Estrategias de conquista

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Frank siempre ha sido popular con las chicas. Pero ¿Cómo lo hace? Siempre hay un secreto. Y el suyo son 6 simples pasos. Lástima que Gerard cayó rendido ante el tercero... y disfrutó de los restantes.

 

 

— No puedo creer que la chica haya aceptado a salir contigo... ¿Viste sus pechos? —Gerard tomó una caja de cereal y se sentó sobre el mostrador de la cocina, echándose un gran puñado a la boca.

— Es obvio que me fijé en sus pechos Gee, sino la pobre chica se quedaría sola un viernes por la noche —Frank hizo un pequeño puchero, como si se lamentara por la suerte que podría hacer corrido la mujer.

Gerard le lanzó un puñado de cereal, carcajeándose sobre el mostrador antes de volver a habla con la boca llena.

— ¿Cómo dijiste que se llamaba? —le preguntó enarcando una ceja. Era costumbre ver a su amigo entrar  y salir con diferentes chicas cada semana, desde que ambos se habían ido a vivir al pequeño departamento en New York.

— ¿Importa? —Frank se lamió los labios, la verdad no le importaba.

— ¡Claro que sí Frank, es tu cita! —Gerard le reprochó, lanzándole otro puñado de cereal.

Frank tomó un cojín del sofá y lo usó de escudo.

— Recuerdo que... si no me equivoco se llama Giselle —musitó el castaño, acariciándose el mentón.

— Giselle... la chica de la semana pasada se llamaba Leslie ¿Cierto? —Frank asintió— Me caía bien, su superhéroe favorito era Linterna verde —dijo Gerard mirando al techo y echándose otro puñado a la boca.

...

Al cabo de unos minutos Frank salió de su habitación nuevamente. Se había dado una ducha y lucía su corto cabello castaño alborotado. Traía puesta una camiseta negra y unos jeans oscuros, junto con unas Vans negras. Se desordenó el cabello una vez más frente al pequeño espejo detrás del sofá, se puso unas gafas oscuras sin importar que afuera estuviese oscuro y bastante nublado, y sin más, se encaminó hacia la puerta principal.

De pronto Gerard entró al apartamento, al parecer había salido a comprar un paquete de skittles junto con unas galletas para pasar la noche y al ver a su amigo alzó una ceja conteniendo una carcajada.

— Al parecer si te importa esta tipa... —río volviendo a sentarse sobre el mostrador de la cocina—  ¿Cuántos kilos de gel traes en el pelo?

— No exageres Gerard —Frank hizo una mueca devolviéndose a mirarse frente al espejo.

— No exagero, eres tú quien lo hace —respondió éste observándolo divertido— Es que no sé como lo haces —hizo una pequeña mueca cruzándose de brazos.

— ¿Qué es lo que no entiende el señor Soy-Demasiado-Genial-Como-Para-Tener-Citas-Con-Desconocidas? —Frank se sentó en el borde del sofá, mirándolo con una ceja en alto.

Gerard chasqueó la lengua y se estiró para alcanzar su paquete de skittles, lo abrió con cuidado y se echó unos cuantos a la boca antes de hablar.

— Tienes citas prácticamente dos o tres veces por semana —bufó— Y no es eso, simplemente no me siento... bien teniendo citas ahora, hace menos de tres meses que terminé con Lindsey— agregó vaciándose la mitad del contenido del paquete de Skittles en la boca.

El castaño se pasó la lengua por la parte interior de la mejilla y le miró por unos instantes. Era verdad que su amigo había terminado hace poco con esa chica y según recordaba había sido su primera novia. Con quien había perdido la virginidad y toda esa mierda.

talk dirty to me ・ frerardWhere stories live. Discover now