El secreto Graham

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Días transcurrieron desde la discusión entre Adrien y Marinette. Aquella situación había dejado varías incógnitas en aquel rubio, quien aún no lograba comprender la decisión de su amada.

La mayor pregunta que se generaba una y otra vez en su cabeza era, ¿Por qué dice estar haciéndolo por mi?
Sin duda le era difícil de creer que su chica estaba compartiendo con quien le causó aquel mal momento del que odia hablar... todo por el.

La culpa le carcomía constantemente, incluso llegó a perderse en sus pensamientos durante clases, lo que hizo que Marinette se preocupara aún más.

Así fue cuando al finalizar las clases la franco-china decidió acercarse a su pareja con el afán de saber que le ocurría.

—Adrien, espera— dijo Marinette captando la atención de su chico.
—¿S-si princesa?— respondió Adrien con un rostro de somnolencia.

Marinette levantó sus manos llevándolas a las mejillas del rubio, acariciando delicadamente estas.

—¿Estás bien?— preguntó mirándolo a los ojos.
—Ciertamente no Mari, me gustaría que hablemos— respondió algo decaído.

Adrien tomo de la mano a Marinette, llevándola camino a su casa.
Al llegar a esta fueron recibidos por los padres de la azabache, con una gran sonrisa y brindándoles unos deliciosos bocados de su nuevo postre para la panadería.

Al terminar de charlar sobre su día con los señores Dupain, ambos se dirigieron en completo silencio hacia la habitación de Marinette.
Después de unos minutos de extraño e incomodo silencio en aquella recámara, Adrien tomó la mano de su chica captando la atención de esta.

—L-lamento estar tan extraño y distante esos días— dijo con un leve tartamudeo.
—Tranquilo, solo necesito saber que ocurre, la comunicación es importante.
—Necesito hablar con Félix— respondió a Marinette causando una mirada de impacto ante sus palabras.

Mari miró fijamente a Adrien, no podía creer lo que estaba ocurriendo, pensaba que solo era producto de su imaginación ya que nunca lo vio posible.

—¿Dirás algo?— dijo Adrien haciendo que Marinette reaccionara.
—S-si si, ¿puedes repetir lo que dijiste?
—Quiero hablar con mi primo...
—Oh, emmm, e-eso si que no me lo esperaba.

Adrien compartió con Marinette como se sentía al ser el responsable de su comunicación. El logró comprender en esos días que necesita conversar con su primo, hace mucho que se deben una plática y si aquello que le debe contar es tan importante como para secuestrar a su novia y luego buscarla para unirlos, le dará la oportunidad.

—Pregúntale si puede mañana, en el arco del triunfo a las 6pm— dijo muy seguro.
—C-Claro, yo le digo— respondió algo indecisa—. ¿Adrien?, ¿seguro que quieres verlo?
—Créeme nunca estuve más emocionado por una plática con mi querido primo...

Un pesado suspiro salió de la azabache, llevándola a tomar su teléfono y enviar un mensaje con muchas dudas y miedo de lo que pasaría al día siguiente.

Minutos después una notificación se hace oír en toda la habitación, haciendo que el corazón de Mari se acelerara. Una parte de ella quería que Félix se negara, pero otra parte le hacía pensar que era hora de que ocurriera.
Con sus manos temblorosas deslizó para desbloquear su pantalla y enseñó directamente el mensaje a Adrien.

—Genial, entonces dile que ya está, nos veremos mañana.
—B-bueno, amor... ¿piénsalo bien si?
—Tranquila, no me hará nada— dijo aún denotando seguridad en sus palabras.
—Yo lo se, me asusta el como reacciones a lo que te dirá— dijo cabizbaja.

¿Novia pública?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora