❄ Parte 03 ❄

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❄ The Last ❄

◽Neji Hyuga◽

◽Neji Hyuga◽

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Abrí los ojos y me encontré con la luz del día filtrándose suavemente a través de las ventanas. Me levanté de la cama, pequeña pero sorprendentemente cómoda, y salí de la cabaña. Al instante, me vi rodeado por la vista serena del bosque. El aire fresco de la mañana llenó mis pulmones, y me permití respirar profundamente, absorbiendo la pureza del entorno.

El bosque estaba envuelto en una calma que contrastaba con las tensiones que había enfrentado en los últimos tiempos. Los rayos del sol se filtraban entre los árboles, creando patrones de luz y sombra en el suelo cubierto de hojas. Cada detalle de la naturaleza, desde el susurro de las hojas movidas por el viento hasta el canto lejano de los pájaros, parecía contribuir a una sensación de paz y renovación.

Me permití un momento de tranquilidad, observando el paisaje mientras mi mente comenzaba a despejarse. La belleza del bosque me recordó que, a pesar de las dificultades que enfrentaba, había un mundo lleno de serenidad y esperanza más allá de mis preocupaciones.

Ya habían pasado dos años desde la Cuarta Guerra Ninja. Aquella guerra fue un torbellino de emociones y batallas, y yo estuve a punto de perderlo todo. La herida que sufrí fue grave, pero Lady Tsunade, con su habilidad incomparable, logró curarme a tiempo. A pesar de su destreza, no estaba completamente recuperado. La herida había sido más profunda de lo que había imaginado, afectando uno de mis órganos internos. Lady Tsunade me había dejado claro que necesitaba un período de reposo absoluto, sin esfuerzo físico excesivo, para sanar.

Las palabras de Lady Tsunade resonaban en mi mente mientras pensaba en mi recuperación. Necesitaba tiempo, no solo para sanar físicamente, sino también para encontrar un equilibrio interno que me permitiera recuperarme por completo. Después de mucha reflexión, tomé una decisión. Decidí emprender un viaje a un lugar tranquilo, alejado del bullicio de Konoha y del constante entrenamiento que había dominado mi vida durante años. Quería encontrar un espacio donde pudiera simplemente estar en paz y dedicarme a mi recuperación.

Hablé con mis amigos más cercanos, así como con Hinata y Hiashi. Les expliqué mi decisión, y aunque entendieron que mi elección era necesaria para mi salud, no pude evitar sentir una mezcla de tristeza y gratitud por su comprensión. La mayor parte de mi vida había estado dedicada al entrenamiento, a la perfección y al deber. Ahora, al enfrentarme a la necesidad de sanar de una manera diferente, me di cuenta de lo vital que era tomarme un tiempo para mí mismo.

Así que dejé Konoha, con la esperanza de encontrar la paz y la tranquilidad que necesitaba para recuperarme. Al llegar a este lugar tranquilo que tanto anhelaba, me sumergí en la exploración del entorno. Era un pequeño pueblito, rodeado por un denso bosque que parecía respirar calma. En el corazón del bosque, descubrí una cascada que caía en un elegante arco de agua cristalina. La belleza del paisaje era exactamente lo que había estado buscando para mi recuperación.

Durante mis exploraciones, encontré una cabaña abandonada, alejada del pueblito y rodeada de vegetación. Decidí limpiarla y mudarme allí. Aunque la cabaña estaba en estado deplorable, era el refugio perfecto que necesitaba. Cada mañana, salgo a caminar por el bosque, absorbiendo la tranquilidad que el entorno ofrece. Me encuentro meditando cerca de la cascada, donde el sonido relajante del agua me ayuda a centrar mi mente y a encontrar paz.

Voy al pueblito para abastecerme de provisiones, un viaje ocasional que me permite interactuar brevemente con los lugareños y mantener un vínculo con el mundo exterior. La vida aquí es simple y tranquila, y me ayuda a mantener el enfoque en mi recuperación. Sin embargo, a pesar de la serenidad que este lugar me brinda, algo de la soledad comienza a crecer cada día. Empiezo a extrañar a todos, a mis amigos, a Hinata y a Hiashi, más de lo que había anticipado.

En las noches en que la soledad se vuelve más intensa y el silencio parece hacerse más profundo, encuentro difícil dormir. En lugar de darme a la desesperación, decido meditar. Me siento en un rincón tranquilo de la cabaña o al borde de la cascada, dejando que mis pensamientos fluyan mientras me concentro en mi respiración. La meditación se convierte en un refugio en medio de la soledad, una forma de conectar conmigo mismo y enfrentar los sentimientos de aislamiento que emergen.

Un diminuto sonido me sacó de mis pensamientos, y de repente, me di cuenta de que había bajado la taza que sostenía en mis manos. Al mirar el objeto, noté que tenía una grieta, un indicio de que algo había perturbado mi tranquilidad.

El bosque, que normalmente solía ser un refugio de calma, estaba extrañamente silencioso. Un escalofrío recorrió mi espalda, y el presentimiento de que algo no estaba bien se apoderó de mí. El silencio era tan profundo que parecía que el mismo bosque estaba conteniendo la respiración, como si estuviera esperando algo.

Decidí investigar. Me acerqué a la ventana de la cabaña y miré hacia afuera con atención. La luz de la tarde se filtraba a través de los árboles, creando patrones de sombras que se movían suavemente. Sin embargo, a pesar de la tranquilidad aparente, no pude sacudirme la sensación de inquietud.

 Sin embargo, a pesar de la tranquilidad aparente, no pude sacudirme la sensación de inquietud

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《Viernes 25/03/22》

Posdata: si una taza se agrieta de la nada algunos dicen que es mal presagio o paso algo muy malo o tal vez esta a punto de pasar .


The Last- Un Viaje Para EnamorarseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora