La hija de Bruno Madrigal (Camilo Madrigal y tu)

Extra 2

__: ¡Camilo!, trae a Caeli qué ya va a comer.

Camilo: pero ella quiere jugar un rato más con papá- mencionó mientras corría lejos con la niña en brazos.

Antonio: ¿otra vez se fue?- asenti, ya era costumbre- ¿por qué la llamaron Caeli?

__: porque Caeli era nuestra forma de comunicarnos cuando tú mamá no nos quería juntos.

Antonio: entonces nunca se alejaron.

__: no, y curiosamente Caeli es muy parecida a mi linda amiga, solo cambia el color de piel, ella era más pálida.

María: tia no me quiero bañar- la pequeña niña de chinos corría en mi dirección y su padre corría tras ella.

__: pero princesa, hoy es mi cumpleaños, ¿podrías hacerlo por mi?- la niña de ya ocho años me miró unos segundos y luego asintió.

María: ¡papá corre, se nos va a hacer tarde y es el cumpleaños de la tía __!

Mariano: uff gracias, siempre huye, no entiendo porque no le gusta el agua.

Antonio: tal vez tenga que ver con su don, a veces le afecta el agua.

Mariano: cierto- pudimos escuchar como llamaban a Mariano- debo irme.

__: también deberíamos arreglarnos- Antonio asintió y se despidió luego.

Casita estaba decorada de una forma linda y había mucha comida, desde temprano todos estábamos arreglando todo para la fiesta, tenía una noticia que dar y aprovecharía la oportunidad.

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__: buenas tardes, primero que nada, gracias por venir aquí y convivir con nosotros, sin duda han pasado muchas cosas por el pueblo y logramos salir adelante todos juntos, estoy feliz de estar junto a ustedes y poder compartirles la buena noticia- podía sentir las miradas de todos en mi, murmurando sobre que estaba hablando- ¡la familia crecerá una vez!

Por unos segundos todo estuvo en silencio y luego las siguientes horas todo estaría lleno de ruido, hubo felicitaciones de parte de todos y algunos, como Camilo, que aún no lograban asimilarlo.

__: hola Camilo- el estaba algo en shock y me veía sin saber que hacer, hasta que me abrazo fuertemente pero sin lastimarme.

Camilo: ¿enserio?, no es una broma ¿verdad?- solo negué y su sonrisa fue más grande, esa linda sonrisa que siempre alegro mis días, la familia iba a crecer y nuestra felicidad sería duradera, de eso estaba segura.