Capitulo 13: EFECTO MARIPOSA

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Por si regresas te compré una luna
Y pinté el techo todito de azul
Las nubes son de auténtico hule espuma

Y en el jardín te sembré un abedul
He de contarte que existe un abismo

Entre el que fui y el que te encontraras
Y aunque por dentro sigo siendo el mismo

Seguro que no te arrepentirás
Todo está listo por si regresas
Para que nunca más te quieras ir
El funeral de todos mis defectos
Se celebró cuando te vi partir.

POR SI REGRESAS - RICARDO ARJONA

PPOV

Te extraño ¿lo sabes?...

A veces me gustaría preguntártelo, pero en mi interior sé que lo sabes.

Todas las noches pienso en ti antes de dormir y pido a esa persona que un día me concedió el milagro de hacerte feliz que me conceda otro. Que estés bien, que seas fuerte y que un día de estos aparezcas por mi puerta sana y salva.

Desde hace cuatro meses que te fuiste no he podido hablar contigo, me duele el corazón, me duele el alma, siento como si tuviera osteoporosis porque me duele todo el cuerpo, no respiro bien, no duermo bien, no vivo bien.

Solo quiero que vuelvas...

Me levanté de mi cama y todavía era de noche, pero ya no podía dormir, el piso helado de mi habitación me hizo brincar un poco hasta que alcancé mi tenis.

Corría la primera semana de Diciembre en Redmond cuando llegamos, todos tratamos de entrar en la rutina de volver a casa de nuestros padres una vez más para vacaciones, pero dentro de mí algo no estaba bien, no podía ser feliz sabiendo que mi amor estaba tan lejos de mí.

Y no era como si ella estudiara en otro lado, no, eso lo entendía y lo pude sobrellevar cuando ocurrió, cuando sabía que estaba dentro de Estados Unidos y que estaba sana y salva.

Mis padres me apoyaban, ellos lo llamaban "una etapa" yo lo llamaba "infierno"

Me puse una sudadera y me salí de la casa.

Mi madre no se angustiaría, sabía dónde me podría encontrar durante las primeras horas de la mañana: "en la casa de Katniss"

Desde que llegué había ido todos los días, me sabía la rutina, Haymitch estaría desayunando, un café humeante en una taza de los Acereros en honor a su hija, y cualquier cosa que Maysilee hiciera para acompañar eso. Katniss les había hablado cuatro veces en el transcurso de estos meses, todas las llamadas habían sido al amanecer ya que la diferencia de horario entre Afganistán y Estados Unidos era de casi 12 horas.

Mas yo en mi primera semana no había tenido la oportunidad de escuchar su voz, tampoco esperaba tener tanta suerte.

-Hola Peeta- Haymitch me abrió la puerta, ya vestía su uniforme de policía. Su cara se veía para todo mundo bien, pero en sus ojos yo detectaba esa tristeza que compartíamos.

-Buenos días- dije entrando cuando me dio permiso.

-Pasa, estamos a medio desayuno.

Entré con ellos a la cocina, Maysilee me dio un beso de bienvenida como todas las mañanas y me sirvió un plato igual al de ellos.

A veces pensaba que Maysilee quería descargar su emoción de madre con alguien y yo estaba más que dispuesto a aceptarla, sus padres eran lo que ella más amaba y ella era todo lo que yo quería, éramos un círculo vicioso.

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