Dash."—Tal vez es porque ni siquiera me conoces, Dash. —sentencio ella".
Sus palabras resonaban en mi cabeza y eso era preocupante, porque ahora mi ángel ya me conocía por completo.
Sentía como no podía dejar de mirarme, sus ojos estaban clavados en mí y no sabía cómo interpretarlo ¿Era algo bueno? ¿Algo malo? No tenía ninguna certeza de que estaba pensando mi ángel en ese momento, solo estaba seguro de que quería saber si estaba condenado a vivir sin ella.
Por primera vez, ella me miraba de una forma distinta a la habitual y aunque en ese instante no tenía salida, por estar en mis brazos a más de cinco metros de altura en el cielo, nada me aseguraba que cuando tocáramos el suelo ella no iba a salir corriendo para huir de mí.
Todas esas inseguridades que había dejado atrás, todos esos pensamientos y miedos de que ella supiera quien era en realidad volvieron a manifestarse, me sentía como un niño que acababa de hacer una travesura y sus padres venían a castigarlo.
Cuando llegamos y estábamos frente a su casa, sentía mucho miedo.
La bajé con cuidado por su herida en la rodilla.
— ¿Estas bien mi ángel?—dije con mucho nerviosismo.
Ella me miraba fijamente a los ojos.
—Dash. —por fin había dicho algo.
— ¿Si?
Se veía pensativa por un momento pero luego se lanzó sobre mí para abrazarme. —Te amo.
La dulzura en su voz me dio un gran respiro pero aún estaba un poco confundido.
—Te amo, Layla.
—Tenemos una conversación pendiente, ahora estoy muy cansada.
— ¿Segura que estas bien?—pregunte mientras seguíamos abrazados.
—Sí, créeme.
— ¿Qué hacías en ese lugar? Eso fue muy peligroso.
—Mañana podremos hablar mejor, te amo, mi hermoso ángel—se rió suavemente.
Su sonrisa siempre me deslumbraba.
—Nunca te iras de mi lado ¿cierto?—vi como ella asintió y la bese.
—Nunca...—sonrió—. Estaré toda la vida contigo.
^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^
ESTÁS LEYENDO
ANGEL BABY.
ParanormalLayla, vive en un pueblo llamado Skyville, donde existen rumores de que cosas un poco extrañas pasan en el frondoso bosque que lo rodea. Su vecino de hace algunos años, Dash Berlot, era un misterio latente para ella, y mirarlo desde la ventana de su...