talk dirty to me ･ frerard

well, fuck

Saqué este oneshot de una carpeta con un montón de oneshots que me prometí alguna vez editar y volver a publicar. Y bueno, aquí va uno. 

            — ¿Bailas?

Gerard se le quedó mirando atónito, porque aunque la iluminación era una mierda podía notar que tenía unos ojos en serio hermosos, y todo su rostro lucía genial y... ¿En serio quería bailar con él? Sentía que todavía tenía restos de su cena en la barbilla, después de haber vomitado todo lo que había en su estómago solo minutos atrás. Pero estaba seguro que se había enjuagado la boca, la cara, y que quizás el maquillaje en sus ojos era una mierda ahora mismo pero, demonios. Ese tipo quería bailar con él y obviamente no iba a rechazar la invitación. Probablemente iba a ser el punto álgido de esa noche.

— Claro, seguro —contestó con una sonrisa torcida en los labios y no tardó en ponerse de pie de aquél roñoso sofá. Tomó la mano que el guapo extraño le estaba ofreciendo, y juntos avanzaron a la sala de estar que habían adoptado como pista de baile, que desde lejos parecía una lata de sardinas por lo apretados que lucían todos.

Lograron meterse en medio de todos, y sin mediar más palabra comenzaron a mover sus cuerpos sin dejar espacio alguno entre ellos. Gerard podía sentir el bulto ajeno contra su muslo, y quizás en un día cualquiera se habría ofendido un montón por eso, pero en ese momento le calentaba terriblemente. Debía agradecer al alcohol, claramente. Porque en serio se había pasado de la media que solía beber usualmente. En su mente dijo "A la mierda", y correspondiendo a la sonrisa traviesa del más bajo, llevó sus manos por debajo de la camiseta ajena para conocer la piel de su abdomen y baja espalda.

— ¿Cómo te llamas? —Preguntó el de ojos bonitos, enarcando sus delgadas cejas. Gerard quiso golpearlo en la cara. Era imposible lucir tan bien a esa hora de la noche.

— Gerard —casi gritó para hacerse escuchar por encima de la música— ¿Y tú? —Soltó la pregunta en un tono más bajo, cuando aprovechando el ritmo de la música, apegó su rostro al cuello ajeno. Podía oler su perfume. Y el pobre tipo probablemente estaba oliendo los macarrones con queso que habían quedado pegados en su cabello después de vomitar.

— Frank —respondió él.

Gerard apartó su rostro para mirarle a la cara, con una pequeña sonrisa flotando en sus labios, pero no tuvo tiempo de formular palabra alguna porque en cuanto estuvo al nivel de su rostro, su boca fue alcanzada por la ajena, y un beso totalmente invasivo comenzó entre ambos. Podía sentir la lengua de Frank al interior de su boca, e intentó no pensar en eso y solo disfrutarlo, pero el alcohol provocaba eso en él y mierda. En serio era un beso muy provocativo para dos extraños. Aunque ahora conocía su nombre, así que no eran tan extraños. Decidió enviarlo todo a la mierda y enlazó los brazos detrás del cuello ajeno, apegándose a su cuello y dejándole sentir ahora la erección que estaba formándose de manera involuntaria entre sus piernas. A partir de aquí, no había vuelta atrás.

Frank mordió su labio inferior cuando el beso se rompió, y luego de dedicarle una significativa mirada le tomó de la mano, y por entre el túmulo de gente avanzaron hasta llegar al baño. La luz no funcionaba, como se dieron cuenta. Pero no necesitaban de mucha luz para lo que iban a hacer, de todos modos. La luz natural que se metía por la pequeña ventana junto a la ducha era suficiente. Gerard quiso hablar, siempre quería hablar cuando estaba ebrio, pero Frank lo apegó contra la pared y luego de besar sus labios, comenzó a bajar rumbo a su cuello. Gerard se encontró a sí mismo produciendo sonidos que parecían gemidos ahogados, mientras Frank seguía la línea de su cuello para regresar nuevamente a su mandíbula, y mudarse luego a sus labios.