talk dirty to me ･ frerard

Galletas & Poker

A veces era demasiado inteligente para su propio bien.

 Frank siempre se las ha arreglado para encontrar una manera de hacer que esté de acuerdo con él. Es como una maquina de testeado, un dispositivo de erección inmediata, había algo en ese pequeño tatuado guitarrista que te hace querer quitarte el cerebro, irte a la mierda y sentarte a ver lo todo el día. La segunda acotación es que siempre tiene ganas de... es bueno para... hombre, es pequeño, pero rayos, su entrepierna es mucho más grande de lo que te puedes imaginar.

 A veces hace cosas muy tontas pero ardientes. Por lo menos, desde mi punto de vista, la mayoría de las cosas que él hace siempre me encienden. A veces, cuando estábamos tocando en el escenario, con sólo lamerme la cara o darme un beso... quizás la cosa más mínima que él haga me enciende, y déjame decirte... los besos de Frank y tan sólo su lengua... te dan erecciones. Erecciones inmediatas.

 Recuerdo que una vez masticó un preservativo. Un puto condón de mierda. Y, una de las cosas más difíciles de ocultar durante un concierto, es una erección. Además, si no tenía una al verlo masticar un condón, bien podía haber quedado ciego. A veces, era después de los espectáculos, cuando se quedaba sin camisa, sudando. Curiosamente, en todo lo que hacía, siempre lo hacía buscándome a mí... y por supuesto, siempre terminamos haciendo cosas en las mesas, camas, literas, sofás, baños, alfombras e incluso sillas, por que al verle a los ojos firmaba mi contrato para tener relaciones sexuales con él.

A veces sentía que me estaba usando como una suerte de esclavo sexual. No es que me queje, sin embargo. Pero a veces, me sorprende lo bueno que es para encenderme. Tiene un talento para hacerlo, un arte, que con las cosas más estúpidas puede hacer que me ponga caliente. Al igual que una vez que cuando estábamos jugando al poker con los chicos, una noche aburrida en una habitación de hotel, en el tour The Black Parade.

Ray ya estaba durmiendo y aunque Mikey también, lo desperté sólo para que jugara al poker con Bob, Frank y yo. Mikey estaba somnoliento, mientras trataba de mantener sus cartas. Y prácticamente se estaba quedando dormido al lado de Bob, el rubio baterista y también el mejor jugando, que miraba sus cartas con una expresión aburrida, sin interesarse en lo absoluto en el juego, no tanto como Frank y yo, que prácticamente nos estábamos gritando el uno al otro, por que él decía que yo estaba haciendo trampa y no era así.

Sin embargo, Bob, cuando se dio cuenta que Mikey se había quedado dormido apoyado en él, dio un suspiro y nos miró obligándonos a callarnos.

 — Esta mierda es aburrida chicos, me iré a dormir si no lo hacen más interesantes —nos dijo señalando a mi hermanito que dormía, Mikey roncaba levemente con la cabeza sobre el hombro del baterista. Era demasiado adorable para su propia suerte y el rubio se aprovechaba de eso.

— ¿Cómo qué? —Frank preguntó, estábamos sentados en un pequeño círculo en el suelo, con la espalda contra una de las camas de la habitación.

 — Tal vez deberíamos apostar algo —Bob se encogió de hombros, moviendo la cabeza de Mikey un poco, pero este ni se inmuto y siguió durmiendo.

 — Pero no tengo dinero —dije en un tono inocente, antes de que Frank hablara, haciéndome girar hacia él.

— Bueno, yo tengo tres paquetes de galletas en mi maleta, podríamos apostar Oreos —se encogió de hombros y tanto Bob como yo asentimos con la cabeza. No era habitual que las personas usaran galletas a la hora de apostar en el poker, pero a la mierda, me encantan las galletas. Sin despertar a Mikey comenzamos a jugar de nuevo, con las Oreo, poniendo una o dos en el centro de nuestro pequeño circulo para aumentar la apuesta.

Estaba a punto de tomar una carta de mi puño y me distraje por Frank. Tomo una de sus cartas y la deslizo lentamente por sobre la crema de la galleta, dejando la parte oscura a la vista antes de llevarla a su lengua, presionando suavemente contra la carta al lamer, mirándome con lujuria en los ojos. Yo sólo lo miré ruborizado, sintiendo como mi intención se iba poco a poco de nuestro juego de poker.