Más Hermosa Que El Cielo 🌟

Capitulo 6: 7 MINUTOS EN EL PARAÍSO

Me quieres ver grande a pesar de lo débil que
Soy, y si toco hasta el fondo me sacas
De nuevo por eso me quedo, me aferro y te
Quiero a morir, por eso, aquí adentro tu estas
Todo el tiempo viviendo del sufrimiento

-SEXO PUDOR Y LÁGRIMAS - ALEKS SINTEK-

Tengo tanto miedo de que olvides lo que te quiero

Tengo planeado en mi mente, como robarme tus besos para siempre

tiene que dar resultado, voy a amarte tanto que de pronto te verás llorando

-VESTIDA DE AZUCAR - GLORIA TREVI-

La noche que me quieras desde el azul del cielo, las estrellas celosas nos miraran pasar, y un rayo misterioso hará nido en tu pelo

Luciérnaga curiosa que vera

Que eres mi consuelo

-EL DIA QUE ME QUIERAS-

KPOV

UN MES DESPUES

Me acomodé mejor mi vestido nuevo azul satinado, era un nuevo "modelo" que mi mamá me había hecho para ir a lo del servicio comunitario, ya tenía varios modelos para llevarme, desde faldas, pantalones y unos tipo mameluco. Ella decía que desde que empecé a ir al servicio comunitario me veía mejor, más tranquila y un poco más feliz.

Llegué hasta el cuarto de Peter y me senté en el sillón reclinable, su mamá no podía estar ahorita aquí con él por cuestiones de trabajo, pero era una señora muy amorosa que amaba a su hijo y siendo madre soltera tenía que hacer sacrificios de tiempo para poder pagar todas las quimioterapias de Peter.

Peter, le había contado a Heidi, su mamá sobre mí, y ella me había buscado al siguiente fin de semana para hablar conmigo, cuando le expliqué lo que hacíamos y que obviamente vio que yo no era alguien de peligro me había dado autorización para visitar a su hijo con más frecuencia.

La verdad es que Peter, era un niño hermoso, educado pero sobre todo tenía unas ganas inmensas de vivir, él decía que no tenía nada más que una simple gripe y que pronto salía de esto. Sus hermosos ojos azules siempre brillantes de emociones típicas de un niño y una sonrisa capaz de hacerme sonreír en mis días más oscuros.

Le había prometido que estaría aquí cuando él despertara y eran las dos de la tarde, sabía que lo más probable es que faltaran todavía un par de horas para que el abriera sus ojitos pero no importaba, era sábado y no tenía ninguna prisa por irme.

Peeta,  me había invitado a su casa para pasar la tarde con ellos pero no acepté, todavía no le decía a ninguno de ellos que hacia durante los sábados y era algo que prefería guardarme para mí. Ellos siempre andaban en parejitas, con sus cosas y puede ser que haya sido mi mal genio a lo romántico o que simplemente sabía que mi jarrita de paciencia se iba llenando que decidí poner un poco de distancia por mi salud mental.

Los amaba, a cada uno de ellos, pero me di cuenta de que por más amigos que fuéramos, Marvel, nunca iba a dejar a Johana, por acompañarme a algún lado. Annie, ni hablar, tenía una situación bastante difícil en su casa y Peeta... mi Peeta... nuestra amistad estaba tan complicada, éramos amigos pero algo se había perdido, no me refiero a la confianza, ni a la sinceridad y mucho menos el cariño, era algo más lo que ahora nos hacía falta, tal vez era esa complicidad que antes nos unía.