56

3.6K 243 13
                                    

¡¡100 K!! WOW
Mil gracias a todos!!
Estoy alucinando con todas las visualizaciones que está teniendo la historia pero también con todos los mensajes de ánimo y apoyo que me llegan, de verdad muchas gracias a todos! Y como agradecimiento aquí os dejo dos capítulos más de la historia de Mara y Mateo, espero que la sigáis disfrutando tanto como yo la disfruto escribiendo!
A leer! ❤️

MATEO

De: Tamara
Para: Mateo
Termina a las 16:00 pm.
Mucha suerte e intenta estar tranquilo que irá bien, ya lo verás.
Si necesitas cualquier cosa, avísame.
Un beso.
Mara.

A las 16:00 pm. Al día siguiente, a las 16:00 pm mi meta de volver a ser el de antes podría dar un paso hacia adelante, si me perdonaba, o quedarse estancada de por vida, si no lo hacía.

Estuve todo el día inquieto, pensado en todo lo que le iba a decir a Luke, repasando mentalmente una y otra vez el discurso que tenía preparado.

Decidí empezar por él y no por Jacob porque en el fondo sabía que era la opción más fácil, incluso más que mi madre, pero eso no hacía que no tuviese un poco de miedo a lo que pudiese pasar.

A las 15:30 de la tarde ya estaba sentado en mi coche, aparcado justo enfrente de aquel edificio de oficinas donde Luke trabajaba. Era contable, siempre quiso seguir los pasos de sus padres desde muy pequeño y ya hacia varios años que trabajaba allí. Recuerdo que cuando todavía éramos amigos él adoraba su trabajo, además de que se le daba increíblemente bien y fue ascendiendo puestos rápidamente en la empresa. Me encantaría saber si le seguía yendo tan bien como antes, o si había llegado ya a ser el CEO o algo así porque ese siempre fue su sueño.

Me pasé aquella media hora imaginando mil posibles opciones que podrían haber ocurrido durante ese tiempo que estuvimos separados, hasta que a las 16:08 pm le vi salir por la puerta principal. Llevaba su traje azul marino un poco arrugado y el pelo negro un poco revuelto, en su mano sujetaba un maletín negro, que se zarandeaba con cada paso firme que daba, pero esa pinta de chico serio y aburrido, desaparecía cuando te fijabas en la sonrisa que tenía siempre en la cara.

"Vale, al menos está de buen humor... No la cagues".

Gracias por los ánimos.

Me bajé del coche prácticamente temblando y me acerqué con sigilo en su dirección. Una vez estuve a tan solo unos pasos de distancia, grité su nombre haciendo que se parase en seco.

Se quedó ahí, inmóvil, sin siquiera darse la vuelta para mirarme por lo que no me quedó más remedio que acercarme, intentado controlar el temblor de mis dedos, y rodearle para quedar de frente a él.

Me miró con los ojos abiertos como platos y comprobé que, efectivamente, su sonrisa se había desvanecido.

-Hola.

"¿Hola? ¿Solo le dices eso? Por favor reacciona y dile algo, lo que sea, antes de que te dé con el maletín en la cara y se vaya".

-Veo que sigues trabajando donde siempre.

"Lo que sea menos eso, idiota. Algo con sentido".

-¿Qué quieres Mateo?

Habló con seriedad, con la mayor seriedad que le había escuchado jamás y me bloqueé todavía más.

-P-pedirte perdón- tartamudeé un poco pero lo dije sin rodeos, sin excusas, directamente tal y como lo había pensado, más o menos. Pero mi sinceridad no hizo que su sonrisa volviese a aparecer por arte de magia.

-Llegas un poco tarde para eso, ¿no crees?- se mantuvo sereno pero con ese mismo tono de voz, prácticamente sin vida.

-Lo sé... Tienes toda la razón Luke pero... es cierto, lo siento de verdad- esta vez hablé con firmeza, pero me mantuve en mi sitio, todavía salvando las distancias entre nosotros.

Solo nosotrosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora