Solo nosotros

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TAMARA

-¡Ese es horrible! Ponte este mejor.

-¿El amarillo? No, gracias, no quiero parecer el sol.

-¡Oye! ¿Qué tiene de malo el sol?

-Nada, pero su color para salir de fiesta, de noche, no me parece la mejor opción.

Mis dos amigas de la universidad, Sol y Oli, estaban discutiendo sobre los outfits de la noche. Llevaban más de cuarenta y cinco minutos así, y yo a los veinte minutos dejé de prestar atención.

-Vale, pues... ¿este?

Sol había sacado del fondo de su armario un top lila, de una sola manga y la verdad es que era precioso, mucho más que el que yo había escogido antes.

-¿Lila? ¿En serio? ¿Quién lleva lila hoy en día?- dijo Oli mientras miraba el top con una mueca.

-¡Oye! ¡El lila es un color precioso!- intervine chillando- Dame, me lo quedo yo. Gracias, Sol.

Ella sonrió feliz.

-Por fin alguien que valora mi estilo- dijo ella poniendo los ojos en blanco.

Siguieron discutiendo sobre ropa durante media hora más hasta que al final Oli se decantó por un vestido negro ajustado, que le realzaba la figura, y Sol por unos pantalones negros y un top blanco de lentejuelas. Las dos iban preciosas, como siempre.

-¡Lista!- chilló Sol desde el baño, mientras guardaba la plancha de pelo.

-¡Lista!- chillé yo por décima vez, las llevaba esperando quince minutos.

-Casi lista- dijo Oli, intentando mejorar su eyeliner.

Sol y yo suspiramos y nos dejamos caer sobre la cama.

Yo estaba revisando el último mensaje que le había dejado a Mateo, cuando ella se abalanzó sobre mí y me quitó con agilidad el móvil.

-¡Eh!- me quejé, forcejeando para recuperarlo.

-...ojalá me contases qué tal va todo- leyó ella en voz alta mientras esquivaba mi manos- Así que sigue pasando de ti, eh.

-Sí- dije encogiendo los hombros con indiferencia.

-Deberías dejar de escribirle, Tami. ¿Cuánto ha pasado ya? ¿Dos meses?

-Casi- corroboré.

-Pues yo creo que dos meses son más que suficientes persiguiendo a un tío que no tiene interés.

-No es eso- dije, recuperando al fin mi móvil- Somos amigos... o lo éramos. Él...

-Pasa de ti- interrumpió Oli de pronto. Por fin había terminado de maquillarse.

-Bueno sí, pero...

-Pero nada- me cortó ella de nuevo- Te estás arrastrando por un chico que no merece la pena. Todo lo que nos contaste fue muy bonito, cómo os conocisteis y lo bien que congeniasteis, pero mira lo que te está haciendo, si fueseis amigos no haría esto, Tami.

Puede que tuviese razón. Puede que me estuviera arrastrando demasiado por alguien que no merecía la pena...

No. Ellas no lo entendían. No entendían cómo me sentía cuando estaba con él, era... distinto.

Cuando volví de Paris, les conté todo, obviando que ese Mateo era el Mateo famoso que salía en las películas más famosas del momento. Sol y Oli era mis dos únicas amigas en Madrid y las quería con locura, pero no podía decirles quién era en realidad, se volverían locas.