Día 13: Comiendo helado

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Au: niñero
Jaime 15 años y Bart 10 años
No relación sentimental/amorosa
💙🧡💙🧡💙🧡💙🧡💙🧡💙🧡💙🧡💙🧡

Como otras tantas veces Jaime se encontraba a la salida de la escuela primaria de ciudad Central, esperando a un pequeño castaño.

No era novedad que el fuera a recoger al niño, debido a que desde hace un tiempo había sido contratado como niñero para el pequeño, todo gracias a su madre.

Quien ofreció sus servicios como niñero para un amigo de ella, al principio no le agrado mucho la idea, pero el hecho de ganar un poco de dinero extra por cuidar a un niño no era tan malo, además le había tomado cariño a ese pequeño, por lo que si se lo preguntaban no era una tarea difícil.

Además se acomodaba a su horario, por lo que saliendo de la escuela podía pasar a recoger al menor sin ningún problema, ya que este se quedaba tiempo extra debido a que se encontraba en atletismo.

Se encontraba jugando en su teléfono hasta que sonó el timbre, anunciando que las clases extras habían terminado, así que guardó su teléfono y espero pacientemente a que el menor saliera.

No pasaron ni 5 minutos para que un pequeño castaño saliera por la puerta de la escuela, despidiéndose de alguno de sus compañeros, una vez lo hizo, observó a sus alrededores y al ver al moreno no dudo en correr hacia él.

Aunque al deducir lo que quería hacer se apresuró a gritarle que se quedara en donde estaba.

El niño tenía la costumbre de cruzar sin fijarse, por lo que ya se había llevado más de un susto alguna vez.

De ahí la razón que siempre tuviera que estar atento a la salida del pequeño.

Una vez llegó hasta donde estaba el pequeño lo miró serio cruzándose de brazos, aunque este no le dio mucha importancia y tan solo lo saludo tan animado como siempre.

Blue! Hola-

-¿Qué te he dicho de fijarte al cruzar?- Fue lo primero que dijo, a lo que Bart puso aquellos ojitos de perrito regañado, que lo hacían ver adorable y eran una gran debilidad para la mayoría.

Por desgracia él no era la excepción.

-Lo siento, Blue, no volverá a pasar- Se disculpó en aquel tono de pena y con aquel pequeño puchero para evitar un regaño mayor, a pesar de su carita de inocencia, claro que sabía cómo evitar un regaño mayor.

Jaime al ver eso solo pudo suspirar y negar levemente con la cabeza, nuevamente cedía ante los ojitos del pequeño -Está bien, pero ten más cuidado a la próxima- Le pide a lo que el menor asiente aún sin quitar aquellos ojitos.

No puede evitar sonreír y revolverle el cabello en un gesto de cariño -Ven acá pequeño- Le sonríe y extiende los brazos a lo que el castaño no duda en abrazarlo sonriente al ver que no estaba enojado. -¿Cómo te fue hoy?- Preguntó una vez se separaron y comenzaba a caminar mientras tomaba la mano del niño quien lo seguía.

-¡Bien! Mi maestro me felicito porque mejore mi récord, dice que soy el más veloz de la clase, oh y ya dieron los resultados de los exámenes de matemática, me fue muy bien- Contaba con emoción a su mayor el cual solo lo escuchaba y le sonreía.

-Me alegra que te fuera bien, ¿Qué tal con tu tarea? ¿Si la hicimos bien?- Pregunta para continuar la platica, aunque con el niño, las conversaciones nunca se acaban.

30 días otp BluepulseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora