29. "INFERNO"

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Layla.

—No creas que te dejare arruinar mis planes—dijo ella.

—Esto fue un error.

— ¡Já! Creo que ya es un poco tarde para arrepentirse, pequeña.

—Sal de mi cuerpo.

— ¿Todavía estás dormida? Al parecer sigues soñando.

— ¡Maldita sea! ¡YA DÉJAME EN PAZ!—grite llevando mis manos a mi cabeza.

En ese punto sabía que había cometido un error, recordaba la noche en la que acepté ser una princesa, esa voz que apareció en mi cabeza luego de ello, mi corazón últimamente estaba latiendo más rápido.

"Me levantaba por las mañanas sin saber porqué cuando cerraba los ojos y los abría de nuevo habían pasado más de seis u ocho horas, mi tiempo no me pertenecía y mi cuerpo tampoco.

Hace un día que me ocurrió lo mismo y cuando abrí los ojos me sentía cansada, abrumada y para mi sorpresa estaba desnuda.

Mire a mi alrededor y estaba Bernie sentado en un sofá mirándome.

«¿Como había llegado aquí?», pensé.

Tome unos cojines y me tape el cuerpo rápidamente.

—Bernie ¿Como llegue aquí?

—¿No recuerdas nada?

—No. —sentenció.

La expresión de Bernie me decía que estaba muy sorprendido.

Él suspiró. —Estuviste con Blake, Lay. —hizo una pausa—. Tuviste sexo con él por un tiempo bastante prolongado según cualquier argumento acerca del sexo que haya podido leer.

— ¿Que dices? Estás bromeando, yo nunca tendría sexo con él.

—Si, lo hiciste—Blake apareció cruzando una de las puertas del lugar.

Su cabello caía un poco sobre su rostro y no llevaba nada que cubriera su torso. Bernie se apresuró a pasarme mi ropa, era un vestido rojo que nunca solía usar.

Me vestí rápido y pensé en Dash. Sin embargo, no podía comprender lo que Bernie me había dicho, no lo creía y tampoco quería hacerlo.

Me eché a llorar.

Camine hacia Blake. —Te aprovechaste de mi, maldito—sentía mucha impotencia.

—Claro que no, cariño—sonrió—. Tu querías algo y yo te lo di, cabe destacar que no te importó que Bernie estuviera viéndonos.

Bernie agachó la cabeza.

—No te culpo, supongo que Dash no es perfecto en todo—dijo Blake tumbándose en el sofá donde estaba yo.

—No le llegas ni a los talones—solté.

—Si tu lo dices, cariño.

Salí corriendo de ese lugar y pocos minutos después estaba en el bosque, ya no sentía miedo de estar aquí y no me importaban todos los rumores y cosas que habían podido pasar aquí, no me importaba el hecho de que hubiera sido el lugar donde mi mejor amiga fue secuestrada y asesinada.

Las cosas habían cambiado tanto desde que estaba con Dash, todo era tan confuso y repulsivo y a pesar del amor que él me brindaba no sabía ni siquiera que pensar acerca de él. Todo este tiempo que habíamos pasado juntos parecía una farsa, pudo decirme que era un ángel justo cuando estuve a punto de morir y en el peor de los casos, no podía enojarme con él, algo en mi no me dejaba y su amor era detonante de una serie de sentimientos que me llevaban a desearlo y perdonarlo sin ningún tipo de charla de por medio.

ANGEL BABY.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora