Capítulo 13 La Flor.

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Luego de toda esa situación nos fuimos a la cabaña, fue algo muy perturbador, al parecer todo lo que me rodea últimamente es así, la verdad no me acostumbro y no me acostumbraré nunca, yo sé que necesitaba acción en mi vida, pero me refería a fiestas, chicos, amigos... no sé, algo normal de una chica de mi edad, no este tipo de cosas.

Después de hablar un rato con Exael de cosas poco relevantes, nos quedamos dormidos.

Estoy mirando por la ventana de la cabaña, apreciando el lindo paisaje, realmente es muy bella toda esta naturaleza, a lo lejos se ve alguien caminando entre unos árboles, yo también debiera hacer lo mismo, sentir la naturaleza con mis manos, no solo verla, también sentirla.

Salgo de la cabaña, me dirijo hacía los árboles, de nuevo veo esta persona pero ya estoy más cerca, logro identificar que es una mujer, sigo caminado y a medida que me acerco empiezo a ver detalles, ya no estoy tan segura de querer estar aquí, me detuve a unos diez metros de esta persona, y al notar que me detuve, volteó su cabeza de forma repentina y muy escalofriante, me está mirando a mí, tiene los ojos blancos por completo, está toda de negro, pero no solo su vestido, su piel también parece estarlo. Voltea su cuerpo y empieza a caminar, casi que a correr en mi dirección, yo empiezo a correr hacia la cabaña, pero de vez en cuando volteo para atrás para asegurarme que no esté muy cerca de mí, cada vez que volteo veo cómo se le van cayendo pedazos de piel, incluso su mandíbula se desencajó. Corrí tan rápido y con tanta fuerza que al llegar a la cabaña ya casi que no tenía respiración, me aseguro de cerrar bien la puerta y las ventanas, no sé si esto la detenga pero debo intentarlo.

Pasan un par de minutos y parece que ya no hay nada, miro por la ventana y no se ve alguien, ya más tranquila y aun recuperando mi respiración, me paro frente a la ventana con el cristal cerrado, ya no hay nada pero no voy a correr el riesgo de que algo entre. Al pasar de unos diez segundos frente a la ventana y no ver algo estoy muy tranquila y ya el oxígeno volvió por completo a mis pulmones. De golpe aparece esta mujer del otro lado de la ventana con su mandíbula desencajada, la piel cayéndose y sus ojos blancos, grité, grité tan fuerte que me arde la garganta.

-Lil, tranquila, es solo un mal sueño, estamos juntos, no permitiré que algo malo te pase -.

Me dice Exael, acariciando mi rostro.

Aun asustada y llorando, me siento para recobrar el aire, realmente estaba gritando y esto fue lo que despertó a Exael, sin decir una palabra solo lo abrazo, en silencio le agradezco que esté conmigo.

-Ya pasó bonita, son las seis de la mañana, organízate y vamos a comer.

Fuimos al restaurante, comimos algo ligero y fuimos a una floristería a preguntar si sabían dónde podíamos encontrar aquella flor.

-Joven, la verdad no sé dónde pueda conseguirla, si sé cuál es por la leyenda, pero es difícil encontrarla, si quiere, subiendo aquella montaña hay un campo muy bonito lleno de flores, puede ir hasta allá y mirar si la encuentra -. Le dijo el señor de la floristería a Exael señalando una montaña.

-Bueno señor, muchas gracias -. Respondió mientras nos alejábamos.

-¿Crees que encontraremos la flor? -. Le pregunté a Exael mientras caminábamos con dirección a la montaña.

-No creo, pero nos vendrá bien caminar un poco y ver un paisaje diferente y hermoso, no todos los días ves un campo lleno de flores en Suiza.

Atrápame -. Me dijo mientras empezaba a correr, como si fuera un niño pequeño.

Yo salí corriendo tras él, era algo divertido, mientras corría pasé al lado de una mujer, esta mujer está vestida como la mujer de mis sueños, lleva un vestido negro y aunque esa mujer estaba totalmente desfigurada, porque su piel parecía quemada, logro notar los rasgos y facciones de su rostro y definitivamente es la mujer de mis sueños.

Capiens ludumDonde viven las historias. Descúbrelo ahora