A lo lejos diviso al Rey Peter que caminaba descalzo por la orilla. Ella imito aquello retirando sus sandalias para seguir cada una de las huellas, saltando de forma infantil sobre cada pisada dada por el rubio. Se detuvo al chocar con la amplia espalda de aquel chico quien no tardo en girar hasta quedar frente a ella. Sus manos se sostenían con fuerza mientras sus miradas se unían, no hacían falta palabras para decir lo que sentía, sus corazones hablaban por si solos.
— ¿De verdad tienes que irte?
— Cair Paravel es tu hogar Peter y el bosque Oeste el mío. Viví toda mi vida en ese lugar. Ellos me necesitan ahí para guiarlos, como a ti te necesitan aquí para liderarlos.
— Lo sé ¿Te volveré a ver? -Elianne alzo su mano pasando sus dedos por las mejillas del rubio, la vida le había entregado un hermoso presente, el poder ver esos ojos.
— Nos veremos, puedes ir a verme cada vez que quieras majestad.
— Prometo visitarte cada mes, prometo que iré al bosque Oeste para poder abrazarte. -Las manos de Peter sostuvieron con firmeza el delicado rostro de la chica uniendo finalmente sus labios en un romántico beso, sentir como el calor en sus mejillas aumentaban gracias a la unión de sus labios.
— Ahora majestad, el agua se ve deliciosa, hay que divertirnos un rato. -Elianne retrocedió llevando consigo al Rey hasta hacerlo caer en el agua. Las risas se escuchaban a lo lejos, ambos estaban disfrutando de ese hermoso sentimiento. La felicidad y el amor entre ambos comenzaba a volverse mas intenso.
El ansiado día de la coronación finalmente llego, la celebración dentro del gran salón del castillo mostraba sonrisas en todos los invitados, desde los grandes centauros, a los pequeños ratones en un rincón ansiosos por ver finalmente la corona sobre los reyes. Elianne no era la excepción, estaba de pie en la entrada principal esperando por los reyes y reinas, vestía con un hermoso vestido color verde claro, su cabello estaba recogido dejando ver ahora su largo cuello, ahora ya no llevaba sus espadas. Las trompetas comenzaron a sonar anunciando la llegada de los jóvenes gobernantes, Aslan en medio de ellos mientras los centauros alzaban sus espadas en señal de respeto.
Elianne realizo una reverencia a todos y en especial a aquel chico de brillante mirada. Ambos unieron sus miradas, una sonrisa nerviosa en el rostro de ambos basto para provocar pequeñas burlas por parte de sus hermanos. Elianne mantuvo su lugar en la entrada, tenía una perfecta vista desde ahí, la sonrisa se enancho sobre su rostro al ver como ellos tomaban el lugar al que estaban destinados a sentarse.
— Al esplendoroso océano oriental. Le doy a la reina Lucy la Valiente. -Dijo Aslan, aplausos y gritos de alegría resonaron en todo el salón mientras que los señores castores avanzaban con las coronas en sus manos junto al Señor Tumnus quien puso la corona sobre la pequeña reina. – Al gran bosque occidental, el Rey Edmund, el Justo. -Continuó Aslan. – Al radiante sol del Sur, la reina Susan, la Benévola. Y al claro cielo del norte, el Rey Peter, el Magnifico. -Elianne aplaudió mas que nunca ante la coronación de Peter. – Una vez rey y reina de Narnia, serán rey y reina para siempre. Que su sabiduría nos honre hasta que las estrellas caigan del cielo. -Elianne unió su mirada con la de Peter luego de una sutil reverencia. – ¡Larga vida a Rey Peter! ¡Larga vida a la Reina Susan!¡Larga vida al Rey Edmond! ¡Larga vida a la Reina Lucy!
ESTÁS LEYENDO
Las crónicas de Narnia y la guerrera del bosque Oeste libro 1
FantasíaComo había dicho anteriormente les traigo un fan fic inspirado en una de mis películas favoritas de toda la vida. Las crónicas de Narnia, misma que he visto incontables veces y la sigo viendo cada que tengo la posibilidad de hacerlo. Espero que esta...