Castigados

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Creo que exageraron un poco, ¿era necesario regañarnos durante horas?, ni siquiera habíamos podido comer algo desde que llegamos, agradecía haber comido algo en el camino, apenas terminaron de regañarnos fuimos a hacer nuestras tareas, nos llevó mucho tiempo y no pude ver a Camilo en toda la tarde.

Se llegó la hora de la cena y yo estaba por acabar mis tareas, podría comer algo y tal vez descansar.

Oh qué equivocada estaba, apenas comimos la abuela dijo que debíamos limpiar la cocina, solo después de eso podríamos ir a dormir.

Camilo: esto es demasiado, estoy muy cansado, primero el camino de dos horas, las tres horas parados cuando nos estuvieron regañando, no comimos, estuvimos toda la tarde de un lado para otro y aún debemos limpiar, ya no puedo más. 

El parecía bastante frustrado por esto, siendo honestos yo también lo estaba pero no había nada que pudiéramos hacer al respecto.

__: bueeeno, ¿a quién se le ocurrió la idea de quedarnos allá?

Camilo solo suspiro resignado y comenzó a levantar los platos.

__: ya relájate un poco, mañana podremos descansar un poco, no creo que tengamos tantas tareas.

El solo asintió y siguió en lo que estaba, ya no faltaba mucho para terminar cuando encontré algo de harina suelta, debía limpiarla pero me dio flojera ir por un trapo, así que simplemente la soplé.

Camilo: pero ¿qué…?

Ouh Camilo estaba ahí parado enfrente, no lo había visto y él ahora estaba lleno de harina.

__: oh lo siento, no te vi- le sonreí apenada pero él estaba muy serio, se dio la vuelta y cuando pensé que se había enojado volvió a donde yo estaba y soplo harina en mi cara y mi cabello- ¡Camilo!

Camilo: shhh- me calló poniendo un dedo en mi boca, aunque él se estaba riendo- la abuela nos va a regañar si se entera, vamos a limpiar.

El ya se había limpiado un poco y casi no había rastros de harina, pero yo ahora estaba llena de harina, debía vengarme.

Se dio la vuelta y caminó a la otra esquina de la habitación, aproveché ese momento y me fui detrás de él, apenas volteó, su cara y su cabello estaban llenos de harina nuevamente.

Camilo: ¡oye!, ya estábamos a mano- se quejó mientras yo reía.

__: oh claro que no, yo no lo hice intencionalmente la primera vez, tu si, sufre las consecuencias- le dije y empecé a limpiar mientras reía un poco.

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Aunque no habíamos terminado muy tarde ayer por la noche, me encontraba bastante cansada, y por la cara de Camilo pude ver que el igual.

Camilo: abuela, ¿por qué nos levantaste tan temprano?

La abuela nos miraba a ambos, nos pidió que comiéramos algo, dijo que no tendríamos más que una tarea hoy, eso me alegró bastante, solo que dijo que nos explicaría de qué se trataba después de desayunar.

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Camilo: ¿es enserio?, ¿niños?, digo no tengo nada en su contra, pero tener que cuidarlos es difícil, ¡y más cuidar de siete a la vez!

__: realmente pensé que sería un buen día, no pensé que este también fuera un castigo- y vaya que sería un castigo agotador.

La hija de Bruno Madrigal (Camilo Madrigal y tu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora