Kiss Me | Killua Zoldyck y tu|

Cuidado X con los X prisioneros

Pov (T/N)

Finalmente llegué a la arena de combate. El camino que había cruzado se desvaneció, creando una distancia entre mis amigos y yo. Frente a mí estaba el primer prisionero de la Torre, y la diferencia entre nosotros era evidente.

- Ahora, determinemos el método de combate- dijo el prisionero con desdén.- Propongo una lucha a muerte, pero como eres una niña, podemos hacer una excepción.

- (¿Me está dando una ventaja solo por ser mujer?)- pensé, mientras seguía escuchando su arrogante voz.

- Sin embargo, si en algún momento quieres detenerte, todo lo que tienes que hacer es decir: "Me rindo"- dijo el prisionero con una desagradable sonrisa.

- ¡Está bien!... ¡Me parece justo!- dije y me alejé un poco de aquel hombre.

Una pelea que requería fuerza física, para alguien como yo, significaba acabar bajo tierra. Tomé aire, tratando de mantenerme tranquila. El prisionero también se alejó de mí y adoptó una postura de combate. Parecía estar esperando a que yo empezara con mi ataque. Escuché un repentino grito, alguien me había hablado. Ese alguien era... Leorio.

- ¡(T/N)!, ¡Ríndete!, ¡No podrás contra él!- gritó Leorio, parecía no querer ver cómo una pequeña niña era destrozada por aquel hombre.

- Esta-...- Ni siquiera tuve la oportunidad de acabar mi frase.

De repente, sentí un fuerte dolor en mi abdomen. Solo me había distraído por unos segundos, pero eso fue suficiente para que el prisionero aprovechara la oportunidad.

Cerré los ojos ante el impacto y un gemido escapó de mi boca, junto con mi saliva. Su puño fue suficiente para dejarme fuera de combate y caí al suelo con un fuerte golpe. El dolor era insoportable.

Kurapika y Leorio apretaron los puños con impotencia al presenciar la escena.

"Debería haberles hecho caso", pensé con pesar mientras me retorcía de dolor en el suelo.

La pesadilla continuaba sin tregua. Sin darme la oportunidad de levantarme, aquel hombre me agarró del cuello y me levantó. Quería ver mi rostro y, quizás, esperaba que dijera lo que él quería escuchar.

El ambiente se volvió silencioso mientras yo permanecía muda. Este silencio fue suficiente para que él continuara con su plan. El hombre deseaba terminar esto rápidamente, así que sabía cuál sería su próximo movimiento. Yo no podía moverme ni hacer nada para evitarlo.

Pero justo cuando estaba a punto de estrellar mi rostro contra el suelo, recordé algo y solté las palabras esperadas. Fue el miedo lo que me hizo reaccionar, buscando cualquier manera de evitar lo que estaba por suceder. Y luego... todo se volvió completamente oscuro.

Pov Killua

Mi mirada se mantuvo fija en lo que sucedía. Escuché a (T/N) soltar un "me rindo", pero fue demasiado tarde, su rostro ya había impactado contra el suelo. Aunque quedé paralizado por unos segundos, la escena era confusa incluso para mí. Tras el golpe que ella recibió, el prisionero cayó de espaldas, ¿había muerto?

Los que estaban a mi alrededor abrieron sus ojos de par en par, completamente sorprendidos. La confusión se apoderó de todos nosotros. ¿Cómo y en qué momento? ¿Fue ella la causante de su muerte? Todo parecía indicar que sí, sus ojos se habían vuelto completamente blancos y su cuerpo estaba rígido.