Uzumaki Naruto.
Reemplazado por su hermano menor, olvidado por sus padres y desterrado de sus clanes con solo 7 años.
Hagoromo Aiko.
Ex-ninja de Konoha, tachada de traidora por algo que ella realmente no hizo con malas intenciones sino por amor ha...
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Cuatro años después
—Buenos días muchachos, ¿cómo va el entrenamiento?— Aiko observó con una sonrisa el campo de entrenamiento donde estaban todos los novatos preparándose para el próximo ascenso a Genin.
—¡Lady Uzukage! ¡Buen día!— Todos se colocaron en una línea para hacer una respetuosa reverencia, todos menos un pequeño rubio de 11 años que observaba con una sonrisa a la albina.
—Niños, ya les dije que no es necesario que hagan una reverencia.
—Pero queremos hacerlo, usted nos dio la oportunidad de conseguir un nuevo hogar donde sentirnos seguros, es lo menos que podemos hacer junto a esforzarnos al máximo para convertirnos en ninjas dignos de Uzu, ¿no es así?— Ante las palabras de uno de los senseis, todos los niños asintieron sonriendo ampliamente.
—Bien, ustedes ganan... volviendo al tema anterior, ¿cómo van los resultados?
—Nada fuera de lugar, cada niño se esfuerza por cumplir cada requisito impuesto desde el primer día.
—Recuerden también que deben descansar lo necesario para poder seguir mejorando.— Ella sonrio con tranquilidad antes de acercarse a su pequeño hermano. —¿Estás haciendo lo que te pedí?
—¡Por supuesto! Les doy los mismos consejos que tú y Shisui-nii me dierón en su momento cuando es necesario.
—Muy bien, espero que no descuides tus estudios con tus pequeñas travesuras.— Acarició con suavidad la cabeza de Naruto antes de enderezarse soltando un pequeño suspiro. —Atención niños, luego de que se conviertan en Genin van a ser colocados en grupos de tres, lo que significa que...— Una de las niñas levantó su mano por lo que le dio la palabra.
—Cada grupo estará bajo el mando de un Jounin o Chunin elegido por usted.
—Muy bien Sasha, también si llegan a ser uno de los grupos afortunados podrán tener el privilegio para ser entrenado por unos meses por Uchiha Shisui.— Todos comenzaron a emocionarse y a hablar entre ellos ante la noticia de ser entrenados por la mano derecha de la Uzukage, por lo que Aiko levantó una mano para hacerlos callar. —Eso solo ocurrirá si ninguno baja su promedio y demuestra ser digno para recibir tal entrenamiento, ¿entendido?
—¡Sí, Lady Uzukage!
—Genial, ahora pueden seguir con la clase, vuelve temprano a casa para cenar Naruto.
—Claro Nee-san.— La albina se despidió de todos con su mano antes de retirarse para seguir su recorrido por la aldea de Uzu.
—Ya han pasado cuatro años desde que llegamos aquí... en el primer pudimos preparar muchas casas para traer algunos constructores, al segundo año ya habíamos conseguido traer a sobrevivientes de clanes prácticamente extintos y algunas personas que estaban escapando de la guerra civil de Kiri... en el tercer año ya habíamos comenzado totalmente con la academia ninja gracias a los Jounin y Chunin que vinieron a Uzu.— Aiko observó a unos niños pequeños correr cerca de ella mientras reían y jugaban. —Este cuarto año he notado que Uzu es mucho más prospero de lo que esperaba, realmente estas personas necesitaban un lugar donde sentirse seguros para seguir adelante...
