Día 16: Rutina

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💙Mayores de edad, viven juntos🧡
💙Pequeño cambio de temática  rutina diaria🧡

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Uno de los momentos más importantes de una pareja es vivir juntos, aquello que bien podría ser algo beneficioso o que podría llevar a la ruina a una pareja, pues no era lo mismo el verse unas cuantas horas a vivir bajo el mismo techo.

Jaime y Bart lo tenían muy claro, aún así decidieron hacer el intento de vivir juntos, se sentían listos para dar el siguiente paso como pareja.

Así que buscaron un pequeño departamento que estuviera cerca de la universidad, lo cual no fue difícil de encontrar por lo que luego de hablarlo lo suficiente decidieron rentar aquel lugar.

Desde hace un tiempo ambos chicos había conseguido empleo en distintos lugares por lo que con sus ahorros, y como no, con algo de ayuda de sus parientes y amigos, pudieron amueblar el lugar haciéndolo bastante acogedor.

No iban a negar que en algunas ocasiones las cosas se ponían difíciles, pues aún estaban aprendiendo organizarse entre ellos, claramente había desacuerdos y algunas pequeñas discusiones, pero a pesar de todo lograban resolver sus problemas juntos, y orgullosamente presumían que nunca se habían ido a dormir molestos en los dos años que llevaban viviendo juntos.

Con el tiempo había creado una pequeña rutina para sus días, era simple pero para ellos era perfecta.

Sus mañanas eran tranquilas o al menos cuando no iban tarde a sus respectivas actividades.

Generalmente Jaime era el primero en despertarse, aquello era una ventaja pues podía admirar a su pareja descansar como un angelito.

Le causaba algo de gracia el hecho de que dormido el velocista se veía tan tranquilo cuando en realidad era todo lo contrario.

Él se encargaba de despertar al menor, aveces lo hacía con pequeños besos en su rostro, otras veces dejaba suaves caricias mientras le hablaba suavemente a lo que el castaño no tardaba en despertar, abrazándolo y acurrucandose junto a él unos minutos más.

Reyes dejaba que Allen se quedara así hasta que la hora de levantarse llegaba, y con todo el pesar de su corazón y quejas del escarabajo, despertaba al velocista que por fin terminaba de levantarse.

Bart era el primero en tomar una ducha, mientras esto sucedía Jaime se encargaba de preparar el desayuno para ambos, se había acostumbrado a cocinar para 10 personas, así que ya no era un problema.

Para cuando terminaba de cocinar, se dirigía a la habitación para avisarle al menor que el desayuno estaba listo, encontrándose con su pareja arreglada o terminando de hacerlo, y la habitación completamente ordenada y limpia.

Un fugaz beso de buenos días era lo que recibía todo los días cuando iba a llamarlo, no podía estar más contento con eso.

Sin más se dirigían a desayunar mientras hablaban de lo que harían ese día, así como de cosas triviales como las compras de la semana o algún otro asunto que tuvieran.

Al terminar el desayuno ambos se encargaban de recoger la mesa, Bart se quedaba a lavar los platos, en lo que Jaime se iba a duchar y vestirse para salir a la universidad.

Solían irse juntos cuando sus horarios coincidían, cuando no lo hacían uno solía salir antes que el otro, aunque aquello era raro.

Caminar de su hogar a la universidad no era un problema pues se encontraba relativamente cerca, así que durante su camino disfrutaban de hablar de cualquier cosa o simplemente guardar silencio disfrutando de la compañía del otro.

Cuando el momento de despedirse llegaba, un cariñoso y corto beso era su despedida, el cual era acompañado con algunas palabras, ya fuera un: "Ten buen día", "Nos vemos luego", "Suerte", etc.

Sus clases solían pasar con normalidad, entre ellas solían escribirse, siendo mensajes cortos que intentaban ser contestados lo más rápido posible.

En sus descansos no solían juntarse ya que nunca coincidían, por lo que solo hablaban por mensaje o en ocasiones hacían llamadas.

Una vez su jornada terminaba solían regresar a su departamento solo para comer, la comida tampoco la solían compartir pues sus horarios de salida y de trabajo no los ayudaban mucho.

Jaime solía preparar la comida para ambos y si le sobraba tiempo aprovechaba para limpiar los platos que había usado, Bart llegaba poco después de que Jaime se fuera por lo que comer solo no era algo nuevo.

Cuando terminaba simplemente limpiaba lo que había usado y se marchaba a su trabajo.

Al igual que entre sus clases, si no se encontraban muy ocupados en su trabajo aprovechaban para escribirse.

En su trabajo de igual forma no había mucho que contar pues solía transcurrir con normalidad cuando no habían percances de misiones o algo parecido.

Cuando la hora de salida llegaba se iban directamente a casa, un beso de bienvenida no podía faltar en su rutina.

Sus noches solían variar un poco, pues aveces hacían sus tareas, hacer las compras de la semana, limpiar o pasar el rato juntos disfrutando de la compañía ajena.

Aunque claro no dejaban de lado sus responsabilidades de héroes, solían salir a patrullar en veces, intentando no regresar muy tarde a casa para poder descansar lo suficiente y rendir durante el día.

En sus fines de semana su rutina sufría ligeros cambios, como el hecho de que solían despertarse más tarde de lo habitual, desayunaban, comían y cenaban a horas muy diferentes y generalmente a ninguno le gustaba cocinar esos días por lo que terminaban pidiendo algo de comer.

Solían hacer sus proyectos o deberes escolares, así como cualquier otro pendiente que tuvieran.

Pero sobretodo aprovechaban esos días para estar juntos y disfrutar la compañía del contrario.

Si bien era algo complicado balancear su vida como jóvenes adultos y como héroes, no era imposible pues hasta ahora había logrado sobrevivir en el intento de ser independientes y héroes.

Y aquello les bastaba para estar bien.

30 días otp BluepulseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora