Más Hermosa Que El Cielo 🌟

Capitulo 3: LAGRIMAS EN MI VIOLÍN

DREW ME MIRÓ,

YO...FINGÍ UN SONRISA PARA QUE NO SE DIERA CUENTA

DE QUE QUERÍA Y ESTABA NECESITANDO TODO LO QUE AMBOS DEBERÍAMOS SER

APUESTO QUE ES HERMOSA, ESA CHICA DE LA QUE ÉL HABLA

Y QUE TIENE TODO AQUELLO QUE YO NO TENGO

DREW ME HABLA, YO ME RÍO A CARCAJADAS PORQUE ES DEMASIADO GRACIOSO

TANTO QUE NO PUEDO VER A NADIE MÁS CUANDO ÉL ESTÁ CONMIGO

EL DICE QUE ESTÁ TAN ENAMORADO, QUE FINALMENTE HIZO LO CORRECTO,

ME PREGUNTO SI SABE QUE ES ÉL EN QUIEN PIENSO POR LAS NOCHES

DREW CAMINA A MI LADO, ¿SERÁ QUE PUEDE NOTAR QUE NI SIQUIERA PUEDO RESPIRAR?

Y AHÍ VA EL, ES TAN PERFECTO,

TIENE ESA IMPECABILIDAD QUE YO DESEARÍA TENER

SERÁ MEJOR QUE ELLA LO AMARRE FUERTE, Y QUE LE ENTREGUE TODO SU AMOR

YO MIRO A ESOS OJOS HERMOSOS Y ME DOY CUENTA LO AFORTUNADA QUE ES PORQUE

ÉL ES LA RAZÓN DE LAS LÁGRIMAS SOBRE MI GUITARRA

TEARDROPS ON MY GUITAR - Taylor Swift

KPOV

Difícil es una palabra muy complicada de explicar, difícil es cuando algo se te hace prácticamente imposible de hacer pero sabes que al final lo lograras. Es como presentar un examen y decir: "Será difícil hasta la madre, pero pasaré el examen aunque sea la última cosa que haga en mi vida".

Así me sentía yo, a diferencia de que yo no tenía que presentar ningún examen, bueno, ningún examen escolar, tenía mi cita a las 8 en punto de la mañana para presentar un examen más difícil con mi vida.

Era la mañana del miércoles después de mi incidente, no me había presentado los días anteriores a la escuela porque mis padres me tenía de sobremanera vigilada. Mi madre no había ido a su trabajo y mi padre llegaba temprano a casa, para hacer la cena en su respectiva hora.

Después de dos días de cuidados intensivos y asfixiantes había dicho basta, me puse firme con ellos y de buena manera les dije que tenía que ir a la escuela y ellos continuar con sus vidas normales, una anemia no me iba a matar y por sobre todas las cosas, yo no quería morir, así que me cuidaría de comer bien.

Creo que mi madre estaba más que nada preocupada por mi salud mental, me preguntó y por poco le faltó para encerrarme en un cuarto con un solo foco colgando para que le confesara que era lo que había pasado con Peeta, pero decidí callar:
-Discutimos.- le dije, pero de eso no sacó más información.

No es que no confiara en mi madre, pero con saber que Effie, mi adorada y platónica suegra lo sabía, me era más que suficiente. Effie, me había visto correr por su casa para preparar mi post cena con Peeta, esa con su comida favorita, sin velas porque a Peeta, no le gustaban mucho y con música de fondo el Rock Clásico que el tanto amaba.