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Días antes del accidente:

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Días antes del accidente:

Daryl se paseó por la cocina del hogar de su novia y miró atentamente la receta, sin dejar esa extraña mueca de confusión. Cumplía un mes más al lado de su Nora y quería hacerle una cena romántica con velas y todo.

—¿De donde saco cebolla caramelizada?—se cuestionó al leer aquel libro de cocina.

Realmente gran parte del listado de alimentos no estaba a su alcance o siquiera ya existian. Pero por suerte Carol le había indicado que podía sustituir para asemejar el sabor al de la receta original. Daryl hizo de las suyas como pudo, ya que tampoco tenía mucho talento en la cocina, pero quería hacerlo por su aniversario con Eleonora. Normalmente cocinaba Nora y él se encargaba de limpiar.

—¿No necesitas ayuda, bonito?—preguntó la castaña desde su comodo sofá.

—Lo tengo todo controlado—aseguró.

Eleonora le dio el voto de confianza y continuó buscando palabras en el crucigramas. Daryl siguió meneando las sartenes y procedió a hacer pan en forma de hamburguesas. Trató de echar las cantidades correspondientes para cuatro personas—también lo compartiría con Rick y Carl—y siguió amasando con cuidado de no dejar la cocina tan desastroza.

—Bonito.

—Dime.

Eleonora estaba apoyada contra el umbral de la entrada y con una sonrisa disimulada entre sus labios. Daryl lucía bastante adorable con aquel delantal y el sombrero de chef que su novia usaba de vez en cuando.

—Solo te llamaba bonito, bonito, porque te ves realmente bonito.

Daryl la miró como si fuera un bicho raro.

—Se supone que no tienes que ver que estoy preparando.

—Soy impaciente. Me disculpo mi señor—añadió haciendo una reverencia como si de algún rey se tratase.

—Ve al salón o ve donde Rick hasta que termine.

Eleonora soltó un suspiro lastimero y dio cortos pasos hasta la isla de marmol.

—Amo con locura a mi Rick—recitó ella con dulzura en sus palabras al pensar en su novio—. Pero por hoy quiero estar contigo, así, pegadita como un chicle.

Dicho eso lo atrapó por la espalda y llevó sus manos a la cintura de Daryl, abrazandole desde atrás. Le dio un beso en la espalda.

—Se me va a quemar la cena, Nora.

—Huele muy rico.

—Va a oler a quemado sino me dejas mover—contestó entre risas.

Eleonora se le unió y le abrazó con más fuerza.

—Pues te vas a tener que mover conmigo—le aseguró ella en tono juguetón.

SOULMATES [Rick Grimes/Daryl Dixon]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora