Necesito una explicación

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Los rayos de sol entraban por la habitación de cada uno de los chicos que amanecieron en aquella fiesta.
La cabaña Agreste estaba hecha un completo desastre. Vasos, botellas, agua y lodo al rededor de la piscina, las decoraciones estaban en el suelo y muchas cosas más fuera de su lugar.
Muchos de los chicos durmieron en la sala, otros incluso afuera junto a la piscina y comenzaron a retirarse gracias a Iván que se levantó temprano para echar a todos los que se habían quedado, fuera del grupo que tenía permiso.

—Iván, es muy temprano, ¿qué haces despierto?— Preguntó Mylène bajando por las escaleras dando un gran bostezo.
—Haciéndole un favor a Adrien, no creo que levantarse tarde, con resaca y ver tú casa hecha un desastre sea lo ideal.
—Eres un verdadero amor mi Iván— contestó dándole un cálido abrazo.

Dos horas después
La puerta de la habitación de Adrien era golpeada fuertemente por una Chloe molesta, haciendo que los dos chicos se levantaran asustados.

—No te preocupes princesa, vístete, yo iré.

Adrien se aproximó a la puerta frustrado, ya que el ruido que está emitía le producía un gran dolor de cabeza.

—¿Qué quieres Chloe...? —dijo poniendo los ojos en blanco—. La próxima podrías no hacer tanto escándalo.
—La próxima se mejor anfitrión y no robes a nuestra chef... son las 10:35 y no he desayunado Agreste — respondió empujando la puerta para entrar a la habitación—. ¿Dónde está ella?
—Ya bajamos Chloe, ahora déjanos... ¿arreglarnos si?
—Si claro, vístanse rápido, pero quiero mi comida.

Adrien cerró la puerta y se aproximó nuevamente a la cama para ver a Marinette tapando su cabeza con la almohada.

—Lo se, es molesta, pero creo que te estaba buscando a ti — movió un poco la almohada para ver su rostro.
—Dile que me fui— dijo volviendo a taparse.
—Vamos princesa, ponte mi playera y baja, yo organizo todo esto y nos hago aquel té de la última vez, ¿los trajiste cierto?
—Si gatito, en la parte delantera de la bolsa— comentó mientras se colocaba la playera—. Voy al baño y bajo a alimentar a la gritona, ya regreso.

Marinette se acercó a dar un breve beso a su novio y se retiró a hacer lo que había mencionado.

—Plagg, el queso, ya sabes dónde está— se acostó nuevamente, —Debería hacer el té, pero estoy muy cansado.
—Tranquilo Adrien, yo puedo hacerlo — dijo Tikki acercándose a el—. Mari lo hace todo el tiempo, he aprendido, solo necesito que llenes la tetera porque es muy pesada.
—Ves Plagg, la vida se trata sobre más que quesos — puso sus ojos en blanco y bajo a llenar la tetera.

45 minutos pasaron y Adrien volvió a despertarse por un ruido molesto, esta vez una vibración intensa. Pensó que era de su teléfono, pero al abrir por completo sus ojos notó que era el de Marinette.

—Agh, ¿quién molesta tan temprano?— dijo sentándose en la cama y localizando el botón de silencio del teléfono.
—No debería ver— pensó Adrien.

Pero la curiosidad mató al gato y encendió la pantalla. Marinette tenía clave y ellos nunca habían tenido la necesidad de compartirlas, pero su teléfono era un IPhone y le permitió ver los mensajes fuera.

—Son... son de... ¿Félix?— dijo casi sin poder mencionar el nombre —. ¿Por qué ella hablaría con el?

Desplegó la opción de ver todos los mensajes y leyó aquellos.

¿Novia pública?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora