó de burlarse al ver la confusión en el rostro de su novia porque no sabia que rumbo debía tomar entre las cuatro rotondas que se le presentaba.

—Puedo ayudar, Nora, déjame ver.

Eleonora con toda la resignación del mundo optó por pasarle el mapa. Vale, aún le seguía costando pedir ayuda por muy desesperada que estuviera. Daryl vio las reconocidas letras de su novia sobre el papel y suspiró.

—Tenemos que dar la vuelta—avisó—era por la anterior carretera, todo recto.

—Pensé que nos quedaban veinte minutos—bufó con molestia, sin obviar que claramente era su culpa por no comprender el recorrido—pues nos toca gasta un poco más de gasolina.

—Tenemos la necesaria para volver a casa—le tranquilizó Dixon al ver como maldecia a la ruta.

El resto del camino le fue indicando para que no volvieran a perderse. Eleonora era un desastre al volante porque aprendió a conducir en pleno apocalipsis, así que no podía machacarse tanto sino se le daba del todo bien las coordenadas.

Tiempo después vieron a cierta distancia una enorme granja con sus respectivos establos, lleno de vegetación, sin animales a la vista y varios caminantes rondar sin sentido. No sería mucho problema acabar con ellos.

Después de casi medio día al volante lograron llegar al sitio acordado.